En 1950, Joseph L. Mankiewicz estrenaba Eva al desnudo, una de sus obras más reconocidas. La película seguía los pasos de una joven con aspiraciones de actriz que se introduce en el mundillo teatral a la sombra de una intérprete veterana que comienza a vislumbrar su declive físico y artístico. Algo del espíritu de aquel magnífico filme se vislumbra en Viaje a Sils María, el largometraje de Olivier Assayas protagonizado por Juliette Binoche y Kristen Stewart.
El realizador francés, autor de las prestigiosas Finales de agosto, principios de septiembre y Carlos, sigue los pasos de una famosa artista del mundo del teatro y del cine que entra en crisis cuando el autor de la obra que le llevó a la fama fallece inesperadamente y un joven director le ofrece intervenir en un nuevo montaje de la pieza que la consagró, aunque interpretando a la mujer madura en vez de a la joven que encarnó en su momento, que interpretará en esta ocasión una estrella emergente. Curiosamente, la trama de la función aborda el amor entre una mujer madura y una chica que parece jugar con ella.
Assayas plantea un juego de espejos donde en algunos casos la realidad y la ficción están a punto de confundirse. La relación de dependencia entre la estrella, encarnada por una emocional Juliette Binoche, y su asistente, a la que da vida una notable Kristen Stewart, guarda demasiados parecidos con la obra que la actriz va a representar, aunque entre ambas no exista ningún vínculo sexual y la intención de la ayudante no sea precisamente utilizar a su jefa. El realizador subraya más si cabe esta conexión entre la ficción y la vida en aquellos momentos donde ambas ensayan la obra en el lugar donde el autor del texto se inspiró para escribirla.
Por otra parte, la confrontación de estas dos féminas sirve también para mostrar cómo ha cambiado el mundo del espectáculo de las últimas décadas. Mientras que el personaje de Stewart simboliza a esa generación que cree ver en cualquier producto de género un mensaje trascendente, la actriz que encarna Binoche muestra la actitud de ciertos algunos artistas maduros, que desdeñan este tipo de productos.
Curiosamente, la película pierde fuelle cuando la asistente desaparece de pantalla para dar prioridad al particular enfrentamiento entre la actriz veterana y la emergente, curiosamente el principal punto en común con Eva al desnudo, y el realizador pretende criticar el culto a la celebridad de los medios sensacionalistas.
No obstante, pese a no ser la obra maestra que algunos han querido ver, Viaje a Sils Maria resulta un trabajo interesante al que quizá le pierde su propia ambición de querer abordar demasiados asuntos sin profundizar en muchos de ellos.