SITGES 05: Destripamientos y risas.

SITGES 05: Destripamientos y risas.

Por NACHO CABANA

Dragged across the concrete es todo lo contrario a lo que podíamos esperar de la película escrita y dirigida por S. Craig Zahler con Vince Vaugh y Mel Gibson de protagonistas y ambientada en el mundo de los policías corruptos. Después de esa obra extrema que es Brawl in cell block 99, todo el público que llenaba el Auditori de este Sitges 2018 esperaba 2 horas y media de violencia y diversión.

Pero Craig Zahler nos dio lo contrario, un policial lleno de tiempos muertos dónde todo (violencia incluida) pasa casi por completo en off, con un argumento que se demora en explicar lo que quiere explicar, que presenta los personajes cuándo y dónde le apetece y que carece por completo de música extradiegética. Todo ello provoca una tensión y una cierta sensación de que de fatalismo que quizás Craig Zahler no hubiera conseguido mostrando las cosas más rápidamente. Un tour de force para un director que cada vez va a más aunque por el camino pierda unos cuantos fans.

Quizás para quitarse de encima tanta contención, Craig Zahler firma también el guión de Puppet master: the littlest reich de Sonny Laguna y Tommy Wiklund, reset de la saga ochentera de serie z que cuenta como estrellas de la función a unos pequeños e inexpresivos muñecos con una enorme capacidad de meterse dentro del cuerpo de los humanos con el honroso fin de destrozarlos. Puppet master es un reverendo coñazo excepto en las escenas de destripamientos donde todo se torna súbita y brutalmente creativo y divertido, sobre todo pero no solo si uno piensas en las instrucciones que los directores debieron dar a los actores (entre los que se encuentran Udo Kier, Barbara Barbara Crampton y Michael Paré) en el set. Secuencias como el aborto sin anestesia realizado desde dentro por uno de los muñecos o el “redneck” orinando sobre su propia cabeza cortada y depositada dentro de la taza del váter bien merecen esperar la anunciada secuela de este reset.

También hay bastantes asesinatos y desmembramientos en La casa de Jack de Lars Von Trier, que en Sitges ha encontrado el público que se le escapó en Cannes. Viéndola, uno se pregunta qué tienen en la cabeza algunos críticos y asistentes al festival de cine más importante del mundo para salir rasgándose las vestiduras de esta sutil comedia negra que funciona también como una metáfora del calvario personal que ha tenido que pasar su director después de sus desafortunadas declaraciones en Cannes tras el pase de Melancolía. La casa de Jack está llena de contundentes y salvajes gags y brilla especialmente en su epílogo aunque el autor de Anticristo insiste en meter con más frecuencia de la deseable sus collages visuales de filosófica voz en off que ponen en relación la película con las fuentes inspiradoras de su discurso. Muy bien Matt Dillon y todo el elenco femenino del que se sirve Von Trier para exponer algo tan políticamente incorrecto hoy en día como obvio: ni todos los hombres son automáticamente culpables ni las mujeres siempre víctimas.

Muy interesante también es The wind dirigida por Emma Tammi una suerte de traslación al universo del western (vertiente colonos) de los personajes y temas de The witch pero mezclando tiempos narrativos y manejando con delicadeza la interpretación fantástica de lo que no es más que locura por soledad. The wind exige al espectador estar muy pendiente de en qué momento de la historia nos encontramos en cada momento ya que Tammi y su guionista Teresa Sutherland no dan más pistas que las mínimas y eso puede hacerla parecer algo confusa por momentos (especialmente si el espectador ya ha visto cuatro películas previamente ese mismo día). Fantástica Caitlin Gerard y el diseño sonoro del film.

Finalmente, es trágica la decepción que ha supuesto An evening with Beverly Luff Linn de Jim Hosking, autor de The greasy strangler, la película revelación de la pasada edición de Sitges. En el largometraje que ha presentado este año, Hosking y su guionista David Wike intentan profundizar en ese humor seco portado por personajes extremos y, en esta ocasión, totalmente caricaturizados. El problema principal es que los mete en una historia absurda y con carencias importantes de estructura que además (y creo que ésta en la razón principal del fracaso de la cinta) no contrasta en contenido lo suficiente con la manera que tiene de filmar y dirigir a sus actores por lo que acaba confiando casi todo el ritmo de su relato a la música de Andrew Hung, eso sí, fantásticamente introducida. An evening with Beverly Luff Linn es cargante y sitúa al que esto escribe ante la dolorosa decisión de darle a su autor una sola oportunidad más antes de añadirle a su lista negra. ¿Quizás The greasy strangler 2?

 

Autor

Escritor y guionista profesional desde 1993. Ha trabajado en éxitos televisivos como COLEGIO MAYOR, MÉDICO DE FAMILIA, COMPAÑEROS, POLICÍAS EN EL CORAZÓN DE LA CALLE, SIMULADORES, SMS y así hasta sumar más de 300 guiones. Así mismo ha escrito los largometrajes de ficción NO DEBES ESTAR AQUÍ (2002) de Jacobo Rispa, y PROYECTO DOS (2008) de Guillermo Groizard. Ha dirigido y producido el documental TRES CAÍDAS / LOCO FIGHTERS (2006) presentado en los festivales de Sitges, DocumentaMadrid, Fantasia Montreal, Cancún y exhibido en la Casa de América de Madrid. Ganó el premio Ciudad de Irún de cuento en castellano en 1993 con LOS QUE COMEN SOPA, el mismo premio de novela en castellano en el año 2003 con MOMENTOS ROBADOS y el L´H Confidencial de novela negra en 2014 con LA CHICA QUE LLEVABA UNA PISTOLA EN EL TANGA publicada por Roca Editorial. Acaba de publicar en México su nueva novela VERANO DE KALASHNIKOVS (Harper Collins). Su nueva serie, MATADERO, este año en Antena 3 y Amazon Prime.

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