Economía de guerra, Ana Pérez Cañamares

Economía de guerra, Ana Pérez Cañamares

En un texto memorable del pasado siglo, el poeta y dramaturgo Bertol Brecht describía esa figura  tan común y celebrada en nuestros días: el analfabeto político:

El peor analfabeto es el analfabeto político

No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.

No sabe que el costo de la vida, el precio del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.

El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política.

No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.”

Contra la conformidad bovina de los neutrales, de los espectadores,  la poesía entrometida de Ana Pérez Cañamares es una entrada en escena. La palabra se llena de contenido, encuentra el espacio preciso para resignificar, para volver a establecer las relaciones  entre el sonido y aquello que designa, para seguir combatiendo el monopolio del poder simbolizador que el Capital controla y  reclama para sí mismo.

Avanzáis y mi conciencia se estira

hasta ser toda campo de batalla”

La poesía es la munición. Ella misma. La insumisión del lenguaje convertido en paisaje. Y, cuando sea necesario, no dudará siquiera en dirigir sus proyectiles contra el propio poeta que la escribe, que se sabe también contaminado por la miseria del mercantilismo y la utilidad, la que mana de la programación televisiva, de los lugares comunes, de la aniquilación de la vida en los altares del beneficio económico.

Desnudarte, emperador.

También cuando yo sea

parte de tus ropajes

o uno de tus miembros.

Desnudarte, emperador”

Leer  “Economía der Guerra» es asistir a la voluntad innegociable de esa desnudez. Al regocijo que produce la rebeldía como acto significativo en el despliegue de su propia energía destructiva. Es alegría y tragedia. Alegría de seguir encontrando la playa debajo de los adoquines y tragedia en la conciencia de los caídos, de nosotros mismos caídos en esta mierda de guerra que siempre hemos ido perdiendo

Por último, volverse al patio de butacas

-el público tiene mi rostro

y mi rostro es una careta rota-

y gritar, gritar, gritar:

si hay muertos, esto no es teatro.

Cuando hay muertos es una guerra”

Bien entrados en el siglo XXI, en el tiempo del final de las ideologías, de los tecnócratas contemplando los Big Data, de los imperativos de la nueva trascendencia económica, sólo puedo agradecer que la poesía continúe en el único lugar que le es propio: el del grito o el susurro revolucionario.

Contra los mandamientos del Mercado, belleza y pólvora.

Economía de guerra Cañamares

Economía de guerra, Ana Pérez Cañamares, Ediciones Lupercalia. 

Autor

Javier Cristóbal es madrileño, psicólogo disidente y profesor de Integración Social. Ha publicado los libros "Genealogía de lo Imposible" (Vitruvio), "Feroces de Pensamiento" (Vitruvio), "La hospitalidad de la intemperie" (Amargord) y "Heterotopías" (Amargord).

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