En la imagen el actor Juan Ignacio Gé, Mercucio en “Verona”, una obra de Nicolás Pérez Costa. Su muerte materializa la «imposibilidad» del amor entre Julieta y Romeo, en el drama de Shakespeare y en la obra de Pérez Costa.
Por Luis Muñoz Díez
Nicolás Pérez Costa, es un autor, director, coreógrafo y actor argentino, del que pude disfrutar de su trabajo en el monólogo “Juana la Loca”, de Pepe Cibrián Campoy, dentro del V Ciclo de Teatro Argentino, que convocan en la sala madrileña El Umbral de Primavera, Vivi López Dyonel e Israel Giraldo.
Ahora en la misma Sala, estrena un curioso experimento que titula “Verona”, inspirado en la tragedia de Williams Shakespeare. En el que nos invita a una discoteca hoy, en enero de 2020, para contarnos una historia de siempre: La de Romeo y Julieta, que todos conocemos.
Recrear la historia de los famosos amantes de Verona, en la discoteca que abre en El Umbral de Primavera, llamada precisamente “Verona”, a ella acudirán Montescos, Capuletos y otros que con otros nombres también son Julietas y Romeos…
Nicolás toca tierra y tomando como pretexto al clásico, nos ilumina a tantos Romeos y Julietas, Romeos y Romeos y Julitas y Julietas, que se nos escapan porque jamás fueron noticia.
El director y adaptador afirma que su obra, inspirada en la de Shakespeare, no es más que: “Una tragedia electrónica en 360 grados”, y no nos engaña. En el local “Verona” suena una potente música electrónica, público y actores se unen y confunden en una «performance», que nos permite ver a los intérpretes a un palmo, y si no nos complace el ángulo elegido, podemos variarlo hasta que hallemos uno que nos guste. Así veremos temblar, amar, sudar y sufrir a los protagonistas.
El elenco es muy joven, pero competente para decir el verso, bailar o luchar, abriéndose paso entre el púbico que llena la sala.
Marc Bonnin es el enamorado o confundido Romeo, María Lobillo es la imprudente y bella Julieta, ampara sus actos en la imprudencia que proporciona el amor, e igual que Romeo, no dan pie con bola.
A destacar una actriz con gusto voz y porte, como es Raquel Arigita, para dar tono y solemnidad entrañable al Ama de Julieta. El único personaje sensato del drama, con Benvolio, primo de Romeo.
El resto incluido Fray Lorenzo consejero de Romeo, con unas ideas dignas de empedrar el infierno, al fraile le compone con acierto el actor David de Jorge.
Los excesos y bravuconadas de los nobles machos Capuletos y Montescos, no ayudan a la pareja, pero la muerte de Mercucio materializa como «imposible» el amor de Julieta y Romeo. A Mercucio le recrea vivo y muerto, con tino y mucha frescura Juan Ignacio Gé.
La discoteca Verona, también es frecuentada por la señora Capuleto. Una mujer inclemente como debe ser una madre de su tiempo, que mercadea con la dulce Julieta para sacar un buen partido de su boda con el conde París. A la noble dama le da vida José Barbado.
El local Verona reúne a un público eclíptico y heterogéneo, por allí se deja caer la mismísima princesa de Verona, a la que presta altivez y glamour la actriz Belén Camps, por el local también campa Tebaldo, otro impudente primo de Julieta, rival de Romeo, y el boticario, ambos se funden en Santiago Velázquez, que comparten pista de baile con Benvolio, primo de Romeo, que intenta poner coherencia y paz entre las familias, a Benvolio le pone piel y gesto Pedro Martínez.
Mención aparte merece Néstor Goneaga, que acude al local el día que no puede asistir Romeo-Marc Bonnin.
El trabajo de los actores es vital y entregado. Arriesgado en su pirueta sin asa, ni red, al ser los 360 grados, todo cuarta pared.
El resultado, es cómo cuando acudes a un local como Verona, a darlo todo, la poderosa música electrónica alerta y condiciona los sentidos, el aspergeo de la luz iluminando a retazos embriaga, como el alcohol o los conductores a paraísos artificiales consumidos. El tiempo espacio adquiere otra dimensión, a veces te pierdes parte de lo que escuchas, otras imaginas lo que dicen, y a ratos te abandonas y disfrutas sin usura.
Es un tiempo suspendido entre dos nadas, que tiene el tiempo contado, como la duración de una función.
El esperado final del drama cuenta con un buen paralelo, es igual de inexorable asistir a la muerte de los amantes, como lo es la luz inclemente que encienden en las discotecas para dejar claro que el artificio ha acabado, y sin consideración alguna, te imponen que te vayas.
Nos vemos realmente las caras, cansados, extenuados, y guardando con dificultad la vertical, por lo consumido o por los hechos consumados, con necesidad de regresar a «casa» para reencontrarnos, pasar por chapa y pintura, exterior e interior, ajados por el mal uso.
Titulo “Verona” Basado en Romeo y Julieta, de William Shakespeare Adaptación y dirección: Nicolás Pérez Costa Directora Adjunta: Alma Vidal Elenco: María Lobillo, Marc Bonnín, Raquel Arigita, Juan Ignacio Gé, Santiago Velázquez, José Barbado, David de Jorge, Pedro Martínez, Belén Camps.
Se estreno y continúa en cartel, en El Umbral de Primavera -Madrid- más información de fechas horarios y compra de entradas aquí
Verona de Nicolás Pérez Costa, está en cartel en El Umbral de Primavera -Madrid- más información de fechas horarios y compra de entradas aquí