“Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez con Pepa Rus

“Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez con Pepa Rus

En la imagen la actriz Pepa Rus protagonista del monólogo “Viva la Pepa” de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez, dirigida por Juan Luis Iborra

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Viva la Pepa, es un monólogo cómico con nombre de I República, escrito por Juan Luis Iborra y Sonia Gómez, y dirigido por el propio Iborra, e interpretado por la actriz Pepa Rus, de entrada, autores y actriz son un valor seguro para la comedia.

Pepa vive en Melilla, es madre soltera de mellizos e hija de una ciudadana marroquí sin papeles, y un chico de Sant Sadurní d’Anoia que se dedicaba al menudeo de hachís como “Culero”. Vive al borde de la indigencia económica y afectiva, únicamente cuenta con el amparo de Vicenta la levantina heladera y horchatera.

Viva la Pepa es un monólogo, no es una una sucesión de situaciones graciosas y chistes, hilados con gracia, aunque la risa esté asegurada. La historia tiene mayor enjundia, porque se trata de un texto con recorrido que, refleja la visión de una mujer a la que nadie le pediría opinión de nada, que jamás sería noticia.

Por la bonanza del clima y porque pasear es gratis. Pepa se pasa el día en la calle con sus gemelitos. Su costumbre de trepar palmeras desde niña, para encontrar su sustento principal que eran los dátiles, será una habilidad que le servirá para entrar en una puerta giratoria de la vida. Un día en que Pepa está en el paseo como todos los días, se topa con un grupo de personas que mira a lo alto de una palmera donde se había quedado atrapado un águila. Pepa no se lo piensa, trepa hasta lo alto de la palmera, lo rescata y se convierte en la mujer más conocida de Melilla.

Su fama le lleva a Madrid a visitar la Zarzuela, y al programa de Ana Rosa, ambos relatos son tan entrañables como hilarantes. Pepa que, habla sin parar, y opina y da consejos a las mismísimas reinas de España. La única que persona que le impone es la periodista Ana Rosa, quizá por la influencia que tienen los personajes de la tv en la calle, que equivoca la fama con el poder y el prestigio, y la periodista le deja sin habla.

La actriz Pepa Rus, vestida con el chándal gentileza de Cáritas como “Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez

La actriz Pepa Rus, vestida con el chándal gentileza de Cáritas como “Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez

La unión de un texto bien armado por Iborra y Gómez, y la interpretación de una actriz tan fértil como Pepa Rus, logran recrear la mirada párvula de una mujer, que como en la canción, no ha recibido por herencia y educación, más que todas las estrellas del cielo, la luna y el sol.

Las mujeres y los hombres que se han hecho a si mismo. Sin pasar por la escuela, realizando un salto de pértiga de la mayor precariedad a sentarse con poderos. Las personas de a pie los admiran o envidian, y las que se consideran llamados a estar en ese lugar, por simple prejuicio de educación los llamarán con desprecio nuevos ricos.

Lo anterior viene al caso de que la academia y la educación nos dan sabiduría pero también nos sazonan de rubores y prejuicios, de los que las personas como Pepa carecen, que les permite hablar y razonar con total libertad, porque ignoran entresijos, modos y modas de una sociedad que directamente les coloca en el lugar de observadores.

Es una delicia oír en la voz de la actriz Pepa Rus, los razonamientos de “Pepa personaje”, expresados sin condicionamiento alguno. Mira a la familia real, y a los políticos midiéndolos por su propia vara de medir.

La facilidad de palabra de la heroica salvadora del águila, y su necesidad de justicia le hacen el claro motivo de deseo de todos los partidos políticos melillenses, por consejo o imposición de la horchatera crea su propio partido y gana la alcaldía no por mayoría, sino con la totalidad de los votos.

“Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez

Pepa Rus en “Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez

Pepa ya, ha logrado dar su particular salto de pértiga, pasando de trepar palmeras en chándal por gentileza de Cáritas, a ser la alcaldesa de Melilla, condecorada. La ascensión de Pepa está dibujada de una manera tan delicada como pormenorizada.

Pepa Rus realiza un trabajo sin fisuras para interpretar a esa fuerza de la naturaleza, que basa su fortaleza precisamente en su vulnerabilidad. Sin prisa porque intuye que no tiene ningún tren que perder, y la vehemencia que pone en confiar que vendrá un tiempo mejor para ella, y sus mellizos.

El final de la obra de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez, lo es también el final de la Pepa que hemos conocido por en la función, y el momento 0 de la nueva Pepa alcaldesa. Nada me gustaría más que saber cómo será la Pepa pasados los años, con experiencia real como alcaldesa con su poder y sus limitaciones, adúlala y criticada,

Les pediría Juan Luis Iborra y a Sonia Gómez que hagan una secuela con Pepa, con esa Pepa pasada por el tamiz de la información, el poder, de las limitaciones, adulada y criticada. Por supuesto interpretada por Pepa Rus.

En tanto os animo a que asistáis a una función de Viva la Pepa, no solo reiréis sin parar, conoceréis un ser con la mirada limpia. Interpretada por la actriz Pepa Rus en un trabajo hondo, divertido y emocionante. ¿Quien da más?

“Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez

La actriz Pepa Rus ya, «Pepa alcaldesa y condecorada» “Viva la Pepa”, de Juan Luis Iborra y Sonia Gómez

Viva la Pepa está programada en el Teatro Lara -Madrid-, más información de fechas y horarios y compra de entradas AQUÍ.

Autoría Juan Luis Iborra y Sonia Gómez Dirección Juan Luis Iborra Intérprete Pepa Rus Compañía Juan Luis Iborra Diseño de Iluminación Juanjo Llorens Ectoplasma de la compañía Miguel de Miguel 

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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