El tiempo vive encerrado en la esfera de mi reloj de Harry Potter y no encuentro el modo de hacerlo avanzar y ser por fin mayor como mi hermano. Sin embargo en el de mamá va muy rápido, ella se queja de no tener ni un minuto libre.
El de papá avanza de un modo extraño y no siempre marca el final de su jornada, por eso casi nunca cena con nosotros.
El abuelo no tiene, pero cada vez que el cuco canta el paso del tiempo en el del salón, hace un paréntesis en su dormitar y parece complacido de seguir ahí, en su mecedora.

Ilustración de Juan Luis López
Que el tiempo de tu vida sea eterno para que puedaa seguir deleitándonos con esos maravillosos relatos.Besos amiga
Hay que quitarse el reloj. Magnífico Yolanda, magnífico, Juan Luis