Reservorio de las esencias de la femineidad, ésa es Una nueva amiga, del director François Ozon. Decide ser y podrás ser o bien asúmete y también algo de ti morirá en el intento.
Con Una nueva amiga nos adherimos al templo femenino en su versión más tradicional de enriquecer al mundo con el principio femenino, pleno de matices y reglas no escritas de desarrollo y descubrimiento.
La sensibilidad de François Ozon nos ayuda a desvelar este misterio que nos propone: ¿cómo descubrirse una mujer en el cuerpo de un hombre? Con maestría y saber hacer recorreremos parte del camino, en una prueba al tiempo de la amistad más allá de la muerte.
Claire, Anaïs Demoustier ha amado tiernamente desde su infancia a Laura, Isilde le Besco, que muere prematuramente dejando a su marido David, Romain Duris, al cuidado de la hija de ambos, Lucie, un bebé.
David se convierte en Virginia para Claire, poco a poco, haciendo caer los resortes mentales de ésta, en principio refractaria ante la idea. Y la forma que tiene David de develar a Claire es mediante una historia de amor. Entre Virginia y Claire.
Salud y enfermedad se dan de la mano para traernos una visión de las cosas peculiarmente otra, mediante el simple procedimiento de dar la vuelta a una media, por ejemplo.
Esa tierna historia de amor se desarrolla lentamente, muy lentamente, para eclosionar aparentemente sin brillo, pero con todo el fulgor de la luminosidad oculta. Es un brillo opaco como corresponde a un objeto velado.
La presencia de Raphaël Personnaz, Gilles, el marido de Claire, sirve para remarcar y contrastar todo esto que no me atrevería a calificar de embrollo dado el charme francés que lo envuelve todo, en armonía.
En un segundo o tercer plano quedan los padres de Laura, los suegros Aurore Clément y Jean-Claude Bolle-Reddat que, al contrario de lo que se podría esperar, no impiden e incluso, en cierta manera, alientan (desde detrás de la cortina).
La película es un prodigio de delicadeza y sutileza interpretativas, que se plasma en el hacer de la pareja protagonista, Claire y David/Virginia. Caracteres dulcemente insuflados por los demás personajes en un ritual de acercamientos progresivos.
Echando un vistazo a la rica filmografía del director, François Ozon, apuntaría aquí solamente el musical Ocho mujeres (2002), para verter en un bello recipiente algunos colores de su paleta.
Algunos quieren aproximar a Ozon, en esta película, a Pedro Almodóvar, pero yo creo que ambos universos narrativos y sentimentales discurren por cauces bien distintos.
Una nueva amiga (Une nouvelle amie) (2014), de François Ozon, se estrenó en España el 15 de mayo de 2015.