Vargas Buendía recrea La Clausura del amor, del autor galo Pascal Rambert

Vargas Buendía recrea La Clausura del amor, del autor galo Pascal Rambert

En la imagen los actores Emmanuel Medina y Laura Rozalén de “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía. Foto: Luz Soria

 

Por Luis Muñoz Díez 

 

La Clausura del Amor, titula el autor galo Pascal Rambert su obra, en el título hay algo de sarcástica ironía, como si el amor se pudiera clausurar como un congreso, que tiene programado su principio y su fin. Las razones por las que dos personas se unen, y permanecen juntas es un enigma, como lo es, la necesidad de no volverse a ver jamás, que surge de pronto.

Si se ha dado esa condición que llamamos “amor” Los amantes cuando se separan serán diferentes. El uno y el otro habrán conocido cimas y simas, para mal o para bien dejará un poso de su unión, entrelazándose sin lindero entre el ser pensante que creemos ser, y la pulsión animal de lamer y mamar. La alquimia de una unión no se puede cerrar como se hace con un libro ya, leído.

En las rupturas, nos embarga una necesidad de ser odiados por el otro, y cuanto antes mejor, que nos conduce a verbalizar la relación desde el prisma más destructivo, con derecho a ningunear hasta la humillación, a quien hasta ese momento era nuestra mayor inspiradora de ternura.

Quizá en esa catarsis se encierre la necesidad de retomar nuestra individualidad, y romper cualquier tipo de dualidad.

En la imagen el actor Julio Vargas “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía.

En la imagen el actor Julio Vargas “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía. Foto: Luz Soria

Pascal Rambert en su texto propone un soliloquio del hombre, y un monólogo sin tregua que quizá, al no tener respuesta, en principio, de la mujer, que acote su lacerante discurso, se ve cada vez más legalizado para incidir en la dañina vejación, que linda con el peor de los maltratos.

Vargas Buendía ha querido pasar de lo individual a lo colectivo, y el discurso del hombre, lo fracciona en tres, dichos por tres actores diferentes como son Raúl de la Torre, Emmanuel Medina y Julio Vargas, de diferente aspecto y diría que también, de diferente edad. Aunque los tres estén en el arco de edad, en que ya se ha vivido y queda aún mucho por vivir. El discurso de los tres hombres será vertido, más que dicho, sobre tres mujeres también diferentes, interpretadas por las actrices Isabel ArranzLaura Rozalén, Angela Villar, tan diferentes entre ellas, como los tres hombres.

La Clausura del Amor es una pieza de investigación. Basada en un juego teatral que se abre a todas las posibilidades, partiendo el discurso del «hombre» escrito y cerrado, pero la respuesta de la «mujer» está a la merced de como reciba las palabras en cada representación, y en la manera en que armen su discurso de réplica.

El hombre exige en un momento a la mujer, que no represente un dolor, por el mero hecho cultural que decide como debemos de comportarnos ante determinado estímulo. Le niega su dolor y reivindica que, sus hijos son igual de suyos ahora, que antes de iniciar su discurso de ruptura. Demandando su derecho de igualdad, dentro de un discurso en que no se concede derecho alguno a la mujer.

En la imagen la actriz Ángela Villar en “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía.

En la imagen la actriz Ángela Villar en “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía. Foto: Luz Soria

Sé que el autor pide a los actores que representan la obra, que nombre a su personaje con su propio nombre. En este caso al decirse el dialogo y la replica por relevos, como a decidido Vargas Buendía, se multiplica por tres, con lo que tendríamos a un Julio más cerebral, a un Raúl -mas compacto- y a un Emmanuel -más joven pero no más clemente-. Los tres a una, son inmisericordes dinamitando la pareja, y a un Ángela -desconcertada-, a una Isabel -sensual-, y a una Rozalén -entregada-, improvisando sus respuestas, ante la sorpresa de lo inesperado.

La obra está montada en un escenario central,  rodeado por el público por los cuatro costados, con lo que los actores se enfrentan a cuatro cuartas paredes, sin camino de fuga, y al público no se le esconde acción alguna.

Al entrar en la Sala, los tres hombres y las tres mujeres estarán en escena, mientras suena Marisol cantando el Corazón Contento -otra nota de ironía-. Los actores anudan una pierna con la de su pareja, que será el punto de partida de la ruptura que, según se materialice la cuerda seguirá uniéndolos aunque, ya no los ate.

Las rupturas son siempre violentas por lo que tienen de fracaso personal, y porque se hace realidad, que no hay mejor defensa que un buen ataque, y nadie mejor para dar golpes bajos, que con quien has compartido y saboreado flujos sexuales.

En la imagen la actor Raúl de la Torre en “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía.

En la imagen la actor Raúl de la Torre en “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía. Foto: Luz Soria

La Clausura del Amor no quiere ser grata, y no lo es, porque la descalificación como arma no cuenta con redención posible. El montaje de Vargas Buendía con traducción de Coto Adánez, acierta y logra crear una atmosfera que permite que los actores puedan representar su abrupta crónica de desamor, en la que nadie gana.

Una propuesta interesante de Pascal Rambert, para la que es imprescindible dada su condición de juego teatral, ponerla en escena de una forma propicia, como hace y con acierto Vargas Buendía, contar con tres actores que saquen lo peor de si mismos, para encarnar a ese «hombre» que sin miramientos le dice a su pareja, que hasta aquí hemos llegado, y que ni una lágrima, ni una queja, y Raúl de la Torre, Emmanuel Medina y Julio Vargas están a la altura en su relevo sin tregua, y también es preciso contar con tres actrices con sensibilidad, y recursos para dar la réplica, y Angela Villar, Isabel Arranz y Laura Rozalén, cuentan con ambas condiciones.

En la imagen la actriz Isabel Arranz, en “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía.

En la imagen la actriz Isabel Arranz, en “La Clausura del Amor”, de Pascal Rambert, puesta en escena por Vargas Buendía. Foto: Luz Soria

La Clausura del Amor ha estado programada durante todos los jueves de marzo de 2022 en El Umbral de la Primavera -Madrid-

Autoría: Pascal Rambert. Traducción: Coto Adánez Dirección: Vargas Buendía Elenco: Isabel Arranz, Raúl de la Torre, Emmanuel Medina, Laura Rozalén, Julio Vargas y Angela Villar.

Ayudante de dirección: Marta Goyoaga Asesoría de dirección: Paula Amor Asesoría de movimiento: Andrés Acevedo Música: Nacho Machi e Isabel Arranz Audiovisual: Arara Films Fotografía: Luz Soria

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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