Somni Americà es un proyecto muy ambicioso, en la línea de aquel Forest donde Calixto Bieito hacía coincidir diferentes personajes de Shakespeare en un bosque. Oriol Tarrasón ha agarrado textos de autores estadounidenses de la primera mitad del siglo XX y ha cosido con ellos un texto dramático donde pretende, según sus propias palabras, reflexionar “sobre lo que pasa con todos aquellos que rechazan el sueño americano y persiguen un sueño más pequeño y colectivo, hecho a medida, un sueño en el que creer sin la necesidad de estar eternamente dormidos”.
Cuenta para ello con once actores de su compañía y el escenario del Teatre Lliure de Gracia que usa en toda su extensión horizontal. Por si fueran pocos estos retos, el director y dramaturgo prescinde casi por completo de utilizar dramáticamente la luz ni siquiera para subdividir el enorme espacio escénico autoadjudicado.
Lamentablemente Somni Americà se resiente de todo ello. Tarrasón no ha medido adecuadamente sus fuerzas y va, si no fracasando, sí quedándose en la zona gris de sus intenciones.
Para empezar, la dramaturgia está mas cercana a la sucesión de paráfrasis de los textos literarios de los autores convocados que de una unidad dramática sólida y con conflicto. No se debería tener que conocer los referentes para que los diálogos funcionaran sobre la escena pero no es así. Además, utilizar un bar/restaurante como excusa para juntar a los diferentes personajes no me parece la idea más ingeniosa con la que solucionar el planteamiento de la obra.
Los elementos escenográficos, por su parte, están excesivamente dispersos en el escenario y ubicados más para delimitar los espacios de actuación de los diferentes grupos de personajes que para potenciar los textos. Tarrasón parece tener miedo a mover excesivamente a los intérpretes para no perder el control de lo que pasa en las tablas y eso da como resultado un preocupante estatismo que hace irrelevantes los intentos por que no lo parezca.
Los actores se mueven en una zona gris donde ninguno destaca sobre ninguno. Todos están en el mismo registro intermedio, a medio exacto camino entre el susurro y el grito lo que contagia al conjunto de una cierta atonía y pereza. Hay además un problema añadido de credibilidad. Con la excepción de Mireia Illamola, Annabel Castan y David Verdaguer ni vestuario ni caracterización contribuyen a que los cómicos catalanes parezcan personajes estadounidenses. Añádase a eso que todos los actores se mueven en el mismo segmento de edad aunque no les corresponda y se harán una idea de cómo se va el espectador distanciando del escenario a medida que avanza la representación.
Una función, en suma, que hubiera ganado con un poco más de pasión por los textos de los que procede y una reducción del espacio escénico que no obligara al espectador a comportarse como si a un partido de tenis asistiera.
Título: Somni Americà / Autor y directror Oriol Tarrasón a partir de textos de Erskine Caldwell, Woody Guthrie, Arthur Miller, Eugene O’neill, Ben Reitman, William Saroyan, John Steinbeck y Tennessee Williams / La Kompanyia Lliure & Les Antonietes
Teatre Lliure de Gràcia carrer del Montseny 47. Barcelona.
del 29 de gener a l’1 de març