Es Tango libre una película tan original en su planteamiento como desconcertante en su desarrollo. Ese cuarteto amoroso sobre el que gira la comedia del belga Frédéric Fonteyne (Max el Bobo, Una relación privada, La femme de Gilles), formado por Alice (Anne Paulicevich), su marido Dominic (Jan Hammenecker) y su amante Fernand (Sergi López), que comparten cárcel por atraco con violencia, y el guardián de prisiones JC (François Damiens), que se enamora de ella, es retratado por su realizador con un cierto distanciamiento que huye del drama y se acerca a la comedia. Fonteyne aparca los celos, tan recurrentes en ese tipo de relaciones (la poliandria funciona perfectamente y es aceptada por todas las partes sin reparo alguno), y desdeña el halo erótico que podría tener esa relación a cuatro para presentarla como algo no excepcional y perfectamente asumible.
El tango, que Alice practica en una escuela de baile, en donde también lo intenta aprender el desangelado y algo marciano celador carcelario, es el nexo que reafirma la unión de los cuatro personajes. Sabe sacar el director belga de ese baile canalla y prostibulario argentino, con el que los reclusos se evaden tras las clases prácticas que les da de uno de ellos, el argentino (Mariano Frumboli), su esencia. Utiliza el tango el realizador por sus reglas muy precisas, que no admiten improvisaciones y requieren una disciplina mental, y la imagen dominador y dominado que rige sus pasos de baile y que le sirve para resaltar la homosexualidad latente en presidio. Consigue con el tango, además, componer una coreografía llena de humor con la que huye de la dramática postal carcelaria que suelen reproducir las películas cuyos protagonistas purgan penas entre rejas.
Frédéric Fonteyne construye un film minimalista y ligeramente irónico con un guion que escribe inspirándose en experiencias familiares ocultas, y se sabe rodear de un buen plantel de actores. Uno cree ver en Tango libre atmósferas de Jim Jarmush pasado por la nouvelle vague.
La película de Fontaine sabe a poco, pero es que su realizador tampoco aspira a que sepa a más, y adopta el punto de vista del carcelero, sin duda el personaje más interesante y mejor trazado, un hombre abúlico, con normas muy estrictas, pasivo y voyeur por su misma profesión, que ve en esa relación triangular de la chica con los dos reclusos una vía de escape a la rutina de su vida, un estallido de libertad al que se suma en un final de opereta.
Tango libre (2012), de Frédéric Fonteyne se estrenó en España el 3 Mayo 2013
*José Luis Muñoz es escritor. Sus últimos libros publicados son Marea de sangre (Erein 2011) de La Frontera Sur (Almuzara, 2010), Llueve sobre La Habana (La Página Ediciones, 2011), Muerte por muerte (Bicho Ediciones 2011) Patpong Road (La Página Ediciones, 2012) Bellabestia (Sigueleyendo.com 2012) y La invasión de los fotofóbicos (Atanor 2013) También podéis seguir su Blog: La Soledad del Corredor de fondo.