El éxito que en el año 2009 cosechase Resacón en las Vegas (277 millones de dólares recaudados en Estados Unidos y Globo de Oro a la mejor comedia o musical) ya vaticinaba en cierto modo que aquel extraño despertar que tuviesen los protagonistas de esta película no sería el último que viésemos en una pantalla grande. Apenas dos años después nos llegaba Resacón 2: Ahora en Thailandia y, como no podía ser de otra manera, siguiendo la misma frecuencia temporal, dos años más tarde el título se convertía en trilogía con esta nueva aventura de los personajes Phil, Stu y Alan, de nombre R3sacón.
Quizá la proximidad temporal que existe entre los tres títulos de la saga (tan sólo 4 años entre la primera y esta última) impide que veamos a Resacón 3 como una innecesaria prolongación de una historia que ya nos contó todo en la primera de las entregas. Los personajes siguen siendo los mismos (algo que siempre es de agradecer en una secuela), interpretados además por los mismos actores (algo que se agradece aún más), como también su director ha sabido mantenerse a lo largo de los tres títulos que componen la franquicia. Tan sólo un cambio de guionistas en la segunda película pudo modificar algo (que no lo hizo) un estilo narrativo que no ha cambiado un ápice a lo largo de toda la trilogía.
Pese a estar más que claro que la originalidad de la propuesta se perdió ya por completo con la segunda de sus partes, Resacón 3 se convierte en una digna heredera de sus dos antecesoras. Y es que Todd Phillips es consciente de esa pérdida inevitable de originalidad y renuncia por tanto a una nueva despedida de soltero, una nueva boda y una nueva resaca de consecuencias extremas. Aquí se opta directamente por someter a los personajes a las consecuencias de sus aventuras pasadas siguiendo aquella máxima de que «el pasado siempre vuelve». Una ruptura en su estructura argumental que queda compensada por unas mayores dosis de espectacularidad y un buen número de guiños constantes a lo visto en anteriores entregas. Y es que el mayor acierto de esta tercera parte, y por ende de toda la saga, es esa perfecta linealidad temporal que se respira con cada nueva entrega, esa sensación de que el paso del tiempo apenas ha hecho estragos en el transcurso de esta historia, por muy rocambolescas que sean las situaciones a las que se han de ver sometidos cada uno de sus personajes.
Su innegable buen ritmo y ese humor tan ácido, insolente y grosero (pero siempre efectivo), materializado la mayor parte del tiempo en el personaje interpretado por Zach Galifianakis, vuelven a convertir a una entrega de Resacón en el mejor de los entretenimientos para su espectador más potencial. Se agradece la incorporación de nuevos secundarios, como una Melissa McCarthy que se erige como toda una apuesta para un hipotético cuarto título. Del mismo modo, el peso que ya en la segunda parte comenzase a cobrar el actor Ken Jeong tan sólo pareció ser el preámbulo del claro protagonismo que en esta tercera película adquirirá el intérprete de origen coreano. Un testigo que parecía necesario ya ceder más si tenemos en cuenta que tanto Bradley Cooper como Hed Helms (tal vez algo menos este último) no han pasado de ser meras comparsas a lo largo de sus dos anteriores entregas.
Para los más puristas, aquellos que no conciben una nueva parte de Resacón sin una fiesta loca de consecuencias impredecibles, Todd Phillips se reserva tras los títulos de crédito una brillante secuencia que a buen seguro hará las delicias de todos los fans de la saga. Un motivo más que suficiente para no levantarse de la butaca hasta bien avanzados los títulos de crédito.
Resacón 3 (2013), de Todd Phillips, se estrena en España el 31 de mayo de 2013.
Mi Carlos, está como loco por ir a ver la peli¡¡¡