Star Trek En la oscuridad

Star Trek En la oscuridad

Con cuatro meses de anticipo se ha presentado en la sala IMAX de Parquesur, en la localidad madrileña de Leganés, el adelanto de unos escasos treinta minutos de la esperada película. No es algo inédito, aunque si exclusivo de películas en las que la expectación es máxima. Eventos así no hacen más que incrementar el hype (término snob que podríamos traducir simplemente como expectativas) que luego se puede volver claramente en contra. Pasó con Tron, franquicia retro pretendidamente actualizada, que tras esa euforia llegóuna decepción brutal. Ambos sentimientos, quizás, exajerados. De nuevo nos enfrentamos al reto de no caer en el primero ahora para no acabar decepcionados al final.

En esta ocasión contamos con varias garantías, y la principal es el mantenimiento del mismo equipo que hizo que en 2009 trekies y gente normal (sin ánimo de ofender, me etiqueto entre los primeros) disfrutaran con una fantástica película. Capitaneados por J.J. Abrams, lo de el autor de Perdidos creo que ya ha pasado a segundo plano, lograban enganchar desde un apasionante prólogo hasta un final que ponía toda la franquicia patas arriba. Lo que en principio veíamos como precuela pasaba a formar parte de una nueva línea temporal en la que, pese a horas y horas de cine y televisión, nada estaba escrito.

Zachary Quinto (Spock) y Chris Pine (James T. Kirk) a bordo de la Enterprise

Zachary Quinto (Spock) y Chris Pine (James T. Kirk) a bordo de la Enterprise

 

A igual que las grandes películas de aventuras, y hablo de Indiana Jones concretamente, nada mejor que un emocionante prólogo de acción autoconclusivo para que nos quedemos pegados a la butaca ante semejante espectáculo. Rodada en formato IMAX, y a día de hoy en meticuloso proceso de conversión a 3D, está destinada a ser un mero espectáculo. Para cumplir esta nada liviana pretensión se han hecho acompañar nuevamente por Michael Giacchino, compositor habitual de Abrams que, por lo oído en este adelanto, vuelve a ser responsable de una música épica que no desdeña ni una nota con la que poder tocar la fibra del espectador. Su director ejerce nuevamente también como guionista junto a Roberto Orci y Alex Kurtzman, quedando Damon Lindelof y Bryan Burk como productores. Frente a las cámaras repite la tripulación de la nave vista en la anterior película: Chris Pine (James T. Kirk), Zachary Quinto (Spock), Karl Urban (Leonard McCoy), Anton Yelchin (Pavel Chekov), John Cho (Hikaru Sulu), Zoe Sadalña (Nyota Uhura) y Simon Pegg (Montgomery Scott) que contarán con Benedict Cumberbatch como el villano de la película.

La espera no ha hecho más que alargarse. Planeada inicialmente para su estreno el pasado verano, y con un primer aplazamiento hasta estas navidades, ha acabado finalmente en mayo del 2013. Si, mayo, ya que incomprensiblemente su estreno global será escañonado y no de forma simultánea. Una decisión incomprensible en una industria globalizada y con ese péndulo de Democles llamado piratería. A España llegará en Julio, habiendo países a los que llegará aún después de su estreno norteameicano. Los adictos (o simplemente curiosos) a los videojuegos tendrán en un mes la versión jugable para PS3 y XBox que parte con grandes alicientes: la música compuesta igualmente por Giacchino, unos Spock y Kirk con sus renovadas y rejuvenecidas voces, una expeincia en 3D y sobre todo una trama exclusiva que se sitúa entre la anterior película y esta.

En cuatro meses comprobaremos si esta práctica de ponernos los dientes largos, que comenzaba con el pase en esa misma sala de un adelanto de 9 minutos previo al estreno de El Hobbit, es la adecuada.

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