Por Nacho Cabana.
Hijos, gemelos, paternidades y maternidades problemáticas en Sitges 2017.
Thelma de Joachim Trier ha sido definida por un crítico como el cruce perfecto entre Bergman y Stephen King. La frase es tan ocurrente como acertada. Se trata de una hermosa y delicada historia acerca de las convulsiones interiores y exteriores que puede provocar una educación religiosa y castradora cuando la persona que la ha sufrido sale del entorno controlado de la familia y tiene que vivir en el mundo real. Trier lo cuenta sin estridencias, sin extremar nada, haciéndolo todo a la vez cotidiano y creíble para, a partir de ahí, desarrollar una metáfora médico-poética que adentra Thelma en el terreno de lo fantástico. Espléndidamente rodada y mejor interpretada por Eili Harboe es desde ya una serie aspirante al palmarés.
También de hijos versa Still / Born de Brandon Christensen. Una mujer pierde al segundo de sus gemelos en el parto y partir de ahí comienza una depresión que oscila entre la locura y lo demoníaco. Con algunos sustos memorables y unas cuantas conductas absurdas por parte de la protagonista, Still / Born se acaba decantando por lo imaginario antes que por lo psiquiátrico. Christie Burke cumple en el papel principal que, no obstante, le hubiera permitido lucirse mucho más.
Rabbit de Luke Shanahan también versa acerca de la dependencia entre gemelos, especialmente cuando uno de ellos ha desaparecido aunque, en este caso lo haya hecho de adulto. El film comienza bien, inquieta sus primeros veinte minutos, pero luego cae en un terreno anodino y profundamente aburrido del que no se consigue desembarazar en lo que queda de metraje.
A day de Sun-Ho Cho es una nueva aportación al subgénero “el día de marmota”. Es curioso que Atrapado en el tiempo de Harold Ramis haya dado lugar a una serie de títulos con el mismo concepto… 20 años después de su estreno. En el film coreano, la originalidad estriba en que son tres personajes a la vez a los que se les repite una y otra vez el mismo día (el del atropellamiento de uno de la hija de uno de ellos). El descubrimiento de la relación que hay entre ambos dará lugar a un argumento quizás no demasiado original sobre la responsabilidad y la paternidad. Pero está tan bien planificada y montada que te mantiene en vilo todo su metraje.
Qué envidia me da la industria de Corea del Sur. Un país con 51 millones de personas capaz de producir películas con este nivel gracias a que sus habitantes acuden en masa a ver sus películas. España solo tiene 10 millones menos…