Adolfo Fernández dirige Siveria, de Francisco Javier Suárez Lema

Adolfo Fernández dirige Siveria, de Francisco Javier Suárez Lema

En la imagen los actores Adolfo Fernández, Sonia Almarcha y Marc Parejo, protagonistas de Siveria, escrita por Francisco Javier Suarez Lema y puesta en escena por Adolfo Fernández ©Sergio Parra

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Siveria, escrita por Francisco Javier Suarez Lema, en intención del autor es un homenaje a todas las mujeres que se encararon con las administraciones intolerantes para gritar su condición, y defender los derechos del LGTBI.

El autor cita en el programa de mano dos nombres. Uno el de Yelena Klimova, fundadora del grupo en la red social Vkontakte, en el que se difundían las cartas de adolescentes LGTBI de varias regiones de Rusia. La activista fue detenida en enero de 2014, juzgada y condenada por “propaganda homosexual. El segundo nombre es el de Yelena Grigórieva, asesinada en San Petersburgo el 23 de julio de 2019, por su activa militancia en defensa de los derechos del colectivos LGTBI.

En Siveria el autor recrea, como fueron los días anteriores a la detención de Yelena que, en la ficción le ha dado el nombre de Elena.

El espacio escénico donde se representa la obra es un acierto de Emilio Valenzuela, bien iluminado por Edu Berja, delimita tres espacios bien diferenciados, aunque el derecho con unos sillones y el central con un piano, pertenezcan al mismo salón, pero marcan el estado emocional de los personajes.

Se nota que el autor es psicólogo, porque ha creado unos personajes con trazo fuerte, con una actitud marcada, sin mucha fisura, acordes con un texto discursivo.

El contacto y la ayuda que presta Elena, llegan a través de una web que se llama Siveria, con V de Victoria, de verdad…aunque para muchos esa V es de vergüenza.

Los actores Adolfo Fernández, Marc Parejo y Sonia Almarcha, el espacio escénico creado por Emilio Valenzuela. ©Sergio Parra

Los actores Adolfo Fernández, Marc Parejo y Sonia Almarcha, en el espacio escénico creado por Emilio Valenzuela ©Sergio Parra

En lado derecho del escenario Elena mostrará su parte vulnerable, cuestionando la validez de su labor en el colectivo LGTBI, si más allá de del desahogo que supone tener un lugar donde nombrar lo innombrable, la ayuda sirve para algo.

La reflexión de Elena es valiente, porque sabe que su posición es privilegiada. Hija de una madre soltera que la quiso, y le dejó una herencia material que le permite vivir. Su trabajo como periodista no le obliga a escribir lo que le ordenan, más allá de la desazón que le crea su impuesto silencio, puede vivir, no como otros que por su condición se les niega el trabajo. Ella lo sabe, y su camarada y compañero de piso se lo recuerda, con cierto resentimiento por el amor recibido de su madre.

La activista se identifica con Virginia Wolf y su frase, bandera en la lucha feminista, “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción».

La parte central del escenario la ocupa un piano que es el espacio natural del músico Kristof, que vive su condición con todo el dolor que supone ser rechazado por toda la sociedad en general, y por sus padres en particular, que le han expulsado del paraíso de sus afectos.

En este espacio se materializa la parte más lírica de la historia, como es el recuerdo de su encuentro. Él interpretaba el Aleluya de Jeff Buckley en el metro ante la indiferencia de los viajeros, de alguna manera se hizo la luz al aparecer Elena, que le brindó el calor de su casa y su abrazo fraterno, con lo que su mal se palió en lo superficial, pero su herida sigue aún abierta ante el desamor de sus padres que no logra mitigar.

En la imagen la actriz Sonia Almarcha y el actor Marc Parejo o los activistas Elena y Kristof en Siveria ©Sergio Parra

En la imagen la actriz Sonia Almarcha y el actor Marc Parejo o los activistas Elena y Kristof en Siveria ©Sergio Parra

En la parte izquierda del escenario está el cuarto donde es interrogada Elena, por un inspector encargado de que los hombres sean hombres y las mujeres mujeres, madres esposas, y cuidadoras en general. El discurso del policía por elemental y normativo es compacto, como si le hubiera sido legada “la realidad de la vida”, ante él, Elena no se amilana y le responde con idéntica contundencia, como la mujer fuerte que es, sabedora de que lo máximo que le pueden quitar es la vida, que de momento es únicamente suya.

Virginia Wolf y la música de Jeff Buckley están presentes en la obra, de hecho la canción interpretada por Marc Parejo cierra la función. La condición de LGTBI viene con una marcada inclinación al suicidio, en respuesta al «no hay salida», que como un neón se ilumina en la cabeza de los miembros del colectivo ante las vejaciones, el rechazo, que no solo los señala con el dedo, si no que lo hacen físicamente, incluso causándoles la muerte.

La escritora se suicidó llenándose sus bolsillos con piedras, para después sumergirse en un río. El personaje de Elena hace una reflexión muy válida al afirmar que hay quien se suicida metiéndose las piedras en el bolsillo antes de sumergirse en el agua, y hay quién viven con las piedras permanentemente en los bolsillos, por si acaso no pueden más.

Igual que flota Virginia sobre la atmósfera de la obra, flota también el fantasma de la traición, una amenaza que se puede advertir en cualquier hecho cuando se vive perseguido. La delación puede llegar de quién menos se espera, un sombra de la Suarez Lema saca buen partido para construir una pieza de suspense.

En la imagen la actriz Sonia Almarcha y el actor Adolfo Fernández, la activista y el policía en un momento del interrogatorio de Siveria ©Sergio Parra

En la imagen la actriz Sonia Almarcha y el actor Adolfo Fernández, la activista y el policía en un momento del interrogatorio de Siveria ©Sergio Parra

Las audiovisuales de Naiel Ibarrola y Roberto San Sebastián,  permiten una salida al exterior, y sirven para hacer las transiciones del estado anímico de Elena, firme como una roca ante el policía, y vulnerable cuando duda en su espacio, si su trabajo será válido y suficiente.

La dirección de Adolfo Fernández está acorde con una obra discursiva, y se podría decir que hasta didáctica. El director realiza un trabajo muy limpio, para que el texto lo reciba el publico con claridad, y lograrlo como es su caso, no es tarea fácil.

En el resultado del trabajo actoral es bueno, otro acierto del director, pero no el último porque su trabajo como actor es impecable, de una sobriedad elegante, a pesar de las cosas que salen de su boca, con su voz bien timbrada.

De los activistas Elena y Kristof se hacen cargo los actores Marc Parejo y Sonia Almarcha. Parejo interpreta a su emético personaje, con enigmática actitud, como si el dolor le hubiera paralizado.

Sonia Almarcha compone a la Elena que duda, con la misma fuerza que a la Elena que se sitúa de tú a tú con el policía, aun sabiendo que está en sus manos, no se deja avasallar, quizá porque sabe como apuntaba antes, que le puede arrebatar la vida, su dignidad nunca.

Sabiendo que su sangre sería garante de una labor de ayuda, no como la de tantas personas del colectivo a los que matan por capricho determinados energúmenos que se ven con semejante derecho, o se quitan la vida ellos mismos “simplemente” por no poder soportar su existencia.

En la imagen los actores Adolfo Fernández, Sonia Almarcha y Marc Parejo, protagonistas de Varsovia, escrita por Francisco Javier Suarez Lema y puesta en escena por Adolfo Fernández ©Sergio Parra

En la imagen los actores Adolfo Fernández, Sonia Almarcha y Marc Parejo, protagonistas de Siveria, escrita por Francisco Javier Suarez Lema y puesta en escena por Adolfo Fernández ©Sergio Parra

Siveria, estará del 11 al 28 de febrero de 2021 en el Teatro Español/ Sala Margarita Xirgu, más información de horarios y compara de entradas pinchando aquí.

Autor Francisco Javier Suarez Lema (Xavier Suárez) Dirección Adolfo Fernández Compañía K Producciones Elenco Adolfo Fernández, Marc Parejo y Sonia Almarcha Diseño del espacio escénico Emilio Valenzuela Diseño de iluminación: Edu Berja Música original y audiovisuales Naiel Ibarrola Diseño sonido: Lander Macho Codirección de audio visuales: Roberto San Sebastián Fotografías escena: Sergio Parra

Autor

Luis Muñoz Díez
Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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