Ramón Paso adapta y dirige “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde

Ramón Paso adapta y dirige “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde

En la imagen los actores Jordi Millán y Ana Azorin La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso. Foto @RamónPaso.

 

Por Luis Muñoz Díez

 

La importancia de llamarse Ernesto está considerada como la mejor comedia de Oscar Wilde, por razones ajenas a su éxito como dramaturgo, fue el involuntario el broche de oro en su brillante carrera. Nada hacía presagiar aquel 14 de febrero de 1895, fecha en la que se estrenó la obra en el St. James’ Theatre de Londres, con el elogio unánime de crítica y público, que era un punto final.

Para Wilde de 41 años se acabó el tiempo de rosas. A partir de ahí su vida dio un giro tan radical como inesperado, cuando fue denunciado, juzgado y condenado por “indecencia grave”, en su caso el delito era mantener relaciones sexuales con hombres jóvenes.

En la obra no hay ni rastro del tortuoso camino que le toco padecer Oscar Wide, y es curioso que Ramón Paso elija en su faceta de director, una comedia tan brillante como blanca.

Ramón Paso como autor cuenta con una sólida carrera compuesta por piezas en carne viva, en las que pone luz a los rigores sufridos por la población durante, y después de la guerra civil dado que el ejército golpista resulto ser el victorioso. Incluso cuenta en su haber con obras deliciosamente perversas, que tanto hemos seguido, apreciado, y se ha escrito en esta Tarántula Cultural, tanto Coral Igualador como yo mismo.

La traducción al castellano para este montaje es de Sandra Pedraz Decker, de ella parte Ramón, que adapta y dirige un trabajo con buena sintaxis, para que el público pase un rato gozoso disfrutando de un texto inteligente. Provisto de una buena dosis de engaños, sorpresas y malentendidos en que todo acaba encajando estupendamente al gusto de todos los personajes, su victoria se contagia y el público sale del teatro con una sonrisa.

El éxito lo logra con una dirección limpia y ágil, para que la trama fluya sin demoras. Cuenta con un decorado adecuado y la iluminación de Pilar Velasco, una profesional que siempre suma calidad a todo que hace.

Inés Kezan y Paloma Paso, dos actrices brillantes en "La importancia de llamarse Ernesto", de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso

Inés Kezan y Paloma Paso, dos actrices brillantes en «La importancia de llamarse Ernesto», de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso

El reparto está muy bien elegido con actores habituales o fijos de la compañía PasoAzorín, lo encabeza la prestigiosa actriz  Paloma Paso Jardiel, que pone gesto y voz a una mujer que bajo su apariencia respetable, en confianza no esconde su falta de moral, que todo lo mide por el monto de la renta de los posibles pretendientes de su hija.

Su hija Gwendolen afirma “que no podría vivir si amor”, a lo que su madre responde “que como no se puede vivir es sin una buena renta” o asegura que el momento de mayor gozo para una mujer es cuando se queda viuda. El papel de Lady Bracknell es una fuente incesante de malévola ironía, y la actriz Paloma Paso Jardiel le saca partido sin usura.

Los actores que completan el elenco es joven, cuenta con el aciero del vestuario, en morado y verde sobre blanco, y es un soplo de aire fresco que el espectador percibe.

El personaje de Gwendolen lo recréa estupendamente en su superficial encanto la actriz Inés Kerzan, la joven vive para despistar a su madre y cumplir su sueño, que es lograr el amor. El trio familiar cumpuesto por la madre Lady Bracknrll, su hija Gwendolen, lo cierra su sobrino Algernon Moncrieff. Un parasito sin fortuna que parece tener siempre hambre, el actor Jordi Millán compone su indignidad con mucho encanto.

Ángela Peirat es sexi e imprescindible Lane en “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso.

Ángela Peirat es sexi e imprescindible Lane en “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso.

Al servicio de Algernon trabaja Lane, una mujer práctica que no pertenece a la clase social del resto, pero se mueve en ella como pez en el agua: opina, da consejos y no se pierde detalle. Interpretada de una manera deliciosa por la actriz Ángela Peirat, que luce talento y físico con el inusual desabillé con el que va por la vida: liguero y gafas redondas de sol con cristal morado.

Al honesto Ernesto le interpreta Sergio Otegui, que como sabemos lleva una doble vida, acude a casa de su compañero de fiesta Algernon, con el íntimo deseo de obtener el amor de su prima Gwendolen que lo tiene, pero también la tajante oposición de su madre, que no ve en el enamorado fortuna, ni apellido suficientes, y menos cuando se entera que apareció siendo un bebe dentro de una maleta en la consigna de la estación Victoria, aunque gozó de la buena suerte de ser adoptado por un hombre rico, que a su muerte le nombró tutor de su sobrina Cecily, con la que vive en el campo ejerciendo su tutoría con rectitud, llamándose por su nombre Jack Worthing.

David Degea, se llame Jack o Ernesto, le conocemos únicamente en su faceta seria, en casa de Algernon como enamorado pretendiente de Gwendolen, y en el campo como tutor de Cecily. El actor imprime a su personaje “con trastienda”, prudencia e incluso una timidez que facilita que el personaje despierte simpatía y ternura.

Cecily, tanbién está custodiada en el campo por un director espiritual, al que se opone con toda su resistencia, el actor Guillermo López-Acosta interpreta la rectitud zalamera del clero al servicio de la niña rica.

En la imagen el actor Sergio Otegui como el ponderado «Ernesto» e Inés Kerzán como Gwendolen- en «La importancia de llamarse Ernesto», de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso

En la imagen el actor Sergio Otegui como el ponderado «Ernesto» e Inés Kerzán como Gwendolen- en «La importancia de llamarse Ernesto», de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso

Ana Azorín es Cecily en la función, un papel de rebelde sin causa, aunque siempre la hay,  parece que Wilde hubiera escrito el personaje para la actriz. Ana Azorín tiene mucha fuerza sobre el escenario, y le viene el papel como anillo al dedo. Una joven con muchas ganas de vivir, si puede ser al lado de un marido crápula y divertido mejor. Si decía antes que el reparto al completo era un soplo de aire fresco, de Ana Azorín puedo añadir que transmite una vitalidad especial que invita a no resignarse.

Aprovechando un viaje de Jack a la ciudad para divertirse como Ernesto, llega a la casa de campo Algernon, huyendo de sus acreedores y fingiendo ser Ernesto. Cecily inmediatamente le declara un amor ciego, que confiesa sentir incluso antes de conocerle. Por circunstancias que no voy a desvelar, porque  mi intención es que acudan al teatro a ver la función, en la finca por diversos motivos van apareciendo Gwendolen, su madre acompañada por la sexi Lane y el mismo Ernesto, con lo que el enredo está servido.

El montaje que nos presenta la compañía PasoAzorín es digno de elogio, más allá de ser un trabajo con una factura excelente, es una prueba de que hay un publico para el teatro bien hecho antes llamado comercia, que llena la sala, aplaude el trabajo de los actores y no solo al final de la función, también al final de algunos cuados, y abandona el teatro satisfecho y con ganas de volver.

No hace falta contar con una bola de cristal para saber, que esta función hará temporada y una larga gira.

Enhorabuena a todos los que forman la compañía PasoAzorín

Ana Azorín y David Degea, son Cecily y Algernon en “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso.

Ana Azorín y Jordi Millán son Cecily y Algernon en “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde, en versión y dirección de Ramón Paso.

La importancia de llamarse Ernesto estará a partir del 30 de mayo de 2023, en el Teatro Lara de de Madrid, más información AQUÍ

Título La importancia de llamarse Ernesto / Autor Oscar Wilde / Traducción Sandra Pedraz Decker / Versión y dirección Ramón Paso /Reparto Paloma Paso Jardiel, Ana Azorín, Inés Kerzan, Jordi Millán, Sergio Otegui, Ángela Peirat y Guillermo López-Acosta / Ayte. dirección Blanca Azorín y Laura Auzmendi / Producción PASOAZORÍN TEATRO / Jefa de producción Inés Kerzan / Ayte. producción Sandra Pedraz Decker / Diseño de vestuario Inés Kerzan y Ángela Peirat / Iluminación Pilar Velasco / Fotografía Ramón Paso / Diseño Gráfico PasoAzorín Teatro

 

  • La versión de Ramón Paso de «La importancia de llamarse Ernesto», se estrenó en el Teatro Lara de Madrid, en agosto de 2019, con David Degea en el papel de Ernesto.

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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