Las buenas intenciones no son suficientes para lograr que se sostenga una película de principio a fin. Así lo demuestra un filme como Tiempo sin aire, segundo largometraje de la pareja de realizadores formada por Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez. El dúo, que también firma el guion de la película, parte de una idea no demasiado original, aunque interesante: una mujer, en compañía de su hijo pequeño, viaja de Colombia a España para ajustar cuentas con el hombre que presuntamente violó y asesinó a su hija.
Con esta premisa, la película podría haber dado a lugar a una vibrante cinta de venganza en la línea de la coreana Sympathy for Lady Vengeance o un notable thriller con reminiscencias políticas, como la notable e infravalorada La muerte y la doncella, filme de Roman Polanski que seguía los pasos de una mujer que descubría a uno de sus torturadores y pretendía darle su merecido.
Sin embargo, en vez de apostar por una simple línea de argumento, los directores añaden innecesarias tramas secundarias, como la protagonizada por el solitario psicólogo del hijo de la protagonista, que trata de mantener una relación sentimental con la torturada madre, o la historia de amor entre el supuesto asesino y su pareja. Todo ello salpicado con numerosos flash-backs que muestran las penurias que pasaron la protagonista y su vástago en la convulsa Colombia. Al catálogo de decisiones poco afortunadas se suma que Martín Mateos y Luque Pérez tratan de crear cierto suspense a través de la inclusión de pequeños enigmas que resultan un tanto forzados si nos atenemos al pretendido tono realista del filme.
No obstante, si algo salva el largometraje es la portentosa interpretación de Juana Acosta, que encarna con convicción a esa madre coraje que persigue sin descanso a uno de los hombres que convirtió su vida en una verdadera pesadilla. La colombiana nunca sobreactúa y logra trasmitir su malestar interior casi exclusivamente con la mirada. También resulta digna de mención la labor de Carmelo Gómez, que interpreta sin histrionismo al hombre que intenta crear un hogar con la madre y el pequeño. El trabajo de ambos actores consigue que la película no naufrague completamente, aunque no resulte suficiente para ocultar las evidentes carencias del trabajo de los dos directores y guionistas.