Vacaciones en el Cáucaso, de María Iordanidu

Vacaciones en el Cáucaso, de María Iordanidu

En el verano de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. La idea de los Estados implicados era acabar pronto con el conflicto, un breve y salvaje paseo militar para acreditar el valor de los soldados y volver al hogar, pero las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen con ellas. El papel y los objetivos de Rusia en principio era clave, pero su historia en la guerra resultó frustrante, un absoluto fracaso que después les llevaría hacia otro fracaso: su Guerra Civil con un baño de sangre particular. El viaje de Ana también lo fue, sin embargo, las frustraciones, a veces, dan lugar a grandes historias. Este libro es la historia de una mujer reconvertida a profesora de inglés en Stávtropol, Ana, la nieta de Loxandra.

¿Cuánto tiempo iría a durar la guerra? Ésa era la pregunta que todos se hacían en aquel momento. Al principio dijeron que solo duraría unos meses, pero, entonces, ¿qué ocurría? ¿Por qué no terminaba? Los aliados se habían apalancado dentro de sus fortalezas, bien alimentados, bien vestidos, a ellos qué más les daba. El diciembre pasado Rusia les había pedido ayuda y se la negaron. ¿Qué iba a pasar? Los ferrocarriles estaban hechos unos cachivaches, el abastecimiento en el frente era pésimo. Las tropas habían comenzado a batirse en retirada a todo lo largo de la línea del frente. Y, para la primavera de 1915, el número de víctimas, entre muertos, heridos y prisioneros, ya alcanzaba los cinco millones y medio.

Vacaciones en el Caúcaso es una novela basada en la presumible vida de la escritora María Iordanidu a la que el estallido de la Primera Guerra Mundial le sorprendió cuando pasaba sus vacaciones en el mar Negro y aquella circunstancia, la obligó a permanecer en Rusia durante años. Quizás sea este el punto de partida. Aunque se sobreentiende que no existe una fidelidad absoluta a lo verdadero y autobiográfico, la coincidencia estriba en que Ana y María no lograron regresar a Constantinopla hasta que pasaron cinco años llenos de lágrimas, dolor, campesinos rusos, telegas, samovares, confidencias, malévolas tías y amor. La historia de la Historia, costumbrismo y grandes acontecimientos que nos abocan a una suerte de realismo literario, con ironía, humor, tragedia y alegría.

La novela se estructura en breves capítulos emitidos cada uno con una misiva relativa a la vida sincrónica de la historia de Ana, es decir, postas literarias para resumirnos el combate, las hostilidades, el humor, el trasiego, el amor, la amistad, la miseria, la belleza del paisaje o la deslealtad. A veces es un mirlo en la rama de un árbol contemplando a los enamorados, o Madame Fourreau, seductora, hablando en francés. A veces, es el trasiego doméstico de los palacetes rusos, una casa ardiendo, o la belleza poética de la muerte.

Blanca e impoluta la estepa. En el cielo, una nubecilla oscura y cenicienta, el humo de una vela de azufre. Aliento de otro mundo. Del mundo del gigante que está enterrado con su mujer y su amado caballo bajo aquel kurgán. ¿Es eslavo el gigante o es escita? ¿Es varego? Y encima de él, otros, y otros, y otros. Los de antaño enterrados y los de ahora insepultos. Suerte que cayó la nieve y los cubrió, y los petrificó a unos boca arriba y a otros boca abajo al lado de sus caballos. El mundo se llenó de muertos y, con la caída de la noche, sus sombras se multiplican. En la estepa galopa ahora el osado héroe, galopa el osado Ilyá Múromets.

La disposición es tan resolutiva, instructiva, visual y agradable que el libro se lee de manera veloz y absolutamente entretenida. En líneas generales no existe la vuelta atrás, cada capítulo viene a contar lo sucesivo al precedente para completar toda la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil entre el Ejército Blanco y el Ejército Rojo, la supervivencia, la muerte, el aroma del samovar. Vacaciones en el Cáucaso es una obra de la resistencia, el destino, el humor, el amor y la zozobra de vivir en Rusia entre 1914 y 1919, con un notable in crescendo de la necesidad y el hambre, y un pasaje deslumbrante, una suerte de existencialismo que la escritora lleva consigo como una condena de lucidez por todo lo que vivió. La lectura le pertenece al libro, no a usted. Se lee solo, con toda la indolencia y pereza que le pueda a usted apetecer.

<<Al mar, al mar. Que pueda yo llegar al mar y luego ya se verá.

 

Autor

Javier Divisa. Mercader a tiempo parcial y escritor a intervalos fragmentarios. Autor de la novela Tres Hombres para Tres Ciudades, su segunda obra vio luz bajo el título Valientes Idiotas. Desarrolla su cáustica y rigor literario en reseñas literarias para Eñe y Revista Cultural Tarántula. Ejerce como articulista y cronista en CTXT y compagina la literatura con el business de la moda. Ha ganado algunos premios narrativos, todos sin la pertinente dotación económica, aunque eso es algo que podría lograr un mono con lobectomía cerebral. También ha sido incluido en diversas antologías de jóvenes autores de libros que están enterrados hace años en el cementerio de Père-Lachaise y no leyó nadie. Actualmente muere en Madrid, escribe varias veces todos los días a lapsos de quince minutos y nunca aparenta estar feliz en Facebook. Su tercera novela se llama Magdalena.

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