La película chilena Tea time (La Once es su título original) de la directora Maite Alberdi ha sido considerada la mejor película de las presentadas a concurso en la edición 2015 del Docs Barcelona que ayer se clausuró en la Ciudad Condal. El documental muestra a un grupo de amigas que desde hace sesenta años se reúnen una vez al mes para ponerse al día de las novedades en sus vidas. El film supone una reflexión sobre la juventud, el paso del tiempo y la amistad, temas que le han hecho merecedora de los 5000 euros de premio.
Tea Time
La producción catalana de Marta Figueras Carles Pastor y Dirk Manthey Game Over de Alba Sotorra, ha conseguido idéntica recompensa al hacerse con el Premio Nuevo Talento. La película narra con claridad de ideas la vida de Djalal, un veinteañero de origen iraní que si en lugar de nacer en Santa Coloma de Farners lo hubiera hecho en Texas estaría presidiendo la Asociación Nacional del Rifle. Un “nini” al que únicamente le interesan las armas capaz de aburrirse incluso cuando se enrola en el ejército y marcha a Afganistán. Un tipo que solo es feliz en los mundos simulados que él mismo inventa.
Game Over
Como dijo la productora tras la proyección, Game over trata en realidad sobre cómo la crisis económica ha afectado a una familia con dinero pero sin estudios, propietarios de una tienda de electrodomésticos que ve como sus ingresos merman al tiempo que crece la apatía de su hijo hacia el mundo real. Cuenta además con un impagable personaje secundario, la novia de Djalal, una niña/mujer que parece tan de juguete como todo el arsenal bélico que el protagonista guarda en la casa de sus padres y del que se tiene que deshacer cuando estos han de vender el inmueble marcando así el inicio de la vida adulta en el protagonista. Sotorra majea con criterio y sentido del tempo las horas de material grabado que la familia (al estilo de los Friedmans) tenía grabadas con sus discusiones y rutina diaria. Una lástima que dé por supuesta información que no está lo suficientemente explícita lo que, sumado al montaje no lineal, da lugar a algunos momentos de confusión (sobre todo en lo relativo al origen del dinero con el que se paga el protagonista sus caprichos bélicos y automovilísticos).
También el núcleo familiar es el foco de atención de Sarah Ishaq en The mulberry house. Una película modesta que nos muestra como se vivió el equivalente yemenita al 15-M y su posterior represión dentro de una familia progresista y vertebrada. Entrañable el personaje del padre aunque en el resultado final se echan en falta imágenes de los hechos históricos que provocan las reacciones que vemos.
The mulberry house
Democrats de Camilla Nielsson nos hace testigos directos del proceso de redacción de una nueva constitución para Zimbabue ilustrando los obstáculos con que sus redactores se encuentran. El film (repetitivo y, por momentos, confuso) no acaba de aprovechar las interesantes preguntas que laten en su interior (¿tiene sentido la democracia en una sociedad africana?) y demuestra una vez más que un tema importante no tiene porqué dar lugar a una película importante.
Democrats
Monte Adentro de Nicolás Macario Alonso es un documental observacional con una acertada estructura narrativa e imágenes muy bellas que nos remiten a una suerte de Fitzcarraldo (1982) de Werner Herzog doméstico, rural y colombiano. Lo que cuenta no es demasiado interesante pero el director acierta en el tono a medio camino entre el reportaje y la creación.
Monte adentro.
Remake, Remix, Rip-off de Cem Kaya no quiere ser más que un reportaje sobre el cine turco en los años 70 y se convierte (sin pretenderlo) en la ilustración de un mundo desaparecido para siempre en el que la demanda de películas por parte de los exhibidores era tal que una sola productora podía rodar 300 títulos en un solo año (y con solo 3 guionistas). Muy divertida tanto en los fragmentos elegidos (impagables las versiones turcas de El exorcista y ET) como en las entrevistas donde se explica cómo se rodaban aquellas películas (genial el travelling con una mesa montada sobre pastillas de jabón), su desprecio por los derechos de autor (la partitura de Nino Rota para El Padrino era el tema recurrente), por la seguridad de los actores y por la sincronía en el doblaje.
Viva el cine turco de los 70
La Mirada del Silencio de Joshua Oppenheimer ha conseguido el Premio del público, el Premio Amnistía Internacional y una mención especial del jurado. El premio Doc-U ha sido para En el bar de Itsaso Arizkuren, el Docs & teens para Mirant amunt de Oriol Martínez y Enric Ribes; el mejor documental televisivo catalán para El gran silenci: Horta de Sant Joan de Carles Caparrós.
No es el grueso de la programación de este Docs Barcelona haya sido floja pero que el título que más me ha interesado sea uno sobre el cine turco de los setenta hace que me pregunte si no había nada más interesante que seleccionar en la ingente producción mundial de cine de la realidad.
