Docs Barcelona 2014 apuesta este año por una cierta homogeneidad temática que, sin duda, hará las delicias de los votantes de Podemos y cuyo buen rollo no presupone necesariamente una calidad o un interés intrínseco. No hay más que ver los documentales que suelen ganar los Goya (con Las maestras de la República -2013- de Pilar Pérez Solano como epítome) para entender que una cosa es una película sobre un tema importante y otra una película importante (o por lo menos, digna).
Pero bueno, no adelantemos acontecimientos y ojalá las películas seleccionadas y los coloquios posteriores con sus autores tengan un interés similar al menos a lo de ediciones anteriores.
Demonstration es el trabajo que ha realizado Víctor Kossakovky, uno de los fijos del festival, conjuntamente con 32 estudiantes del Máster de documental de creación de la Universitat Pompeu i Fabra donde convierte en ballet las revueltas callejeras masivas de marzo y noviembre del 2012. Una propuesta que se verá acompañada de Everyday rebellion (2013) de Arash T. Riahi sobre las diferentes formas de protesta no violenta que se extienden por el mundo (FEMEN, Ocuppy Wall St etc) y Return to homs (2013) de Talal Derki que cuenta cómo la represión militar en Siria convierte en rebeldes armados a un grupo de amigos opuestos al régimen de Bashar al-Assad. Del otro lado de la crisis que asola Occidente, el de los responsables del hundimiento de la clase media europea, habla Confesiones de un banquero (2013) de Marc Bauder donde un poderoso financiero austríaco desgrana y explica al resto de los mortales los tejemanejes de su oscura labor.
Los problemas del artista chino Ai Weiwei con la justicia de su país (y su conversión en icono de la libertad de expresión en una dictadura que ya a nadie le importa que lo sea) se revelan en dos largometrajes diferentes: Ai Weiwei: never sorry (2012) de Alison Klayman, ya bastante visto en todo el circuito festivalero pero que servirá de complemento al estreno de Ai Weiwei: The fake case (2013) de Andreas Johansen que se centra en cómo el cotizado diseñador busca maneras de provocar durante su arresto domiciliario tras pasar 81 días en prisión.
Aunque definitivamente esta edición de Docs Barcelona no va a disputarle ningún título a las Noves Visions de Sitges, hay tres trabajos lo suficientemente bizarros como para contrarrestar la sobredosis de justicia social que nos espera. Se trata de Bugarach (2014) de Ventura Durall, Sergi Cameron y Salvador Sunyer (que narra como un pequeño pueblo del sur de Francia se ve invadido por todo tipo de conspiranoicos convencidos de que esa será la única localidad que se libre del apocalipsis), El domador de Peixos (2013) de Roger Gómez y Dani Resines (que dedica sus 23 minutos a contar la historia de la carpa Juanita que durante años fue el principal reclamo turístico de Vilanova i la Geltrú al ser el único pez del mundo capaz de comer con cuchara y beber con porrón) y Glance up de Oriol Martínez y Enric Ribes sobre un jugador de baloncesto de un metro de estatura.
También tienen buena pinta Coach Zoran and his african tigers (2013) de Sam Benstead que retrata entre lo cómico y lo siniestro al entrenador de la Selección nacional de Sudán del Sur; Belleville Baby (2013) de Mia Engberg que cuenta el regreso de una mujer al París en el que se enamoró locamente años atrás; My Stuff (2013) de Petri Luunkkainen sobre un acumulador de objetos que acepta en reto de pasar un año con todas sus posesiones metidas en un almacén y Un loro en la horchatería (2014) de Inés Thomsen, recorrido por las peluquerías exóticas que pueblan el barcelonés barrio del Raval.
Más riesgo, a priori, hay en sentarse ante Linar (2013) de Nastia Tarasova sobre el viaje de un niño desde Rusia a Italia en busca del corazón cuyo trasplante está prohibido en el país de Putin; The especial need (2013) de Carlo Zoratti que documenta el periplo de un adolescente autista por Europa en busca de una mujer con la que perder su virginidad y Joanna (2013) de Aneta Kopatz sobre la vida diaria de una enferma de cáncer con un niño de cinco años.
El mundo del ballet y el baile estarán presentes en Avant (2014) de Juan Álvarez Neme y Five days to dance (2014) de Rafa Molés y Pepe Andreu. El primero documenta cómo la rutina de una compañía que ensaya en un teatro en construcción de Uruguay se ve truncada por la llegada de Julio Bocca mientras el segundo (que será el encargado de cerrar el festival) cuenta los cinco días de que dispone una pareja de bailarines para hacer danzar a un grupo de estudiantes de instituto.
La ciencia y sus detritus son las protagonistas, respectivamente, de Locos por las partículas (2013) de Mark Levinson sobre la vida de los creadores del Gran Colisionador de Hadrones encargados de descubrir la llamada “partícula de dios” mientras que los segundos son los que rastrea La tragedia electrónica (2014) de Cosina Dannoritzer que se encarga de investigar el tráfico ilegal de residuos electrónico desde Europa y EE.UU a China y África. Los dos directores estarán presentes en el festival y Levinson dará una charla magistral el jueves 28 en el teatro del CCCB. Una elección lógica y apetecible que contrarresta el absurdo de brindarle a Albert Serra la tribuna “7 planos 7” para que escupa sus habituales boutades cuando el año pasado ese mismo foro estuvo ocupado por el recientemente fallecido en acto de servicio Michael Glawogger en una charla tan profesional e inolvidable como sus películas.