The East, de Zal Batmanglij, es una película llena de buenas intenciones, con una exposición muy didáctica, como en los cuentos clásicos de quién en bueno y quién es malo. Su protagonista es Sarah Moss (Brit Marling) una ex agente de la FBI, que ahora está en plantilla de una agencia privada que trabaja para proteger la imagen de potentes multinacionales de cualquier desalmado que quiera meter las narices en sus turbios asuntos para que no repercuta en sus beneficios.
El tema de las farmacéuticas, que venden medicamentos al tercer mundo, que no pueden comercializar en el primero, por sus nefastos efectos secundarios o de las empresas que se instalan en países que aún conservan un pedazo de los paraísos, con la impresentable excusa de que los salarios son más bajos. Excusa que todo el mundo entiende y acepta porque estamos así de bien amaestrados, pero la realidad suele ser más condenable y siniestra, con consecuencias irreparables de sus vertidos en el aire y en el agua responsables de producir la muerte de una población desamparada, y con un listón tan limitado de posibilidades de subsistir tan bajo, que su único empeño es comer y hoy.
Esta realidad es evidente, pero viviendo en el primer mundo, tampoco creo que seamos conscientes del todo de una situación tan lamentable. Vivimos muy entretenidos y aún tomando conciencia desgraciadamente poco o nada podemos hacer. La agencia que dirige Sharon (Patricia Clarkson), se encarga de que estas cosas no trasciendan y lo hace con la mano de hierro y guante de seda que requieren estas cosas del alto poder apantallado por un glamour, que a ojos de muchos es codiciable y que no conoce otra ética que los números que arrojen sus acciones en bolsa. Patricia Clarkson, está esplendida en ese punto en que una mujer se empeña en no aceptar los años que tiene, se peina y se viste de una manera tan impecable que acentúa aún más las marcas del tiempo y es un simbolismo muy válido para la empresa que representa que por mucho que se maquille huele.
Sharon (Patricia Clarkson), encarga a Sarah Moss (Brit Marling), que se introduzca en The East, una organización anarquista empeñada en ajustar cuentas con grandes corporaciones que se dedican a enriquecerse por medio de la miseria que describía en el párrafo anterior. Sarah Moss (Brit Marling), se introduce en la organización con mucha facilidad, lo que tampoco ha de chocar dado que es una mujer con mucha experiencia, pero hay que reconocer que también con mucha suerte, hasta ahí todo bien, pero dado que Zal Batmanglij, coguionista y director, delimita de una manera tan precisa, quienes son los buenos y quienes los malos, la pregunta es ¿por qué tarda tanto en reaccionar ella? y cuando lo hace ya los ha colocado a todos a los pies de los caballos.
- La película es amena de ver, y su metraje no pesa como ocurre últimamente con tantas películas, en que te preguntas por qué se tiene tanto miedo a los noventa minutos cuando todo está ya dicho. Tanto Brit Marling, que realiza su viaje emocinal, como Patricia Clarkson, la mala sin redención posible, están muy bien y los chicos de la banda forman un grupo compacto y efectivo en el que cabe destacar a al carismático Alexander Skarsgård, líder en su doble función de pijo y anarquista, del que inevitablemente se enamora la cerebral Sharon (Patricia Clarkson), Ellen Page es la activista perefecta y el héroe anónimo Toby Kebbell
The East, de Zal Batmanglij, se estrena en España el 12 de julio de 2013