Spotlight, el quinto largometraje dirigido por el estadounidense Thomas McCarthy, nos recuerda algo que nunca deberíamos olvidar: que el periodismo tiene la misión de controlar a los poderes públicos y privados. Una tarea que el grupo de investigación del diario The Boston Globe desempeñó a la perfección cuando en 2002 desveló los abusos de numerosos religiosos a menores en la muy católica Boston. El premio Pulitzer puso la guinda de un trabajo excelente en todos los aspectos.
Con un espléndido guion escrito junto a Josh Singer, uno de los autores de los libretos de la serie de televisión El ala oeste de la Casa Blanca, el responsable de Vías cruzadas y The visitor nos enseña la labor de los reporteros que dejaron al descubierto un escándalo que llevaba décadas produciéndose. Todo ello en una ciudad donde la religión es un aspecto muy importante tanto de los habitantes como de los lectores del prestigioso periódico. La cinta deja constancia del valor de los periodistas que participaron en el reportaje y del arduo trabajo que tuvieron que realizar para lograr desentrañar un oscuro asunto que la jerarquía católica de la ciudad se había encargado de ocultar durante muchos años.
Michael Keaton interpreta al jefe del equipo de investigación del periódico The Boston Globe en Spotlight
Con una puesta en escena clásica y funcional que recuerda en cierta manera a la de Alan J. Pakula en Todos los hombre del presidente, McCarthy muestra de manera sencilla un asunto que tenía muchas ramificaciones sin que el espectador se pierda a la hora de seguir la trama.
Por otra parte, plasma de manera verosímil cómo se realiza una buena investigación donde son necesarias entrevistas con los implicados y una exhaustiva labor de documentación para lograr el objetivo. A la vez, refleja cómo afectó a las redactores estar involucrados en un reportaje que atañía de manera íntima a sus propias convicciones. Al fin y al cabo, muchos de ellos habían sido educados en colegios católicos y tenían familiares que eran fervientes devotos de la iglesia de Roma.
A la estupenda labor del director y los guionistas hay que añadir el notable trabajo de un numeroso reparto en una película necesariamente coral y sin proganista claro, donde los periodistas, los abogados, las víctimas, los acusados y los encubridores se reparten casi equitativamente el peso de la trama.
Mark Ruffalo y Rachel McAdams dan vida a dos de los reporteros del equipo de investigación de The Boston Globe en Spotlight
En definitiva, Spotlight es uno de las mejores largometrajes que han tratado el oficio de reportero. En este sentido, se sitúa junto a la citada Todos los hombres del presidente y supera a otras cintas que han abordado el periodismo en tiempos de Internet, como La sombra del poder o La verdad. Por otro lado, el filme se convierte también en un estupendo complemento de la reciente El club, otra película sobre los garbanzos negros de la Iglesia Católica.
