
camino
Somos nómadas de nuestra propia vida
Así hacen los caminantes, se miran de hito en hito y, ladeando la cabeza, persiguen con la imaginación el camino fantaseado. Después frotan la cabeza de sus cayados con un paño y así haciendo recorren una o dos verstas más. El caminante nunca sabe que haya lobos acechando en la
