Un recuerdo después del Holocausto, de Samuel Rotter y Carolina Perelman

Un recuerdo después del Holocausto, de Samuel Rotter y Carolina Perelman

En la imagen los actores Fran Veléz, Fernando Bodega León Ruiz de Castro y Sara Batuecas en una escena de «Un recuerdo después del Holocausto», de Samuel Rotter y Carolina Perelman

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Un recuerdo después del Holocausto, de Samuel Rotter y Carolina Perelmanes es una obra basada en un hecho real, y en una realidad que ocupa el imaginario colectivo de todas las generaciones que hemos nacido después del final de la segunda guerra mundial.

Ana y Zygmunt la pareja protagonista existieron. Se conocieron en el París de los años 50, y su juventud, a pesar del horror vivido, les permitió mirar al futuro, cruzar el océano y llevar una vida feliz. Ana confiesa, que cuando acabó la guerra no se alegró, porque el final de la contienda no le podía devolver nada de lo que había perdido.

Zygmunten y Ana son dos personajes reales, en la imagen el actor León Ruiz de Castro y la actriz Sara Batuecas que los interpretan con eficacia en "Un recuerdo después del Holocausto", de Samuel Rotter y Carolina Perelman

Zygmunt y Ana son dos personajes reales, en la imagen el actor León Ruiz de Castro y la actriz Sara Batuecas que los interpretan con eficacia en «Un recuerdo después del Holocausto», de Samuel Rotter y Carolina Perelman

Hasta aquí la información que ofrece el programa de mano, y ahora quiero centrarme en la función firmada por Samuel Rotter y Carolina Perelman, y dirigida por Perelman en solitario.

Al entrar en la sala cuatro personajes ya nos esperan sentados en un café, creando un cuadro que suscita curiosidad. Después conoceremos sus nombres Ana, Claudet, Zygmunt y un enigmático camarero. Una mujer joven esta sentada a una mesa instalado en el centro del escenario, parece esperar a alguien. A su derecha en otra está sentado un joven que la mira con discreción, y a su izquierda otro hombre que, parece estar pendiente de todo lo que ocurre.  El espacio escénico esta bien resuelto por Pierina Seinfeld y Samuel Rotter, y la atmosfera muy bien recreada por el acertado diseño de iluminación de Álvaro Guisado Garavito.

Sara Batuecas y León Ruiz de Castro Ana y en una escena de "Un recuerdo después del Holocausto", de Samuel Rotter y Carolina Perelman

En la imagen Sara Batuecas y León Ruiz de Castro -Ana y Zygmunt- en una escena de «Un recuerdo después del Holocausto», de Samuel Rotter y Carolina Perelman

El joven y la chica pronto inician una conversación, y casi sin sentir el joven se instala en la mesa de la chica, por las presentaciones ya los conoceremos por sus nombres como Ana y Zygmunt. La joven consume un vino tras otro, en una ambivalencia en que solicita ser invitada por el joven, para después rechazar la invitación en un gesto de autosuficiencia. La pareja se reconoce como exilados polacos, por su condición de judíos ambos arrastran el enigma del pasado, pero extrañamente intiman con mucha rapidez sin que lo propicie un “cresento” dramático por la especial estructura de la pieza, que repite cual mantra, y no se extiende en datos, aparte del lenguaje simbólico. Mientras la pareja intima, el enigmático camarero sirve los vinos, y el fotógrafo no pierde un detalle de nada de lo que ocurre, ambos sin pronunciar palabra consiguen captar nuestra atención.

Ana y Zygmunt bailan, y el hombre, le propone sin demora que se una a él, y le acompañe en su proyecto empresarial del otro lado del océano. Mientras bailan, el hombre que no se perdía detalle, se presenta como Claudet Pepinol. Un fotógrafo que les ofrece retratarlos para inmortalizar el momento, mientras lo hace entra en escena Golda una mujer atractiva amiga de Ana y del fotógrafo, que coquetea con descaro con Zygmunt.

Fran Martínez Veléz -de pie- Fernando Bodegas -El fotógrafo- León Ruiz de Castro -, Ángela López Aguilar -la coqueta Golda y Sara Batuecas -Ana-, en una escena de "Un recuerdo después del Holocausto", de Samuel Rotter y Carolina Perelman

Fran Veléz -de pie- Fernando Bodegas -El fotógrafo- León Ruiz de Castro -Zygmunt-, Ángela Aguilar -la coqueta Golda y Sara Batuecas -Ana-, en una escena de «Un recuerdo después del Holocausto», de Samuel Rotter y Carolina Perelman

La escena con diferente ritmo y leguaje, se repetirá. El enigmático camarero será quién marcará los tiempos, y archivará el pasado. En cada repetición Ana y Zygmunt afianzan su tono vital a lo alto. A la pareja le da vida la actriz Sara Batuecas y el actor León Ruiz de Castro, marcados en cada repetición en un registro, que ellos asumen de manera correcta y eficaz. En la última vuelta de tornillo Golda y Claudet, pasan a un segundo plano cubiertos por el tutor del tiempo, con unos paños, aunque podamos escuchar sus voces.

Los personajes de Golda y el fotógrafo son un soplo de aire fresco para la función. A Golda le pone atractivo y vitalidad la actriz Ángela Aguilar, y al fotógrafo el estupendo actor siempre efectivo Fernando Bodega, al dueño del tiempo lo interpreta de manera magnética y convincente el actor Fran Vélez.

Supongo que la intención de Samuel Rotter y Carolina Perelman, ha sido más la de sugerir que la de narrar, porque no lo hacen, quizá contando que el fondo de la historia, como señalaba en el primer párrafo, está instalado en el inconsciente colectivo de todos.

Fran Martínez Veléz, León Ruiz de Castro, Sara Batuecas, Ángela López Aguilar, y Fernando Bodega

Fran Veléz, León Ruiz de Castro -Zygmunt-, Sara Batuecas -Ana-, Ángela Aguilar -Golda- y Fernando Bodega -El fotógrafo-, en una escena de «Un recuerdo después del Holocausto», de Samuel Rotter y Carolina Perelman

Un recuerdo después del Holocausto, está en cartel en la Sala El Umbral de primavera en el barrio de Lavapiés de Madrid, más información AQUÍ.

Autoría: Samuel Rotter y Carolina Perelman Directora: Carolina Perelman Elenco: Sara Batuecas, Ángela Aguilar, Fernando Bodega, Fran Veléz y León Ruiz de Castro Escenografía: Pierina Seinfeld y Samuel Rotter Producción: Producciones NAU Vestuario: Carolina Perelman Diseño de Iluminación: Álvaro Guisado Garavito Técnico de luces: David Meneses Sonido: Samuel Rotter

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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