Un universo de robots, de Eugenia Morago, en Madrid

Un fragmento de la obra de Eugenia Morago

Los robots tienen algo especial. Ya sea porque todos, de alguna manera, hemos jugado con ellos cuando éramos pequeños o porque R2D2 es el robot más entrañable de la historia, pero estos seres no dejan indiferente a nadie. Más allá de las grandes y frías creaciones industriales de las que cada día más se habla en los medios de comunicación, en nuestro imaginario permanecen impasibles unos fantásticos seres de distintas formas, materiales y colores que nos retrotraen a nuestra infancia. Y como si de un homenaje a ellos se tratara, durante todo el mes de diciembrela sala Nao 8albergaráROBOTS, una exposición sobre estos seres de la mano de la artista madrileña Eugenia Morago (Madrid, 1984).

En esta muestra, inaugurada el 3 de noviembre, y que permanecrá abierta hasta el 31 de diciembre de 2017, los visitantes podrán adentrarse en un pequeño universo robótico y colorido en el que los protagonistas absolutos son estos seres cibernéticos que, bajo las manos de Eugenia Morago, cobran vida. La artista ha conseguido plasmar en ellos una esencia tierna y moderna inspirada, en parte, por esos juguetes en forma de robots que funcionan dándoles cuerda y  que hacen las delicias de los niños y no tan niños.Gracias a técnicas variadas como óleo, polvo de mármol, gesso para crear texturas, aerógrafo para dibujar graffitis, rotulares y lápices, sus obras, lejos de ser planas, parece que albergan a unos personajes que quieren salirse del lienzo y correr a los brazos de su creadora.

“El motivo por el que pinto robots es porque artísticamente me dan mucha libertad a la hora de crear mi mundo”, ha explicado Eugenia quien,desde que pintara en 2015 su primer robot, no ha dejado de crear nuevas obras.  “Además son seres a los que puedo darles “alma” solamente con pintarlos”, añade.

Entre los cuadros, en los que se aprecian influencias de Anselm Kiefer, Gerhard Richter y Yoshimoto Nara, se pueden contemplar robots muy diversos pero todos tienen algo en común: vida propia. Aunque algunas piezas ya se han vendido aún quedan cuadros a la venta.

Sala La Nao 8. Calle La Nao, 8 -Madrid- hasta el 31 de diciembre de 2017 Entrada libre.