A principio de los 90, coincidiendo con la celebración de las olimpiadas de Barcelona, la capitalidad cultural de Madrid y la expo de Sevilla; un virus afectó a los dos principales festivales de cine fantástico que por aquel entonces se celebraban en España. El Festival de Cine Imaginario de Madrid y el Festival Internacional de Cinema Fantástic de Sitges daban sorprendentemente la espalda al género al que debían su razón de ser para convertirse en la fotocopia del entonces floreciente Festival de Valladolid. El Imagfic (cuyo espíritu acaba de renacer en la primera edición de Nocturna –que, por cierto, debería unir fuerzas con la Muestra Sy-fy-) pasó de un año para otro a convertirse en un certamen de cine europeo y la ahora intocable cita catalana intentó hacerse el “hara-kiri” arrinconando zombis, vampiros y “serial killers” para inaugurar su programación con un telefilm sobre el descubrimiento del sida (And the band plays on -1993- de Roger Spottiswoode) llegando incluso a albergar la premier española de Algo para recordar (1993) de Nora Ephron (sic) El Imagfic sucumbió al año siguiente a pesar de programar en su canto del cisne el estreno español de Braindead (1993) de Peter Jackson y el Festival de Sitges volvió a su ser en 1994.
Bajo estos avatares subyacía el deseo de contar con nombres propios autorales que no incursionaban en el fantástico. Uno de los autores que presentaron película en aquella edición de Sitges de la que este año se conmemora su vigésimo aniversario fue Peter Greenaway que estrenó El niño de Macon (1992). Y es precisamente Greenaway uno de los autores que estarán presentes en la próxima celebración del magno evento que se celebrará en esta localidad catalana del 11 al 20 de octubre próximos.
Y no estará solo porque, ahora sí, son muchos los directores de festivalero prestigio que se han lanzado a las mareas del cine fantástico.
Greenaway verá proyectada Goltzius & The Pelican Company su penúltima producción (la última es el fragmento Just in time de la película 3X3D en la que comparte gafas estereoscópicas con Godard y Edgar Pêra) protagonizada por F. Murray Abraham. Junto a él, Jim Jarmush mostrará Only lovers left alive su acercamiento al cine de vampiros; Nicolas Winding Refn hará lo propio con Only God forgives que Àngel Sala describió como un cruce entre la serie B tailandesa, el cine de David Lynch y el de Alejandro Jodorowski quien por su parte presentará una alucinada autobiografía imaginaria titulada La danza de la realidad; Kiyoshi Kurosawa volverá al género que le ha dado fama con Real; Neil Jordan justificará con algo de retraso su Gran Premio Honorífico del año pasado estrenando una cinta de vampiros en la línea de El ansia (1983) de Tony Scott, Byzantium; y Ho Sang-soo explora la relación entre un profesor y su alumna en Nobody’s Daughter Haewon que Sala aseguró ante la incredulidad general que se inscribía de lleno en el fantástico.
Merecen mención aparte dos autores que estarán presentes en cuerpo y alma en la localidad de la costa del Garraf y que sin duda disiparán las dudas de los aficionados que aún se piensen si pasarse o no por el Auditori al final del verano: Johnnie To y Takashi Miike, cada uno con dos estrenos. El primero presentará la recién vista en Cannes Blind Detective y la bastante más prometedora Drug War. El cineasta japonés más prolífico del cine contemporáneo asistirá a los estrenos de Lesson of the Evil (donde Sala afirmó que volvía a sus territorios de mal rollo que tanto añoramos los que somos incapaces de distinguir a un samurái de otro) y Shield of Straw, vapuleada en Cannes. Miike recuperará además la buena costumbre de acompañar los títulos de estreno con una retrospectiva que si bien no será de toda su obra (no se proyectaría otra cosa durante los 10 días que dura el certamen) sí contará con sus trabajos menos conocidos y más difíciles de encontrar en España.
Y para que no haya sobredosis de pretensiones, todo lo anterior se combinará con películas que llenarán de aplausos y risas las plateas de los cines Prado y Retiro así como el Auditori del Meliá Gran Sitges. Battle of the Damned de Christopher Hatton, un film de robots contra zombis con Dolph Lundgren será el título estrella de la Zombi Walk (que deseamos más seca que la del año pasado) Le seguirán: Big Ass Spider, de Mike Mendez protagonizada por una araña gigante; Frankenstein’s Army, de Richard Raaphorst con nazis que forman un ejército pegando fragmentos de cadáveres; Contracted, de Eric England que narra la historia de una chica que contrae algo peor que una enfermedad venérea tras acostarse con un desconocido; Milo, de Jacob Vaughn sobre un tipo que descubre que sus dolores intestinales son debidos a un demonio que habita en su interior; la nueva entrega de la saga slasher “ultra low cost” Hatchet; A Glimpse Inside the Mind of Charles Swann III, una comedia surrealista y extraña de la mano de Roman Coppola; The Congress, una espectacular adaptación de Stanislaw Lem dirigida por Ari Folman –responsable de Vals con Bashir, 2008–, que mezcla animación con una historia de ciencia ficción protagonizada por Robin Wright y Harvey Keitel; Magic, Magic, cambio de registro del chileno Sebastián Silva tras La nana (2009); Shane Carrtuh, con su nueva propuesta tras Primer (2004), Upstream color; y Marina de Van, que estrenará Dark Touch, cruce entre Carrie (1976) de Brian de Palma y ¿Quién puede matar un niño? (1976) de Narciso Ibáñez Serrador.
Los documentales cinéfilo-bizarros tendrán también su hueco con la proyección de Milius, de Joey Figueroa y Zak Nutson, donde se hace glosa la figura del director de Conan El bárbaro (1982) que responde a las preguntas de los realizadores con un rifle en la mano, y The End of Time, de Peter Mettler que explora la relación del hombre con el tiempo (ideal para después de comer)
El cine catalán será el encargado de inaugurar de nuevo el festival aunque, novedad, este año con un título sin Belén Rueda en el reparto. Grand Piano de Eugenio Mira, el largometraje cuyo rodaje posibilitó el año pasado la asistencia de Elijah Wood al certamen, será la encargada de abrir las proyecciones y las carreras para llegar a tiempo de los cines del pueblo al Auditori y viceversa.
Quedan aún muchas noticias y muchas asistencias que confirmar de aquí al 11 de Octubre. Àngel Sala aseguró tener cerradas algunas películas cuyos títulos no podía adelantar por estar comprometido su estreno en otros festivales como Toronto.
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