Pinito: Sombras de un trapecio. Un hermoso homenaje a Pinito del Oro y al Circo

Pinito: Sombras de un trapecio. Un hermoso homenaje a Pinito del Oro y al Circo

En la imagen la actriz Itziar Cabello, que encarna a la mítica Pinito del Oro en la función Pinito la sombra de un trapecio de David Utrilla, Raquel Calonge y Sebastián Moreno Fotos Eva Llorca

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Con Pinito: Sombras de un trapecio, La Casquería Teatro nos presenta una función agridulce, como lo es el éxito o la vida misma. Evoca una noche de abril de 1970, en que de alguna manera murió un poco el Circo en Madrid. Se retiró Pinito del Oro, y se cerró el emblemático Circo Price, fundadopor Thomas Price en 1880, sobre el solar de otro Circo: El Olímpico.

Al cerrar el Price, la madrileña plaza de el Rey se quedó huérfana de niños y mayores, formado cola ilusionados para asistir al llamado Mayor espectaculo del mundo, y al cerrar sus puertas en el local vació, sonaron todos los gritos del silencio de lo que fueron risa y emoción de miles de espectadores.

El 23 de mayo de 2019, La casquería Teatro, recrea en el nuevo Circo Price, aquella noche mágica en que la gran trapecista Pinito del Oro se retiró para siempre. Como las retiradas y los cierres siempre suscitan nostalgia, el texto de Raquel Calonge y Sebastián Moreno aprovecha para que la estrella del trapecio haga balance.

Pinito del Oro, es una mujer legendaria. Un mito, como lo son Manolete, María Callas, Lola Flores, Agatha Christie o Coco Chanel. El estatus de mito que les une, es ajeno a la profesión que les encumbró al Olimpo. Normalmente a las estrellas se les recuerda en su faceta gloriosa, caminado a dos palmos del suelo desprendiendo luz.

La Casquería ha querido poner el foco sobre Pinito niña, hija de una familia numerosa dedicada al Circo, nos narran su relación con a una madre, que no habla y lo dice todo, un padre al que se le han secado las lágrimas después de enterrar varios hijos envueltos únicamente en una manta, en sepulturas anónimas en el pueblo que tocase la función, en el viaje a ninguna parte, que tan bien describió Fernán Gómez.

La vida del artista de circo es un todo o un nada, andar el camino a pie o girar por las mejores pistas del Mundo, dos caras de una misma moneda.

Calonge, Moreno y Utrilla, con cuatro actores y un músico llenan un espacio como es  El Price:

Ángel Savín

Ángel Savín

El padre de Pinito, recreado por el actor Ángel Savín, con un desasosiego tan hondo, que emociona.  Se camufla en el disfraz de clown, supurando el dolor de quien sabe que el final está muy cerca, pero el dolor no se lo causa su vejez, que queramos o no, es únicamente un estado, si no por tanta perdida irreparable, como se ha visto obligado a soportar.

Teresa Hernández,

Teresa Hernández,

Una madre espectral, icónica, callada.  Encarnada de forma poderosa por Teresa Hernández, situada en lo alto de una grada. Una mujer que ha dedicado su vida a parir hijos para el circo, y coser zapatillas para sus niñas prodigios y morir una vez cumplido su cometido. Conoció bien el dolor, y el precio que hay que pagar por eso que llamamos “éxito”.  Que los Dioses otorgan con codicia a los humanos, eligiendo a unos pocos entre millones.

David Roldán

David Roldán

David Roldán, compone con acierto al compañero de Pinito, y acompañar a una estrella no es tarea facil, se te reconoce poco, y se te pondera mucho. Pinito no es excepción, y más vista desde la condición humana que nos  presenta la función.

Javier Gordo

Javier Gordo

La música en directo de Javier Gordo, es otro de las protagonistas, rasga el aire de una función que destila emoción y  melancolía. Una gran responsabilidad, y un buen trabajo el de Javier.

Itziar Cabello

Itziar Cabello

Itziar Cabello, logra el prodigio de que Pinito vuelva al Price, desafiando tiempo y espacio, recrea una vida que no fue fácil. Primero por la dureza que tiene el oficio, y para ella fue un peso añadido la muerte de su hermana Esther, también trapecista. Sin Esther no había espectáculo, y sin espectáculo no había taquilla. Ella debía correr sin descanso para ocupar su lugar, ante la burla de sus hermanos, y oyendo sin querer oir:  que mejor sería que hubiera muerto ella en vez de Esther. El guante del reto, la niña lo agarró con fuerza, y eso le hizo subir y subir el trapecio hasta tocar la cúpula del circo, sin red, donde aseguran los creadores de Pinito: Sombras de un trapecio que aletean mariposas negras.

La Casquería Teatro, que es lo mismo que decir Raquel Calonge, Sebastián Moreno y David Utrilla, han creado una función lírica, hermosa, que cala hondo. Suscita el desasosiego que lleva pareja la magia, el glamur en la cúpula del circo dondo vuela el trapecista y en el suelo de la pista el serrín y el poderoso olor de los animales.  En el trayecto de un lugar a otro, el aplauso entusiasmado o el dolor de la caída e incluso la muerte.

Dirección: David Utrilla y Sebastián Moreno. En escena Itziar Cabello, Ángel Savín, Teresa Hernández, David Roldán, Javier Gordo. Composición y música en directo: Javier Gordo. Ayudante de dirección: Raquel Calonge. Escenografía y espacio escénico: David de Blas. Diseño y técnica de luces: Maria Leal. Texto: Raquel Calonge y Sebastián Moreno. Fotografías: Eva Llorca. Producción: La Casquería Teatro

Pinito: Sombras de un trapecio, se estreno el 24 de mayo de 2019 en el Teatro Circo Price de Madrid

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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