Por Luis Muñoz Díez
La Imperfecta y Alberto Alonso, con sus intérpretes, que son: David Acero, Lucía Marote, Danielle Mesquita, Daniel Cabezuelo, Aurora Costanza y Alberto Alonso, nos presentan una creación conjunta, con una pieza que titulan de manera acertada Sudar Folklore. Un título literal por la parte carnal que siempre tiene el baile. Qué recrea lo que ha significado, significa y significará la danza dentro de la cultura, vía y diapasón de la evolución de una sociedad a lo largo de su presencia en el planeta Tierra.
Una vez saciado el hambre, y estando acobijo de la inclemencia del tiempo. Las dos necesidades de toda criatura, son la permanencia de la especie, de la que se encarga la imperiosa necesitad del encuentro carnal, en en que sientes, y te sientes, y la trascendencia para ubicarnos en el universo, ambos afanes se canalizan por el baile.
Escribir de cualquier espectáculo de baile, no es fácil, porque la disciplina y la destreza de los danzantes, se olvida cuando estimulan los sentidos, y llegado ese momento, se goza y punto. Sudar Folklore, es un espectáculo gozoso, porque invita al movimiento, y por lo tanto a la vida, en un ejercicio de evolución musical imparable.
Las cinco artistas inician su danza como el tallo que brota desde la raíz, con una disposición y un movimiento de pierna, que es común en las danzas del norte tradicionales. El movimiento se reitera como un mantra, acompañado de una música que desde el principio se escucha en bucle, aunque vaya evolucionando en elementos, marcada por José Pablo Polo que, estimula y acompaña al movimiento reiterado de David Acero, Lucía Marote, Danielle Mesquita, Daniel Cabezuelo, Aurora Costanza
El Espacio sonoro lo llena con mano diestra José Pablo Polo, presente en el centro del escenario durante toda la pieza, es maestro de ceremonias, y el faro, que guía los cambios que, en espiral, nos hace transitar de lo ancestral hasta el tecno.
El baile era el lugar de encuentro desde el principio de los tiempos. Se reunían en determinadas fechas del año gente que vivía distante. Las bebidas espirituosas invitaban a la desinhibición, y a la danza, que era un acercamiento de cuerpos, o una forma de rememorar otros tiempos para los que ya no estaban en época de procrear.
La danza está presente en todas las culturas, tiene algo de reto para uno mismo. Una exhibición de nuestro potencial para el que mira, y un gozo para quien lo ejecuta, mientras siente correr el sudor por su cuerpo, y latir su corazón de una manera especial. El baile es un placer, porque nos autosatisface, y es anuncio del encuentro carnal. Y tomando como referente la tierra, nos permite transcender en lo espiritual, reclamando la atención de un creador que se nos antoja necesario, por medio de la catarsis nos permite creer que lo rozamos.
La coreografía y puesta en escena la firman de forma colectiva, los intérpretes y La imperfecta, con Alberto Alonso que sí pone cara a la creación. El trabajo resultante es una pieza titánica y vibrante. Que crece sin prisa, ni pausa, por medio de la reiteración de cada paso, logrando un efecto hipnótico que nos lleva a perder el sentido del tiempo, apoderándose de nosotros, logrando que nos integremos con los danzantes en un viaje que va, del movimiento elemental, a la catarsis. ¿Se puede pedir más?
Lo anterior no se hace solo, es fruto del trabajo, aparte de contar con talento, pero el talento sin academia, se queda en un mero referente, por eso mi reconocimiento a todos los que lo hacen posible Sudar Folkore, pieza a la que deseo una larga vida sobre los escenarios.
Sudar Folklore, días 20 y 21 de septiembre de 2022 a las 19.00h, en la Sala Negra de Teatros del Canal.
Coreografía de Laimperfecta / Alberto Alonso en colaboración con las intérpretes, que son: David Acero, Lucía Marote, Danielle Mesquita, Daniel Cabezuelo, Aurora Costanza. Asistencia coreográfica: Laimperfecta / Clara Pampyn Asesoría folklore: Daniel HernándezEspacio sonoro: José Pablo Polo Diseño de iluminación: Andrés Dwyer Vestuario: Laimperfecta y Fede Pouso Producción: Laimperfecta y Mar López Técnico iluminación y sonido: Andrés Dwyer