Subjetividades, L. Ramón G. Del Pomar

Subjetividades, L. Ramón G. Del Pomar

«No ha de importarte viajar

hasta el final de cada hambre»

L. Ramón G. Del Pomar

Subjetividades Ramón Pomar“Conócete a ti mismo”, instaba a sus visitantes el oráculo de Delfos, y puede que sólo haya una manera lúcida de responder a este imperativo: “¿A cuál de todos?”. Desde ella, está escrito Subjetividades, y esto es algo que no sólo nos lo confirma el título, los poemas y los textos que guarda, sino también la biografía de su autor, L. Ramón G. Del Pomar: hipnoterapeuta, poeta, escritor, actor, rapsoda, performer, pintor, músico y diseñador . No es fácil que un hombre acepte todos los hombres que es, y menos en un tiempo en el que se nos llama violentamente a la especialización, o lo que es lo mismo, a la mentira de ser un tonto útil.

Aquí encontramos el gran reto que esta obra propone, ese aceptar la miríada de personalidades que llevamos dentro, y que recuerda a la respuesta que aquel loco que habitaba el cementerio le dio a Jesús cuando le pregunto que quién era: “en mí hay multitud”.

Deberemos olvidar lo aprendido, porque la locura no viene de ser varios, sino de querer ser sólo uno, de censurarnos, de prohibirnos ser todos los que somos.

Subjetividades materializa este reconocimiento, y así cada poema es la expresión de los distintos hombres que Ramón guarda. Conoceremos al nocturno, al callejero, al que reniega de los hombres y de su estupidez, al que choca contra o real, al que lo afirma sin fisuras y acepta, y al que es capaz de elevarse y encontrar, a pesar de todo, belleza y unidad en el mundo.

Se nos enseña, que ese ser muchos es propio de la inmadurez, que se debe a que aún somos jóvenes y no nos hemos definido, y se nos invita a convertirnos en asesinos múltiples de nosotros mismos. El “premio” será un yo compacto, granítico, capaz de afirmarse en el mundo.  Estamos ante una mentira más, otro veneno bien administrado por los domadores de hombres, porque lo único que quedará es alguien sin movimiento interno, y esa quietud no es propia de la vida, sino de la muerte.

La vida como movimiento, como multiplicidad, como un juego siempre equivoco, es el canto y reconocimiento que Subjetividades guarda, una bella canción que al lector atento entrega el secreto de permanecer siempre joven. Una discreta piedra filosofal –y que nadie se engañe, porque no hay otra- que no deberíamos negarnos y que Ramón ofrece con sonrisa de niño y voz bien madurada por el tiempo.

L. Ramón G. Del Pomar, Subjetividades, Huerga y Fierro editores, Los libros de Ouka Leele, 2014.

Autor

Gonzalo Muñoz Barallobre
Soy filósofo y hago cosas con palabras: artículos, aforismos, reseñas y canciones. De Tarántula soy el cocapitán y también me dejan escribir en Filosofía Hoy. He estado en otros medios y he publicado algo en papel, pero eso lo sabe casi mejor Google que yo.

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