LOS PREMIOS, CON VIENTO DEL ESTE
Por Alberto Pérez Cabana.
Los premios de la 34 edición del Festival de Cinema de Muntanya de Torelló recayeron sobre documentales que, en su mayoría, no versan sobre actividades deportivas, o al menos no son éstas el objeto de su producción. Península Mitre (Julián y Joaquín Azulay, Argentina 2016) fue entendida por el jurado como un alegato conservacionista de la zona más septentrional de América (y no como una película de surf) y por ello, fue galardonada con el Premio Mountain Wilderness al film “que mejor resalte la defensa de los espacios naturales”.
Y parece que no sólo fue el jurado quien tomó más en cuenta los personajes que los escenarios, el Premio Cerveza del Montseny al mejor film por votación popular fue para Solo BASE from climbing to jumping de Xavier Coll. Un documental impactante, espectacular y cuyos protagonistas no dejan impasible al público.
Como ya se dijo en crónicas anteriores del festival, Polonia ha tenido un gran protagonismo en esta edición, por lo que no resulta extraño que algunos de los premios más importantes terminaran en producciones de su entorno. Así, el Premio Boreal al mejor guión fue para Jurek de Pawel Wysoczanski. Según explicó él mismo, el objetivo que se planteó a la hora de narrar la historia fue alejarse del Kukuczka – héroe y centrarse en su vertiente más humana e, inevitablemente, imperfecta.
La primera escena de Freedom under load (Pavol Barabas, Eslovaquia 2016) es estremecedora, especialmente para quien alguna vez ha vivido en sus carnes una tempestad de nieve en la montaña. El director, nos acerca en un lento zoom a un hombre que intenta ascender con esquís una ladera nevada, en medio de una furiosa tempestad. Hay muy poca luz y la ventisca hace tambalearse al montañero. A medida que nos aproximamos, empieza a entreverse que el esquiador lleva a sus espaldas un enorme bulto, casi una estantería que sobrepasa ampliamente su altura. Sólo por estos primeros minutos, merece el Premio FEEC a la mejor fotografía. El resto de la película, no desmerece a la primera escena y, aunque el fondo de los Montes Tatras ayuda, la fotografía es uno de los puntos más fuertes de la cinta.
El Premio FEDME especial del Jurado tuvo en cuenta la labor desarrollada por dos amigos que deciden instalar un generador eólico en un poblado de Mustang (Nepal). Tashi’s turbine (Amitabh Joshi ,EEUU 2016) destaca, de nuevo, por acercarnos a remotos y montañosos lugares.
Según anunció el Director del Festival, Joan Salarich, en las siguientes ediciones se potenciará el cine relacionado con la Cultura de Montaña. Dentro de esta categoría, fue premiada Holy (un) holy river de Pete McBride y Jake Norton (EEUU, 2016). El descenso del Ganges desde su nacimiento en el Himalaya hasta su desembocadura en el Golfo de Bengala sirve como excusa para narrar la fascinante relación devoción – destrucción que tiene con sus ribereños.
La liste (Guido Perrini, Suiza. 2016) recibió el Premio Grandvalira al mejor film de deportes de montaña, una sucesión de espectaculares escenas de esquí extremo. Por segunda vez en la noche, el ochomilista Jerzy Kukuczka es protagonista con la entrega del Premio BBVA al mejor filme de montaña: Jurek de Pawel Wysoczanski. El momento estelar de la noche, la entrega del Edelweiss de Oro quedó (como en los ‘Oscars’) para el último momento. Pero, viendo las querencias del jurado, parecía claro que el premio se iría hacia el Este. Y así fue. El Gran Premio «Villa de Torelló» fue para Freedom under load de Pavol Barabas, que por segundo año consecutivo consigue el máximo galardón del festival.
Con el objetivo de potenciar la Cultura de Montaña y las actividades paralelas al festival cierra la edición de 2016. Se ha consolidado la asistencia del público (unos 6.000 espectadores) y sin duda la calidad y variedad de las producciones.