“Pacto de silencio”, Robert Redford regresa a lo grande

“Pacto de silencio”, Robert Redford regresa a lo grande

Con más de cincuenta años dedicados al mundo del cine, Robert Redford se ha ganado merecidamente el status de leyenda viva del séptimo arte. Varias son las películas en las que ha participado y que a día de hoy se las consideran clásicos, como “El Golpe”, “Dos hombres y un destino”, “Todos los hombres del presidente” o “Los tres días del Cóndor”, en su faceta de actor; y “Quiz Show”, “El rio de la vida” o “Gente corriente” (que le valió el Óscar al mejor director en el año 81), en la de director y productor. No obstante, también es cierto que durante la última década su brillante trayectoria ha disminuido levemente en su calidad, con películas quizás algo más olvidables en comparación con las rodadas durante el pasado siglo XX.

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Shia LaBeouf en «Pacto de silencio» de Robert Redford

No obstante, no es este el caso de “Pacto de silencio”, su última obra tras los seis años transcurridos desde “Leones por corderos”, en la que ejerce de director, productor y principal protagonista; y que perfectamente pudiera encuadrarse en uno de los géneros más prolíficos de su carrera como cineasta, marcada por un mensaje generalmente reivindicativo e incluso polémico, relatándonos en esta ocasión la odisea sufrida por un antiguo radical obligado a reconciliarse con su pasado. Basado en una novela de Neil Gordon, el filme se centra en el personaje de Jim Grant (Redford), un abogado especializado en derechos civiles recientemente enviudado, que vive acomodadamente con su hija en un suburbio de Nueva York, y cuya vida da un giro radical cuando un joven periodista desvela su verdadera identidad como ex-militante de un grupo pacifista radical de los 70 y su condición de fugitivo supuestamente implicado en un asesinato cometido tiempo atrás. Tras descubrirse su secreto, que había guardado con celo durante más de 30 años, el protagonista se verá sometido a una persecución a escala nacional por parte del FBI.

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Robert Redford en «Pacto de silencio»

Con claros paralelismos al Jean Valjean de “Los miserables”, se trata de un thriller político con toque intimista muy bien realizado, con un buen número de aciertos notables que invitan a recomendar su visionado. El primero es la habilidad con la que se abordan varias de las constantes que muchas veces han caracterizado al cine de Redford, de ahí que la política (con su aparentemente inevitable corrupción intrínseca), la importancia del periodismo bien entendido, la búsqueda de la verdad y las relaciones entre padres e hijos; sean elementos que impregnan todo el metraje sin caer en los superficial, denotando además contrastada solvencia a la hora de sumergirse en el drama humano que se esconde tras la historia. Asimismo, se ha rodeado de un elenco de interpretes muy sobresaliente, contando con un buen número de actores incipientes como Shia LaBeouf, Terence Howard, Brit Marling o la nominada al Óscar Anna Kendrick y con estrellas ya consagradas como Julie Christie, Richard Jenkins, Nick Nolte, Stanley Tucci, Chris Cooper, Sam Elliot, Brendan Gleeson y Susan Sarandon; reparto que aunque no se aprovecha en toda su medida, supone sin lugar a duda un inestimable empujón para regocijo de cualquier amante del cine.

Asimismo, se denota a un Redford bastante experimentado que pone de manifiesto nuevamente su pensamiento político sobre la historia moderna de los EEUU, si bien con un carácter menos reivindicativo y radical que antaño. De hecho, aunque la historia se sitúa en la actualidad, son claras las referencias al pasado reciente de la primera potencia mundial del globo, rememorando a un movimiento de radicales anti-imperialistas de ideología marxista que surgió en defensa de los derechos civiles del país y en contra de su sangrienta política exterior, pero cuyas ansias por cambiar el mundo en algunos casos derivo en la generación de una violencia aún mayor, si cabe, y por la que algunos de sus participantes, si bien manteniendo invariable la importancia de sus acciones, muestran un cierto grado de arrepentimiento por los errores cometidos en su lucha a lo largo de la cinta.

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Susan Sarandon en «Pacto de silencio» de Robert Redford

No obstante, a pesar de que “Pacto de silencio” pueda considerarse una película bastante satisfactoria, no deben obviarse algunos elementos que suponen un pequeño lastre para el filme, entre los que destaca especialmente la en ocasiones excesiva sobriedad de su realización que no termina de aprovechar el carácter épico que subyace tras la trama. Ello puede ser debido a que el Robert Redford director ha optado por una realización con un toque clásico pero también de desarrollo plano y contenido, que en ciertos tramos puede ser considerado incluso monótono y carente de sorpresas, desperdiciando quizás una buena ocasión para crear una obra cumbre dentro de su género. La película cuenta con un inicio bastante prometedor, pero que debido a su poco arriesgada narración, aunque en todo momento correcta, probablemente implique que el espectador pueda sentir un cierto sabor agridulce de lo que pudo ser pero no se termino de alcanzar, muy en la línea de esa decepción que en cierta medida sufrieron aquellos jóvenes que convivieron con el movimiento cultural de protesta transcurrido a finales de los sesenta y principios de los setenta, lamentablemente malogrado y que probablemente se pueda extrapolar sin mucha dificultad a la actualidad. Ese sentimiento y fuerza motivada por la necesidad del cambio en un sistema considerado obsoleto que poco a poco se fue viniendo abajo.

En cualquier caso, Pacto de silencio” puede considerarse una película bastante recomendable que, aunque no alcance las cotas de excelencia a las que parace podría haber llegado, resulta una película bastante satisfactoria e inteligente que recupera a un Robert Redford en una de sus mejores obras de los últimos años.

 “Pacto de silencio”, de Robert Redford se estrenó en España el 31 de octubre de 2013

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