Por Andrea Aguirre y Rubén Romero Sánchez
Tras(lúcidas) Poesía escrita por mujeres (1980-2016), Edición de Marta López Vilar
Bartleby Editores, 2016, 374 páginas
A veces leemos o escuchamos comentarios que ponen en duda la conveniencia de editar antologías de poesía escrita por mujeres. En general, los argumentos esgrimidos podrían reducirse al único gran argumento de que las antologías poéticas, y más las que se constriñen a un período cronológico concreto y a un lugar determinado, deberían incluir a los mejores poetas sin distinciones de sexo. Sin embargo, como comentábamos hace muy poco en esta misma revista, el número de mujeres poetas que forman parte del canon literario español es infinitamente inferior al de hombres, por no hablar de las referencias que se hacen en los libros de texto de la enseñanza obligatoria de nuestro país a mujeres poetas, narradoras o dramaturgas, que es prácticamente inexistente; esta realidad es posible explicarla desde diversos ámbitos y no se puede negar su evidencia, lo que implica la urgencia de hacer algo al respecto.
En los últimos tiempos son variados los proyectos de rescate de poetas que, bien han sido olvidadas, bien se las ha arrinconado a un lado de un canon predominantemente masculino. Hoy nos ocupa la vertiente de las antologías de poesía escrita por mujeres. La editorial Bartleby, dentro de la colección de poesía dirigida por Manuel Rico, ha apostado por acotar su elección de poetas a las más recientes, desde las que comenzaron a publicar en los 80 hasta las más actuales, e incluye tanto poemas ya editados como inéditos de cada una de las autoras. La «temible elección» de la que habla la antóloga Marta López Vilar en el prólogo, que ha sido «larga y complicada» según sus palabras, ha concluido en 29 voces que dan muestra de la diversidad de las poéticas actuales: Carmen Camacho, Esther Muntañola, Carmen Garrido, Ada Salas, Leire Bilbao, Ariadna G. García, Miriam Reyes, Nuria Ruiz de Viñaspre, Cristina Morano, Aurora Luque, Lola Nieto, Begonya Pozo, Yaiza Martínez, Martha Asunción Alonso, Guadalupe Grande, Sofía Castañón, Vanessa Pérez-Sauquillo, Erika Martínez, Rosana Acquaroni, Isabel Bono, Josefa Parra, Laia López Manrique, Susanna Rafart, Miren Agur Meabe, Olga Novo, Sandra Santana, Esther Giménez, Lucía de Fraga y Esperanza López Parada.
Marta López Vilar defiende que la antología «responde a una necesidad de que la poesía de este libro -buena poesía- ocupe el lugar que merece en su existencia, rescatar de su presencia traslúcida una poesía que debe ser leída alejada de patrones creados por una historia sociocultural masculina«. Las antologías de poesía escrita por mujeres, así como los diversos proyectos cuyo objetivo es dar visibilidad a poetas antes silenciadas o infravaloradas, vienen a llenar un vacío evidente del que debemos, todos los que pertenecemos al ámbito de la cultura en particular y la sociedad en general, tomar conciencia para actuar consecuentemente. Bienvenidas, así, propuestas de este tipo, que nos dan la oportunidad de corroborar que no existen una poesía femenina y una poesía masculina: existe solo poesía. «La poesía se escribe (…) más allá de cuestiones de género, de raza u origen«, explica López Vilar; «por ello, este libro es, únicamente, una antología de poesía escrita«. Por tanto, esta antología es una manera de otorgar su lugar merecido a la buena poesía; el se que trate, en este caso, de poesía escrita por mujeres solo ha de entenderse como una suma justa y necesaria en un panorama poético que todavía hoy carece de equidad.
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