“Viento fuerte” del Premio Novel Jon Fosse, se estrena en versión y dirección de José María Esbec, En la imagen el actor Alberto Amarilla, y la actriz Zaida Alonso. Foto ©Javiel Naval
Por Luis Muñoz Díez
«Viento fuerte«, escrita en 2021 por Jon Fosse, dos años antes de recibir el premio Nobel de Literatura en 2023, se estrena traducida por Cristina Gómez Baggethun, en versión y dirección de José María Esbec.
La propuesta es atractiva: el autor noruego es considerado un dramaturgo imprescindible. Conocía el buen trabajo de Esbec en la dirección de Pulmones, de Duncan Macmillan, y el elenco está formado por Felipe García Vélez, Zaida Alonso y Alberto Amarilla. ¿Quién da más?
De entrada, se nos presenta a un HOMBRE que, mientras mira por una ventana, se empeña en entender que un acto, mientras se ejecuta, ya es pasado, dado que vivimos en un presente continuo, sin posibilidad alguna de volver atrás, lo que parece desazonarle.
El hombre está confundido porque, desde la ventana, ve una casa que podría ser su propia casa. En ella observa a su MUJER que se abraza y besa con un JOVEN. En un pensamiento recurrente, niega lo que ve, como cuando en un sueño se altera un lugar o una persona, y dentro del mismo sueño te repites «no puede ser», pero en el sueño lo es.
En el programa de mano se dice que Viento fuerte está escrita a modo de poema dramático, y es cierto, porque el lenguaje, que reitera preguntas o se reduce a una sola palabra dicha y repetida, es más cercano a la apreciación de la poesía, donde se paladea cada palabra, una a una.
José María Esbec, el director, que también ha realizado su propia versión, acota a los personajes en un espacio escénico diseñado por Petros Lappas, con iluminación de Tomás Ezquerra, en una suerte de escaparate iluminado con una luz inclemente. Suspendido en la altura de una planta 17, este escaparate permite contemplar el interior de la casa de enfrente por una cristalera que ocupa prácticamente todo el espacio. El mismo escenario alberga el punto de vista del HOMBRE y, al tiempo, lo que ve: a la MUJER y al JOVEN.
El HOMBRE, sin posibilidad de ser escuchado, interpela a la MUJER: le pregunta por qué vive en esa casa, dónde está su hija y por qué besa al JOVEN, afirmando, de manera reiterada, que ella es su MUJER, con la incredulidad con que se viven los sueños.
La MUJER y el HOMBRE no tienen la posibilidad de comunicarse, y la primera interacción surge cuando el JOVEN le propone que vivan los tres juntos. Según el JOVEN, a la MUJER «se la pueden follar por turnos«.
Si el HOMBRE vive en un mar de dudas, la MUJER y el JOVEN por el contrario parecen deshabitados, dentro de su pecera, vestidos de un blanco aséptico como la ropa de un hospital, del vestuario y de la ayudantía de dirección se encarga Fernando Mercè.
El HOMBRE, en su desconcierto, pronuncia como si fuera un mantra que no entiende «la expresión de un abrir y cerrar de ojos».
Las transiciones y el movimiento están facilitados por una especie de paneles de madera, como contraventanas correderas, que ocultan una parte del escenario y muestran otra, en la que la MUJER y el JOVEN representan su vida.
El HOMBRE suma a sus palabras repetidas la complicidad de unas videoescenas que realizan el mismo juego que las contraventanas correderas, mostrando a la MUJER y al JOVEN en planos cortos con ligeros movimientos.
De manera simbólica, se insinúa el suicidio del HOMBRE, retenido siempre por la MUJER y el JOVEN en los escasos segundos en que interactúan los tres. La incomunicación y el paso del tiempo son los ejes del hermético poema.
Queda a la imaginación del espectador el porqué del comportamiento de los tres personajes. Como fondo, entre las dos nadas que implica estar suspendidos en la planta 17, se escucha la música original de Alberto Granados.
La MUJER finalmente se pronuncia, diciendo al HOMBRE: «Vete«. El HOMBRE ningunea a la MUJER, como lo ha hecho antes el JOVEN. El HOMBRE se adueña de su pensamiento aclarándole que ella lo dice, pero no lo siente. Mientras tanto, el JOVEN la cosifica con su propuesta de «follarla por turnos«.
La pieza es hermética y conceptual, sin concesiones al público, corriendo el riesgo de no suscitar el interés necesario para que este entre en el juego que propone Jon Fosse y, que pone en escena con toda fidelidad José María Esbec.
Felipe García Vélez, es el HOMBRE. Realiza un trabajo en el alambre, permaneciendo los setenta minutos que dura la representación en el escenario, con un diálogo conceptual en bucle, sin concesiones. La actriz Zaida Alonso es la MUJER, y Alberto Amarilla es el JOVEN, dos actores excelentes a los que se les pide la contención de unos autómatas, porque su entidad está únicamente en el pensamiento del HOMBRE.
Viento fuerte tiene el sello propio que imprime Fosse a una obra que suma novelas, cuentos, poesía, libros infantiles, ensayos y obras de teatro, consolidando al dramaturgo como el ganador del premio Nobel de Literatura en 2023, dirigida con fidelidad por José María Esbec
“Viento fuerte” está programada del 19 de diciembre al 2 de febrero de 2025 en la Sala Pequeña – Margarita Xirgu del Teatro Español –Madrid–, más información AQUÍ.
Autor Jon Fosse Traducción Cristina Gómez Baggethun
Versión y dirección José María Esbec
Reparto: Felipe García Vélez, Zaida Alonso y Alberto Amarilla
Vestuario y ayudantía de dirección: Fernando Mercè / Música original: Alberto Granados / Escenografía: Petros Lappas / Iluminación Tomás Ezquerra / Video escena Jessica Burgos /Fotografía Javier Naval
Una producción del Teatro Español