En Black Room el performer Martín Tolosa Marín retoma «Sempiterno: Espiral de Vida y Muerte»

Martín Tolosa Marín retoma su performance Sempiterno: Espiral de Vida y Muerte  dentro de las actividades que se desarrollaran en torno a la exposición del pintor Erik Arenasde, que presenta bajo el título de Abismos  ABISMOS, en el espacio Black Room,  En la imagen el performer Martín Tolosa Marín

Por Luis Muñoz Díez

Martín Tolosa Marín retoma su performance Sempiterno: Espiral de Vida y Muerte en Black Room. Desde su primera muestra al público, esta experiencia ha sido constantemente reclamada por espacios que apuestan por propuestas radicales. Su impacto es innegable: genera sensaciones que oscilan entre la curiosidad y el rechazo, pero a nadie deja indiferente.

Todo  camina por el filo de la navaja. Su arte es radical porque expone, sin reservas, la vulnerabilidad de su propio cuerpo, llevándolo al límite hasta hacerlo sangrar. Su equilibrio personal está en juego en este proceso de deconstrucción constante.

Tolosa Marín es un exponente de primer orden en el arte en vivo, entregándose sin límites. En su obra, el cristal y el cuerpo se entrelazan a través del contacto, la caricia y la experimentación, proponiendo un viaje sensorial por las distintas etapas de la existencia: la infancia, la adolescencia con su rebeldía, la madurez con su maestría, la vejez con su calma y, finalmente, la muerte, que es inseparable de la vida, al ser las dos caras de una misma moneda.

La existencia humana es un suspiro en continuo movimiento. Somos apenas eslabones que unen el pasado y el futuro, dos tiempos en los que no existimos. Vida y muerte se suceden y se solapan en un bucle infinito.

En Sempiterno: Espiral de Vida y Muerte, el artista explora la dualidad entre la existencia y la desaparición, invitando a reflexionar sobre el paso del tiempo con un lenguaje espontáneo y visceral, donde nada está previsto y todo se rige por la emoción de lo poético. Tolosa Marín busca atrapar esos instantes imperceptibles en los que el tiempo nos desgasta, en una dulce espiral hacia la nada. Alguien tomará nuestro relevo, pero ni siquiera en la muerte los átomos que nos conforman desaparecerán del universo. Tal vez por esa conciencia el artista se hiere, y tal vez por ello algunos prefieren apartar la mirada.

La obra, que ha sido presentada en distintos contextos, culmina con un gesto característico de Tolosa Marín: un espejo frente al público, una invitación a la introspección y la confrontación con uno mismo.

Bajo el título de ABISMOS, el artista Erik Arenas presenta una selección de pinturas inéditas en Black Room, un viaje simbólico y de naturaleza surrealista hacia la oscuridad y hacia la esencia misma de lo humano: el deseo, la lucha, la fragilidad… En esta exposición cada abismo es único, pero todos comparten un eco: el grito de una vida quebrada que pide ser escuchado.