En la imagen Cristóbal Arias, Ana Peña, Iván Ruiz Céspedes, María José Pírez, Luis Turpín, Susana Rodríguez y Daniel Sanz, que con Rubén de la Cruz, forman el reparto de ¿Qué harías si yo muero?
Por Luis Muñoz Díez
El 6 de septiembre de 2017 vuelve a la cartelera de sala LaNao8 -Madrid-, uno de sus éxito de la temporada 2016/2017: ¿Qué harías si yo muero? Una obra dirigida por Francisco Valcarce para Movimiento Sempieterno.
Desde Revista Tarántula seguimos con mucha atención todos los montajes de esta Compañía, que cada año presentan varios trabajos. Todos sus componentes escriben, interpretan y dirigen, por lo que estrenan funciones con continuidad y marca propia. Siempre diferentes, por la riqueza que aporta la mirada de los distintos componentes del grupo.
En el reparto y las ayudantías están implicados la compañía al completo, pero en este caso es Francisco Valcarce el que se ha hecho cargo de la dirección. ¿Qué harías si yo muero?, es su segundo trabajo como director, su debut lo hizo con «Phaedra«.
Francisco es un mozallón moreno de ojos negros, que ronda los dos metros, transmite confianza y amabilidad, siento por él un gran cariño por su gran humanidad, y cuenta con todo mi respeto y admiracón como profesional.
Fran, como actor es muy dúctil, bien dotado tanto para el drama como para la comedia e igual se enfunda en un traje oscuro rondado lo formal, como perfila con un poso de melancolía un perdedor en camiseta italina de tirantes.
En lo cómico moldea su cuerpo cual plastilina, como el que talla en humo. Componiendo toda suerte de desheredados de la fortuna, que saben sacar provecho a de su situación, con una mirada pícara y primaria, que desconcierta, enciende la curiosidad de «¿qué le pasará por la cabeza?» a tan «peculiar criatura»
Lo fascinante cala directamente en los sentidos, y no tiene traducción escrita. Solo quién lo haya visto en «El niño Ballena» en “Los listos siempre van al cielo” o «Marujas Vigoréxicas«, en ambas obras dirigido por otro haz de luz como es Iván Rúiz Céspedes, sabrá de lo que hablo, cuando escribo “peculiares criaturas”.
En lo dramático podría citar títulos como 1967, GE DE ERRE -Barón de Rais o Lieben, http://alemania.01 de Iván Rúiz Céspedes, Jugando a ser Humanos de Luis Turpín, Cravan de Mamuel Moteagudo, El Experimento o Potlchat de Coral Igualador.
Pero en este caso le he pedido que nos hable de ¿Qué harías si yo muero?
¿Por qué este montaje?
Es un texto que yo conocía desde hace tiempo y que tuve el placer de interpretar. De repente, no sé por qué volvió a mi memoria y me dije: puede ser interesante para trabajarlo. Lo propuse y salió para adelante. Soy un apasionado de los saltos de tiempo en mis montajes, ya los he incluido en otros como Phaedra, y además, este tiene un punto de misterio en el que no se sabe por qué el protagonista ha decidido quitarse la vida y eso me apasiona. Creo que es algo vital y que engancha, mantener al espectador pendiente de una resolución del conflicto desde el principio. Además está la temática de la obra que me parece que se puede llevar a cualquier tiempo, las relaciones humanas.
¿Qué quieres que le llegue al público?
Para mí principalmente creo que el montaje habla sobre las relaciones. Sobre cuánto conoces realmente a una persona. Creo que ninguno de los asistentes a la fiesta conoce realmente al personaje de Miguel, el protagonista. Es evidente que no actuamos igual con nuestros amigos, que con nuestra pareja o nuestras ex parejas, pero la obra cuenta cómo podemos ensalzar a una persona y creer que era alguien maravilloso cuando realmente nos damos cuenta de que no era para tanto. Simplemente era una persona más, con sus problemas y sus desventuras. ¿Quién tiene la culpa? ¿Los que ensalzan? ¿A quién se ensalza? Son preguntas que lanzo a los espectadores sin esperar respuesta. Simplemente para que se medite y hagamos un poco de introspección con nosotros mismos.
Fran, que te ha llamado la atención de la generación nacida en los «felices 60», que tanto me toca, para que situaras el avatar y muerte de Miguel en los años 90.
Por otro lado, hemos querido enmarcar el montaje en los años 90. Realizando un trabajo de investigación nos hemos dado cuenta de que los treintañeros de aquella época eran una generación que se encontraba algo perdida. Ni estaban en la etapa de liberación que dieron los años 80, ni en la represión y ansias de libertad de los 70, ni en el tenerlo casi todo de los 2000. Era una época de auge tecnológico y cosas nuevas que muchos no entendían y el no entender da miedo al fin y al cabo. Mezclemos todo esto con temas entorno a la juventud como son el amor y el desamor, la amistad, las drogas, el alcohol, la infidelidad, la lealtad etc, y ahí nos encontramos con geste desesperanzada y apocada. Que no lo han tenido todo y que tampoco saben si quieren tenerlo todo.
¿Qué quieres que le quede al público?
La gran pregunta. No lo sé. Principalmente espero que pasen un rato agradable que creo que es lo primero que debemos pretender al realizar nuestro trabajo. No suelo ser un director que escoja obras de temática que entrañen un problema. Quiero decir, que no me meto en conflictos políticos ni sociales ni esas cosas. Para nada lo critico y me parece algo muy bueno de hecho, pero yo prefiero contar una historia y que la gente saque sus propias conclusiones. Con que la gente piense fuera de la sala un solo momento en la obra y se haga alguna pregunta me doy por satisfecho. Eso es que ha calado algo, lo que sea.
Seguro que sí Fran, creo que la pregunta que da título a la obra todos nos la hemos hecho.
DIRECCIÓN Francisco Valcarce AYUDANTE DE DIRECCIÓN Gabriela Pulga INTÉRPRETES Cristóbal Arias, María José Pírez, Iván Ruiz Céspedes, Daniel Sanz, Rubén de la Cruz, Ana Peña, Susana Rodríguez y Luis Turpín / ESCENOGRAFÍA Endi Esteban / MAQUILLAJE Manuela Inclán / VESTUARIO Paco Balongo / ESPACIO SONORO Martín Lemos / DIBUJO CARTEL Tony Vega / GÉNERO Drama / DURACIÓN APROXIMADA 75 minutos