Por Luis Muñoz Díez
Se ha estrenado Vive Molière, un título que en sí, es una afirmación plausible y cierta, con dramaturgia de Álvaro Tato música original y dirección deYayo Cáceres. Y lo han hecho de una manera virtuosa como acostumbran. Atendiendo con rigor lo que debe ser una puesta en escena, en que nada quede al azar de lo que se dice, se escucha, o se ve sobre el escenario, como en una cubertería en que cada pieza casa, y cumple su cometido en un suma y sigue a favor del público.
Lo anterior podría pertenecer a un anuncio de algo que se quiere vender con un marchamo de calidad. Os aseguro que no es el caso, y mi interés es hacer notar como para afrontar un trabajo como ellos lo hacen, hay que contar con un talento enorme, y muy buen gusto, dos condiciones que jamás se pueden improvisar, y se adquieren libando muchos néctares.
«Vive Molière” Álvaro Tato y Yayo Cáceres. Laura Ferrer, Mario Portillo y Juan de Vera ©David Ruiz. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
En este caso el empeño era celebrar el 400 aniversario de nacimiento de Jean-Baptiste Poquelin, conocido universalmente por el nombre de Molière, y reconocido como uno de los mejores dramaturgos del mundo. Sin olvidar su labor como actor, dado que los forjadores de mitos, se empeñan en fijar su muerte en el desempeño de ese trabajo , cierto o no, su nombre figuraba en el cartel el día de su entierro.
Sería de primero de bobo por mi parte, señalar la importancia de la obra del genio por excelencia. Sus títulos se siguen representando una y otra vez aforando teatros. Sin duda, por el profundo conocimiento de la condición humana del autor. Además de contar con su conocimiento de los nacidos entre sedas y orinales de porcelana de la corte por lo que, no les deslumbran los poderosos, y con tan solido trampolín tenía el verdadero conocimiento que es el que da la calle, en su habilidad de atender lo práctico en su aquí y ahora, teniendo cintura para moverse entre lavanderas, tabernas, o penales, por lo que su escritura tiene tiene la misma vigencia en el siglo XVII y hoy en día.
«Vive Molière” Álvaro Tato y Yayo Cáceres. Laura Ferrer y Juan de Vera ©David Ruiz. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Engarzar los textos uno a otro, centrando al espectador en lo que está viendo no es trabajo pequeño, aunque el mundo siga girando en torno al poder, la vanidad siempre ciega, y la poderosa entrepierna, y los que saben sacar buen partido del mercadeo de unas cosas con otras, y sus vulnerabilidades como mortales, y Álvaro Tato lo borda. Para armar la trama cuentan como mismísima diosa Fortuna, interesada en conocer a un dramaturgo, para lo que decide acudir a la parte terrenal del universo, auspiciada y acompañada por sus tres ayudantes. La curiosidad de la diosa se va saciando según conoce fragmentos de la obra de Molière, y una vez que se cruza en el campo con él, sabrá que ella la Fortuna, irremediablemente será suya.
No hace falta extenderme mucho más, para afirmar que el reparto de la obra es oro molido. La actriz Laura Ferrer, en principio será diosa, y Kevin de la Rosa, Juan de Vera y Mario Portillo, sus fieles servidores Dato, Mito y Chisme, pero primero uno de los actores se doblará para ser Moliere, y después los cuatro se multiplicarán hasta el numero preciso para interpretar a Sganarelle, Harpagón, Charlotte, Alcestes, Elvira, Orgón, Celimena, entre otros en las escenas de las piezas sin atender ni a sexo, ni condición de los personajes a interpretar. A la izquierda del escenario sentada regia al teclado está Marta Estal, que canta a las mil maravillas y se queja de que no la dejen representar más, llegando a esgrimir el contrato.
«Vive Molière” Álvaro Tato y Yayo Cáceres. Kevin de la Rosa, Marta Estal y Juan de Vera ©David Ruiz. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Los cinco intérpretes, dicen el verso estupendamente, bailan con pericia, cantan con gracias y talento, y en el caso de Marta Estal con especial maestría. Se baten a espada con destreza, como los cómicos de talento y buena academia que son, pero su logro es ir más allá, al lograr lo extraordinario que es emanar vida desde el escenario, con la fresca sensualidad del placer por vivir con ingenio, verdadera fuente de la vida.
Si hay algo se puede decir del trabajo de Álvaro Tato y Yayo Cáceres es su contante búsqueda de la excelencia en todo lo que hacen, señalar con el mimo con el que ascienden cada uno de los escalones que precisa una pieza para llegar al escenario, el texto, la música, la dirección, la escenografía, la iluminación y el vestuario, suelen ser trabajos primorosos, fascinantes percibidos en su conjunto, y verdaderas joyas contempladas al detalle.
Vayan a ver Vive Molière, si por alguna razón no lo hacen, se habrán desaprovechado una oportunidad irrecuperable.

«Vive Molière” Álvaro Tato y Yayo Cáceres. Juan de Vera ©David Ruiz. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Vive Molière estará en cartel del 1 al 30 de diciembre de 2022 de martes a sábado a las 19:00 h y domingos, 18:30 h, en la Sala Juan de la Cruz del Teatro de la Abadía Madrid más información AQUÍ.
Dramaturgia Álvaro Tato Dirección: Yayo Cáceres Reparto Kevin de la Rosa, Juan de Vera, Marta Estal, Laura Ferrer y Mario Portillo Música original: Yayo Cáceres Arreglos: Yayo Cáceres y Marta Estal Coreografía: Nuria Castejón Escenografía: Ay Teatro y Tatiana de Sarabia Diseño de vestuario: Tatiana de Sarabia Diseño de iluminación: Miguel A. Camacho

«Vive Molière” Álvaro Tato y Yayo Cáceres. Kevin de la Rosa ©David Ruiz. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Diseño gráfico y fotografía: David Ruiz Sastrería: Maribel Rodríguez RH, Alejandro Jaén Dirección técnica: Amalia Portes Producción ejecutiva: Marina Camacho Secretaría de producción: Carmen Quirós Prensa: Daniel Mejías Ayudante de prensa: Jorge Ochagavía Distribución: Emilia Yagüe Producciones Dirección de producción: Emilia Yagüe Una producción de Ay Teatro