SITGES 2020. No todos los zombis son iguales

SITGES 2020. No todos los zombis son iguales

Por NACHO CABANA.

Que una de las películas estrella de Mediaset para este 2020 sea una de zombis dice mucho de cómo el concepto de “nicho” está disolviéndose dentro del “mainstream”. Malnazidos de Javier Ruiz Caldera y Alberto del Toro añade al prolífico subgénero un interesante “efecto llamada” de cara al público generalista que suele acudir a las producciones de Tele5: situarse en la guerra civil española.

Al igual que 8 apellidos vascos fue la primera producción importante que se atrevió a hacer chistes sobre el conflicto armado vasco, Malnazidos se erige pionera en introducir muertos vivientes en la contienda, dando resultado una suerte de versión zombi de La vaquilla de Luis García Berlanga. Un recurso (meter no muertos en contextos insólitos) ya conocido en literatura (el film se basa en la novela Noche de difuntos del 38 de Manuel Martín) pero no en el cine español con ambiciones comerciales.

Sitges 2020

Está la película que inauguró este Sitges 2020 resuelta con profesionalidad; no escatima ni abusa del gore (aunque la sangre sea apenas una suerte de aerosol rojo digital) y acierta al ser protagonizada por un caradura que milita en el bando nacional lo que permite a los guionistas Jaime Marques Olarreaga, Cristian Conti y Alberto Fernández Arregui mostrarse irónicos con ambas partes. Las secuencias de acción aprovechan bien el suficiente (que no excesivo) presupuesto y los efectos de maquillaje alcanzan también a los figurantes.

Sitges 2020

El principal problema de Malnazidos es que está repleta de diálogos “desenfadados”, chistes de escaso vuelo que sueltan los protagonistas a menudo a costa de la propia situación de peligro que viven. Como si los personajes fueran conscientes de que todo lo que les ocurre es una broma más o menos pesada y que la amenaza zombi nunca les matará, lo que anula (parcialmente) el efecto cómico de tener personajes creíbles metidos en una situación delirante (que es de donde nacen los buenos gags).

Rica en zombis, Península de Yeon Sang-Ho cuenta con un presupuesto muchísimo más alto que Malnazidos (lo que no quita que en algunas secuencias de persecución parezca que estamos ante una película animada sobre todo cuando no hay ningún humano en el plano) para generar el tercer film del universo zombi iniciado en Seoul Station, continuado en Tren a Busán y ahora culminado en esta tercera entrega que se desarrolla cuatro años después de la anterior y que parece tener como referente el clásico de John Carpenter 1997: rescate en Nueva York.

Corea se encuentra abandonada a su suerte y a merced de los zombis poco después de su unificación (una idea a la que se le podría sacar más partido) y buena parte de la población ha sido evacuada tras los sucesos de las dos películas anteriores. En semejante escenario apocalíptico se ha generado una sociedad de supervivientes a los que solo les falta la Cúpula del trueno. Hasta allí tienen que ir un grupo de coreanos expatriados en Hong Kong en busca del dinero que hay en un camión que se quedó varado en Seúl. Los mercenarios disponen de tres horas para cumplir una misión que, por supuesto, se complicará enormemente y dará lugar a unas espectaculares persecuciones y una maravillosa mezcla circo romano y arena de lucha libre en donde se entretienen los que ya no tienen nada que perder.

Península carece del componente angustioso que otrogaba desarrollar su trama en un entorno tan limitado como un tren de alta velocidad a Busán así como de la crítica a la especulación inmobiliaria que trascendía la animación de Seoul Station pero deja para la posteridad varias secuencias de esas en las que uno desearía que le explicaran como han organizado su rodaje.

La otra película coreana que hemos visto en esta edición de Sitges 2020 sin sección Órbita ha sido Spiritwalker de Yoon Jae-Keun que cuenta con un rebuscado pero interesante planteamiento (un hombre se va metiendo en el cuerpo de otro dos veces por día después de haber sido atacado en un tiroteo) que se va haciendo más y más confuso según se va desarrollando en el seno de una historia policial bastante convencional. Tiene Spiritwalker, eso sí, unas buenas peleas y algún plano digital interesante.

También hay un cruce entre zombis y los bichos de Avatar en el excelente corto The history of monsters de Juan Pablo Arias Muñoz excelentemente interpretado por Valeria González, angustioso survival donde la protagonista tiene que luchar contra la incertidumbre acerca del hombre que salva y desea al tiempo que se sabe con sus días contados.

Autor

Escritor y guionista profesional desde 1993. Ha trabajado en éxitos televisivos como COLEGIO MAYOR, MÉDICO DE FAMILIA, COMPAÑEROS, POLICÍAS EN EL CORAZÓN DE LA CALLE, SIMULADORES, SMS y así hasta sumar más de 300 guiones. Así mismo ha escrito los largometrajes de ficción NO DEBES ESTAR AQUÍ (2002) de Jacobo Rispa, y PROYECTO DOS (2008) de Guillermo Groizard. Ha dirigido y producido el documental TRES CAÍDAS / LOCO FIGHTERS (2006) presentado en los festivales de Sitges, DocumentaMadrid, Fantasia Montreal, Cancún y exhibido en la Casa de América de Madrid. Ganó el premio Ciudad de Irún de cuento en castellano en 1993 con LOS QUE COMEN SOPA, el mismo premio de novela en castellano en el año 2003 con MOMENTOS ROBADOS y el L´H Confidencial de novela negra en 2014 con LA CHICA QUE LLEVABA UNA PISTOLA EN EL TANGA publicada por Roca Editorial. Acaba de publicar en México su nueva novela VERANO DE KALASHNIKOVS (Harper Collins). Su nueva serie, MATADERO, este año en Antena 3 y Amazon Prime.

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