Jennifer Baldoría en ¿Por qué las hormigas no hacen huelga? de Francisco de los Ríos.
El hombre está y puede estar alienado de sí mismo sólo porque hay en él algo que alienar.
Por Coral Igualador
Este cuento moderno que nos presenta Francisco de los Rios tiene dos características esenciales que lo avalan como una propuesta interesante en la cartelera: un texto mas que notable y una interpretación que acompasa a la notabilidad del texto.
El autor y director juega a partes iguales con el contenido simbólico y el humor mas absurdo pero siempre bien colocado en la situación; a veces deviene de las palabras y otras de la interpretación de unos personajes que desfilan por el glorioso Estado de Laporinia.
Dicen ellos en su sinopsis que es una sátira social sobre las lamentables condiciones laborales de la mayoría de la población, y añaden que van más allá de esta premisa, cuando presentan al personaje del ciudadano Juan (un Juan Nadie como en la película de Frank Capra), deconstruido y vuelto a construir al antojo de lo que demanda la sociedad. Porque el cuento satírico de Francisco bebe y mana de las fuentes del film Meet John Doe, dandole giros actuales y con un final que varia la situación para que sea aún mas cruel y desesperanzador, o mas real. No sé si consciente o inconscientemente. Lo único es que el resultado es bueno.
Una magnifica premisa el convertir a un buen hombre, que solo abandono su puesto de trabajo en una cadena de montaje (aunque podría ser cualquiera de nuestros trabajos) para ver el cielo, porque había olvidado su color, en un líder, lobo mediático, sobre la reivindicación laboral. Por poner un pero, pequeño, escrito en letras muy minúsculas, el espectador puede perder la atención en la parte del audiovisual donde un científico cuenta metáforas de las hormigas, lo que da título a la obra.

Francisco de los Riós, autor, actor y escritor de ¿Por qué las hormigas no hacen huelga? en el papel de el presentador
Puesta esa pequeña barrera, lo demás te atrapa, te hace reflexionar y te divierte. El proceso de transformación del personaje de Juan, ciudadano Juan bautizado para el pueblo al que se deberá tras su enorme acto de rebeldía (ese de ver el cielo) está bien calculado y sobre todo, excelsamente interpretado por Javier Lago, que pasa de ser un hombre apocado de vida mediocre al que no le gustan las espinacas a un depredador sobre tribuna. Es impresionantemente verdadera su transformación y entre muchas de las cualidades que tiene la obra, una de ellas es ver a este actor sobre un escenario.
Jennifer Baldoría y el propio Francisco dan vida a infinidad de personajes estereotipados, divertidos, modificadores y también muy bien interpretados en sus cambios de vestuario y personalidad. Mujer y asesora de imagen magnificas, entre otros alter ego de Jennifer, presentador y cabeza modificadora secreta, maravillosos, entre otros alter egos de Francisco.
Comencé diciendo que es un cuento, y como cuento lo presentan entre papel que asemeja a una caverna, o a la tele de los Picapiedra. Mito de la caverna de Platón, quizás.Como cuento ese juicio de juez títere y abogados de la comedia del arte, como cuento ese vestuario al límite con cambios de pelucas.
Es cuento con poco presupuesto, escaso en un sala del off madrileño, pero es un cuento que está a la altura de muchos que están en salas que se pueden permitir tener ladrillos, piedras de caverna o cincuenta focos para iluminar. Entonces falla la escenografía, o lo que falla es el presupuesto del que se dispone para hacer una obra redonda, que ya de por si lo es, porque en ella el público aprecia dos pilares del teatro: lo textual y lo actoral.
Título: ¿Por qué las hormigas no hacen huelga? / Dirección y Texto: Francisco de los Ríos / Compañía: Teatro del Sótano / Actuación: Javier Lago, Jennifer Baldoría, Francisco de los Ríos
Sala La Usina C/Palos de la Frontera, 4