Retrato de Agustín E. Díaz-Pacheco, un original escritor canario

Retrato de Agustín E. Díaz-Pacheco, un original escritor canario

Agustín E. Díaz-Pacheco es uno de los escritores de mayor calidad que he encontrado en los últimos tiempos. Además es todo lo contrario a un divo. Hemos paseado muchas veces por las calles de La Laguna y he observado que le saluda y aprecia todo el mundo. El motivo de este artículo arranca del hecho de haber publicado en la editorial Izana su libro de relatos, “Línea de naufragio”. Debido a que soy director de la colección me apetecía acercarme a la obra, pero sobre todo a la persona.

Agustín nació en Tenerife en 1952, es de ascendencia portuguesa y vasca, autor de la novela “El camarote de la memoria”, considerada como “la obra más importante de los últimos treinta años en la narrativa insular, junto a las obras de Sabas Martín y Domingo-Luis Hernández” (1), así como de los libros de narrativa corta “Los nenúfares de piedra”, “La cadena de agua y otros cuentos”, “La rotura indemne”, “La mirada de plata”, “Proa en nieblas”, “Breves atajos” y “Línea de naufragio”.

Ha sido premiado en varias ocasiones y traducido al francés, croata, inglés y alemán. Fue director literario de la Colección “Nuevas Escrituras Canarias” durante siete años. Desde 2002 escribe una columna de opinión, todos los sábados, en el periódico “La Opinión de Tenerife”.

La trayectoria creativa de Agustín, su itinerario literario, comenzó desde que era niño, mediante el relato oral, que desarrolló como alumno en un colegio de La Salle. También me consta la influencia de sus padres, buenos lectores. En el transcurso de sus estudios universitarios (Derecho, carrera que abandonó en quinto curso a falta de cinco asignaturas de distintos cursos) y Graduado Social (Relaciones Laborales), escribía cuentos mientras algún que otro profesor dictaba la clase del día (en eso nos parecemos un poco o bastante). Sin embargo, fue una enfermedad oftálmica la que se constituyó para él en un largo tiempo de meditación y, dado que solo afectaba a uno de los ojos, leía intensamente y también escribía gracias al otro. Tras recuperarse de la enfermedad obtuvo un premio de narrativa corta con “Los nenúfares de piedra».

En diversas etapas de su vida ha impartido clases de escritura creativa en academias, tales como la desaparecida Escuela Canaria de Artes Creativas Eduardo Westerdahl, y también a título particular. Son numerosas las personas que le adjudican un notable olfato para descubrir nuevos valores literarios, a la vez que no duda en cultivar la más estricta auto exigencia en su tarea como escritor. Es amante de la naturaleza y los animales (estando en segundo de Derecho solicitó a un funcionario universitario una mesita, colocó un pequeño cartel y dispuso pliegos para que sus compañeros firmaran en defensa del protegido lagarto de Salmor, en la Isla del Hierro). Siente pasión por la música, la pintura, la escultura, la fotografía y el cine. También ha practicado deportes como el fútbol, boxeo, kárate y continúa con el tiro con arco, deporte que le apasiona. Lo que no soporta son los chándales y ropas del mismo estilo (en eso también nos parecemos). ¿Se imaginan ustedes, como se dice en Canarias, nos dice sonriendo a una amiga y a mí, a la gente corriendo por la mañana, sudando y en chándal? Sería muy poco literario, añade, ya que tanto esfuerzo físico no debe ser bueno para la salud.

En la actualidad, trabaja en un libro de poemas y otro de relatos, mientras reflexiona y toma apuntes para dotarse de la siempre necesaria perspectiva de cara al trabajo de escribir otra novela.

En “Línea de naufragio (Izana, 2015) reúne catorce relatos y cuenta con un prólogo del escritor y profesor Jorge Majfud.

En el primer relato, “Bedieza”, el mito destaca entre el misterio y la búsqueda. Ese lugar recuerda a la isla de San Borondón o al incesante afán de búsqueda por parte del ser humano de todas las cosas perdidas. La ironía se puede encontrar en “Destoicos” y la recreación del encuentro y conquista del Nuevo Continente en “La luz y la sangre”. La paradoja narrativa se apodera de “Sueños avizores”, así como cierta picaresca urbana en “Sobrevivir”, los reflejos de la brevedad de la vida en “Temporalidad” y el cántico a la ecología y la naturaleza en “Waveland, el país de las olas”. Por otra parte, la soledad y la sorpresa vital están contenidas en “El museo de los espejos dormidos”, se llega a alcanzar la tonalidad del coraje y el cenit y nádir de la lucha humana en “Furia nocturna”, y hasta el humor, la ironía y la tragedia en “Embriagadora masacre”, llegándose a rescatar a un prestigioso intelectual tinerfeño en “La neoinquisición”. Así mismo, el báquico delirio de dos personajes históricos late intensamente en el relato titulado “Burbujas tropicales”, y aparece Oscar Wilde en un extenso y último relato que lleva por título “La balada del carcelero”, toda una labor de indagación, rescate, afirmación e intento manifiesto de inventiva narrativa.

Solo me queda añadir, como conclusión, que me encanta tomarme un café con él cada vez que voy a Tenerife. Y, precisamente, en la foto que ilustra este artículo lo estamos haciendo, en una terracita de La Laguna, en compañía de la librera, filóloga y traductora Ana Lima, la amiga común que nos presentó hace unos años.

(1) (La Provincia, “100 años de cultura en Canarias”, Antonio G. González, Las Palmas de Gran Canaria, 5 de octubre de 2011).

 

Autor

Novelista y catedrático de Política Económica, es profesor en los prestigiosos ICADE (Universidad Pontificia de Comillas) y CUNEF (Universidad Complutense de Madrid). Licenciado y doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y máster en Estudios Literarios y en Literatura Española. Ha escrito varios libros de economía y decenas de artículos, así como cinco novelas (La muerte lenta”, 1995, “Vivir es ver pasar”, 1997, “La paz de febrero”, 2006, “Entrevías mon amour”, 2009 y “Las mentiras inexactas”, 2012), sendos ensayos sobre los escritores Manuel Rico, 2012, y Haruki Murakami, 2013, y un libro de microrrelatos, los "Cuentos de los viernes", 2015. En la actualidad está escribiendo un segundo libro de microrrelatos: "Cuentos de los otros" y una nueva novela.

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