En la imagen Juan Cañas, Miguel Magdalena “Peri”, Diego Morales, Fran Garcia, y Daniel Rovalher «Villa y Marte» una creación colectiva de Ron Lalá, con texto de Álvaro Tato y dirección de Yayo Cáceres ©David Ruíz
Por Luis Muñoz Díez
Ron Lalá vuelve, arroyando como ellos saben, con Villa y Marte. Una creación colectiva de la compañía, con texto de Álvaro Tato, y dirección de Yayo Cáceres, en un empeño tan hilarante, como riguroso de reivindicar el genero chico La Zarzuela, la Opereta, el Sainete y la Revista.
Para céntranos, antes del inicio de la representación nos avisan por megafonía de que los actores son de Madrid, pero que están debidamente adiestrados, para no ser tan chulos como un ocho, ni soltar bravuconadas gratuitas como les demanda su cuna, y para no invadir toda playa que pillen a su paso. Nos dan como pauta, por si sufrieran un «brote» de centralismo. El público se disuelva pacíficamente entonando algún canto regional, ya avisados de la «condición» de los artistas, nos recuerdan la sanción que se impone a quien permita que suene o haga uso de su teléfono móvil durante la representación, que no es otra, que la orquesta y coros de la Comunidad de Martrid se personará a medianoche bajo la ventana de su domicilio, e interpretará la canción “Cocidito madrileño”

Diego Morales -la Mariana lavandera- y Fran García -el organillero- Villa y Marte Ron Lalá ©David Ruiz
Para la recuperación del género chico Ron Lalá, en su afán de señalar su carácter universal. No dudan en desplazarse a Marte, donde viven los castizos Marcitrenses, en un mundo paralelo, planeta al que llega una expedición de la Tierra, formada un capitán, y un robot, que necesitan batería para acabar su misión.
En Marte una aguerrida martina de ocho ojos azules como aguamarinas, lava la ropa en el río, y allí acude un pretendiente que entre sablazo y sablazo la demanda amores, para sacarle cuarenta duros que precisa para desempeñar su organillo. Al portento aficionado a las cartas con sus seis brazos, le sigue de cerca un policía en que reside el poli malo, y el poli bueno.
El encuentro del capitán y la lavandera Martina no tarda en producirse, y ahí comienza el sainete de amores y requiebros, el organillero teme perder a la lavandera, que es su banco de crédito particular, y pone sobre aviso al policía de la porra de la presencia injustificada del capitán y el robot. Martina que ha quedado prendada del capitán urde la trama de vestirle de chulapo y a su robot de chulapona, dado que hay verbena, puedan pasar desapercibidos, pero el amor es imprevisible y el policía, que se prendará del robot disfrazado de chulapa del siglo XXIV, que atiende al nombre Martirio.

Daniel Rovalher el capitán terrícola enamorado- Fran García -el organillero- Diego Morales -La Martina lavandera «Villa y Marte» Ron Lalá ©David Ruiz
A partir de ahí el enredo va creciendo, aliñado con música y canciones como si de una zarzuela se tratase, las verbenas martianas, las corridas de drones, y la fiesta se dispara.
El trabajo de los artistas es extraordinario, Juan Cañas, como robot y chulapona Martirio, Fran García como organillero de los seis brazos, sin suerte en el juego, Miguel Magdalena como policía bueno y malo, perdido por amor, Diego Morales encarna a la chulapa de romper y rasga, una mujerona que para todo encuentra solución, Daniel Rovalher es el capitán enamorado, ellos sobre el escenario acaban de materializar la dramaturgia de la obra, con cada gesto, o con cada canción, bajo la dirección de Yayo Cáceres
El público recibe el espectáculo como merece, y no para de celebrar con risas y aplausos los gags que se solapan del principio al final del espectáculo.
Poco más se puede decir de un trabajo tan bien planteado por Yayo Cáceres, que músicos y actores se encargan de redondear en cada segundo de representación. Sin duda, si hay un espectáculo en cartel del que se pueda garantizar al espectador que disfrutará, es Ron Lalá y su Villa y Marte.

En la imagen Miguel Magdalena -el policía- y Juan Cañas -La culapona robótica- de “Villa y Marte” Ron Lalá ©David Ruiz
Villa y Marte estará del 23 de diciembre de 2022 al 22 de enero de 2023, en el Teatro Pavón de Madrid,mas información de fechas horario y venta de entradas AQUÍ.
España / Idioma: español Duración: 1 h 30 min (sin intermedio) Edad recomendada: a partir de 14 años Encuentro con el público: 19 de abril al terminar la función.
*Villa y Marte, se estrenó en Madrid el 14 de abril, y estuvo programada hasta el 1 de mayo de 2022, en la Sala Roja de Teatros del Canal -Madrid-
Ron Lalá son Yayo Cáceres, Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher Elenco: Juan Cañas, Fran García, Miguel Magdalena, Diego Morales, Daniel Rovalher Actor en alternancia: Mario Quiñones Creación colectiva: Ron Lalá Texto: Álvaro Tato Composición y arreglos: Yayo Cáceres, Juan Cañas, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher Dirección musical: Miguel Magdalena Dirección: Yayo Cáceres

En la imagen Diego Morales, Miguel Magdalena, Fran García, Juan Cañas y Daniel Rovalher, el autor del texto Álvaro Tato, y el director Yayo Cáceres Villa y Marte Ron Lalá ©David Ruiz
Diseño de iluminación: Miguel Á. Camacho Ayudante de iluminación: Paloma Cavilla Diseño de sonido: Eduardo Gandulfo Diseño de vestuario: Tatiana de Sarabia Ayudante de vestuario: Elena Arias Talleres de confección: Maribel RH, Alejandro Jaén Pintura de vestuario: Laura Cosar Diseño de escenografía: Tatiana de Sarabia y Ron Lalá Colaboración técnica: Ismael Garcia Vinuesa Taller de realización: Scnik Acabados: Elena C. Galindo, Eduardo Gandulfo
Técnicos de sonido: Ismael Aguilar Técnicos de luces: Francisco Galán, Pablo Sánchez Garnacho Maquinaria: Elena C. Galindo, Lea Béguin Ayudante de producción: Alma Vidal
Fotografía y audiovisuales: David Ruiz Redes: Ron Lalá Prensa: María Díaz Administración: Juan Cañas Producción ejecutiva: Martín Vaamonde Diseño de producción: Ron Lalá / Emilia Yagüe Una coproducción de Teatros del Canal y Ron Lalá