Stop-Motion, Low Cost. Entrevista a Ignasi López.

Stop-Motion, Low Cost. Entrevista a Ignasi López.

Ignasi compró su primera cámara de video cuando nació su hija. Quería recoger esos momentos, cotidianos y sin importancia, pero que, con el paso del tiempo, van adquiriendo valor. Tan grande fue su persistencia, que, finalmente, los protagonistas de tantas horas de rodaje se cansaron de participar, y, unido a la falta de tiempo, le sugirieron que mejor les dejara en paz, y se dedicara a filmar otras cosas. Eso fue lo que hizo, cambiando los “actores” de carne y hueso por objetos inertes. Y descubrió que, aplicando la magia del “stop motion”, aquellos objetos cobraban vida, podía fabricar actores a su antojo, e incluso conseguía que acometieran las aventuras más audaces…. Y así fue como empezó todo.

Alpes de cartón-piedra

Ignasi López (Barcelona, 1971), ha realizado hasta el momento 4 cortometrajes utilizando la técnica “stop motion” o animación fotograma a fotograma, en los que en dos de ellos, la montaña es el escenario en que los actores de madera llevan a cabo arriesgadas ascensiones. El primer cortometraje, Viacruxis (2018), narra la escalada de Marcel y Andrezj, una legendaria pareja de montañeros de muy diferente carácter que intentan escalar “la montaña más alta”. Sus 11 minutos son trepidantes, a veces irreverentes, y sobre todo, divertidos. Ha sido exhibida en muchos de los grandes festivales de cine de montaña internacionales, y ha obtenido numerosos premios. El segundo film, El gran hito (2020), ha sido seleccionado también en varios festivales.

Desde que comenzaste a experimentar con la animación, hasta “El Gran Hito”, ha habido una evolución importante en las técnicas que aplicas. Cuéntanos como ha sido esa progresión.

Comencé a grabar con una cámara de video doméstica. Luego, decidí vender parte del equipo de alpinismo que tenía, e invertí ese dinero en comprar cámaras y focos más profesionales. En cuanto a las técnicas, anteriormente había estudiado ilustración en la escuela Masana, y eso ha servido de base. La parte específica de stop motion la he aprendido a base de leer libros, ver tutoriales en internet, etc., pero sobre todo practicando mucho.

En cuanto a la producción, ¿tenéis algún tipo de apoyo, o gestionáis vosotros mismos los proyectos?

No recibimos ningún tipo de ayuda económica, nos autofinanciamos. En realidad, a nivel económico, las películas que hemos hecho son muy baratas, unos 1.000€ ó 1.500€ que se invierten sobre todo en materiales y música. La inversión sólo se recupera mediante los premios que puedan obtenerse y la venta de derechos para la emisión en canales de televisión. Donde sí hay una inversión importante, es en tiempo. Por ejemplo, en El Gran Hito, invertimos año y medio de trabajo en los que participó también como productora Ana, mi mujer. Ella, además, colaboró con el guion y algunas de las voces que aparecen también son suyas. Para los próximos proyectos, sí que nos estamos planteando contar con algún productor u otra fuente de financiación.

¿… y los actores?

Las marionetas también las hago yo. Cada vez intento mejorarlas para que se articulen mejor, y puedan realizar más movimientos, como, por ejemplo, utilizando alambres de aluminio en lugar del normal de acero. También los decorados son artesanales. Cuando tengo una duda, consulto en internet, y veo cómo otros animadores lo hacen.

Actriz de «El gran Hito», durante el rodaje

Nos ha sorprendido mucho la veracidad de los movimientos de los escaladores. La técnica de piolet tracción y puntas frontales parece sacada de un manual de alpinismo. ¿Eres escalador?

En Viacruxis hice una cosa que me apetecía muchísimo, vivir una aventura bestial, pero sin asumir los riesgos que corren los alpinistas. Yo he hecho algo de alpinismo, pero he tenido alguna mala experiencia, y ahora hago más escalada deportiva. Lo que he intentado es trasladar esos movimientos que sí conocía a las marionetas, muchas veces haciéndolos yo mismo en la habitación. En El Gran Hito, he tratado de llegar a un público más amplio, y el alpinismo no tiene tanta presencia como en la primera.

Viacruxis ha tenido mucho éxito, especialmente si se tiene en cuenta el presupuesto y probablemente, vuestras expectativas iniciales. ¿Qué tal está funcionando “El gran hito”?

Muchas de las ediciones de los festivales de montaña no se han celebrado, o lo han hecho con restricciones. La repercusión en el público no es la misma cuando son proyectados en una sala a cuando es en formato online. Muchos de estos festivales se han mantenido gracias a este formato, pero en el fondo no tiene mucho sentido si el público no va, no comparte un espacio o comenta las películas. En cualquier caso, sí que ha sido seleccionada en muchos festivales, como el de Banff, Vancouver o el Mendi Film. Sin embargo, otros en los que hemos tenido muy buenas experiencias, como el Reencontres de la Cinémathèque de Montagne de Gap, han anulado la edición de este año. En el caso del Mendi Film Festival de Bilbao, ganamos el premio al mejor cortometraje, y nos ha hecho mucha ilusión.

Recibiendo el premio al Mejor Cortometraje, Festival de Málaga 2019

Aparte del premio recibido en en Mendi de Bilbao, ¿Cuáles son los premios que más importancia tienen o más valoráis?

El de Gap es un premio bastante importante, y de mucho alcance. Se proyecta en salas muy grandes con 800 ó 1.000 personas. Participar en el festival de Trento también fue relevante para dar visibilidad a nuestro corto y ser incluidos en el EOFT de Alemania. El de Bilbao, como os comentaba, es uno de los festivales al que tenemos más cariño y tiene una gran proyección. En el este de Europa, también obtuvimos premios en algunos festivales: Ladek (polonia), Spotkania Filmem Gorskim (Zakopane-Macedonia), Festival Gorniskega Filma (Eslovaquia) y Festival Horských (Poprad- Eslovaquia). Fuera del circuito de festivales de cine de montaña, ganamos un premio en el Festival de Málaga. Creo que ahí tuvimos mucha suerte, ya que uno de los cortos con los que competimos, tenía un presupuesto muchísimo mayor y técnicamente, nos superaba con creces. Pero quizás la historia de Viacruxis gustó mucho más. Tanto en los Premio Gaudí como en los Goya, fuimos preseleccionados. Barcelona Film Festival y Filmets de Badalona, también fueron importantes, y nos abrieron las puertas para emitir el corto en TV.

Pero quizás el hecho de que el stop motion no sea perfecto, que vaya un poco “a tirones” más que un defecto puede llegar a ser una virud.

Desde luego. Hay estudios como Laika que tienen un dominio impresionante de la técnica, pero al final no sabes si lo que ves es stop motion o animación en 3D. Quizás Viacruxis, que fue el primero que hicimos con marionetas, se queda un poco corto de fotogramas, y en ocasiones las marionetas permanecían demasiado tiempo estáticas. Sin embargo, el ritmo del corto y la historia, gustó mucho y fue lo que más se valoró.

La protagonista de «El gran hito», superando un peligroso flanqueo.

Peter Lord, el creador de los estudios Aardman, comenzó de una manera similar a ti, con un presupuesto escaso y una ilusión ilimitada. Posteriormente, ha realizado producciones de la envergadura de Wallace y Gromit o Chicken Run. ¿Habéis tenido propuestas para realizar algo de mayor alcance?

Pensábamos que después de Viacruxis, que ha tenido mucha visibilidad y repercusión, nos pedirían hacer un segundo corto siguiendo el mismo estilo y técnicas que el primero. Pero no ha sido así. El hecho de que los dos cortos sean mudos, podría ayudar a que nos contactaran desde otros países, pero tampoco ha sido el caso.

En estos momentos, ¿estáis desarrollando algún otro proyecto?

Marcel y Andrezj, una legendaria pareja de montañeros de muy diferente carácter.

Sí, estoy preparando otro, y, de hecho, ya he construido las marionetas. De momento este proyecto está un poco aparcado por temas personales. Además, este trabajo conlleva una gran implicación y convicción de que vas a hacerlo, ya que todo el proceso dura mucho tiempo y hay que tenerlo muy claro. Quizás, a nivel de guion, en El gran hito quise acaparar demasiadas cosas, y el resultado final no me agradó tanto como en Viacruxis. En el proyecto que estamos ahora valorando, hemos puesto especial cuidado en la historia y creo que va a gustar bastante. Creo que será mucho más “gamberra” que las anteriores, y se centra, no en el ascenso, sino en el descenso de una montaña.

Por último, ¿Cómo ves el futuro para este tipo de cine de animación?

Creo que la animación frame a frame ha resurgido con fuerza los últimos años. Ha habido un gran avance tecnológico en este tipo de animación y esto se ha notado en la calidad de las producciones en 2D y stop motion.Si nos comparamos con otros países las producciones de animación que se realizan aquí son económicamente modestas pero saben aprovechar al máximo el ingenio y el talento.

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