Enrique García Conde y Lucía Esteso, un Yago y una Emilia, de lujo para Otelo, con versión y dirección, de Antonio Domínguez y Juan Carlos Sanz
Por Luis Muñoz Díez
Dentro del festival En algún lugar del ser o no ser, dedicado a Cervantes y Shakespeare, La Red Company y Actually Theatre, han presentado Otelo. La función ha sido flor de dos días dentro del Festival, programada en el Teatro Galileo, pero no quiero dejar de poner por escrito, lo que considero un trabajo, en el que como ya es costumbre, hay que destacar el amor a la profesión, y la vitalidad de los equipos técnicos y artísticos que hacen posibles estos montajes.
The Tragedy of Othello, the Moor of Venice, es el titulo original de la obra de Shakespeare, traducida por Ángel-Luis Pujante, con versión y dirección, a la limón, de Antonio Domínguez y Juan Carlos Sanz.
Otelo, es el representante por excelencia de quien sufre el tormento de los celos, un sentimiento que no precisa de razones. Se sienten o no. En la obra de Shakespeare, Otelo se tortura con la ayuda desinteresada de su alférez Yago. Pero, quizá en esta versión de Domínguez y Sanz, se incida aún más, en que el estado que vive el moro de Venecia, tiene mucho que ver, la buena gestión de la recreación de la realidad que hace su atento «alférez«. Quién, ata al moro en corto, le habla, le susurra, con un lenguaje zalamero y envolventede de falsa lealtad. Le tortura hasta que logra que vea por sus ojos.
En la versión de Domínguez y Sanz, sin perder protagonismo los famosos celos, los gana la maldad. Como ejercicio altruista, sin fin concreto. Yago, destroza la vida de Otelo, y por ende la de Desdémona. Sin una razón tangible de gloria o botín, es una versión muy estilizada sobre la estética del mal, por el mal, y la inteligencia puesta a su servicio.
En la sociedad, inglesa, racista y elitistas. Tolerantes con todos, mientras sepan estar en su lugar inferior, y ni los toquen, ni se les acerquen. Sorprende que Shakespeare, en este drama no significara más, la raza del protagonista. Me temo, que al ser una tragedia acaecida en el Mediterráneo, se consintiera, dado que saliendo de las islas, ya todo es campo, sin mucho matiz.
En la versión de Domínguez y Sanz, el que Otelo pudiera provenir de la una raza de los infieles, no ocupa lugar alguno, Incluso el actor elegido para interpretarlo tiene un físico completamente europeo.
Con la adaptación, el reparto se ha quedado en siete personajes, interpretados por seis actores, y la puesta en escena, por un juego de armarios con puertas, de las que salen y entran los personajes, está muy bien resuelta para facilitar la acción, de una función que discurre ágil, con gran valor didáctico, porque se sigue con toda facilidad.

En la imagen Laura Fernández-Desdémona, Jesús Rodriguez.Rodrigo, Enrique García Conde.Yago, David Vaquero-Casiio y Lucía Esteso-Emilia.
La función ronda las dos horas, entretiene e interesa, la puesta en escena no logra la continuidad deseada, y el saldo final nos deja escenas de gran belleza, con otras menos cuidadas. En el tema de la interpretación me sugiere algunas preguntas, en esta versión el protagonista y hacedor es Yago, imagino que será algo elegido por los adaptadores. En el personaje de Otelo, no se vislumbra el poder que ostenta, en ningún momento.
No marcan dicotomía en el personaje de Otelo, fuerte como político y vulnerable como hombre, de la misma manera que tampoco la marcan con Yago, el primero es vulnerable y actúa al dictado del segundo, y Yago es una máquina manipulando la realidad.
El actor Alberto Barahona, compone un Otelo vulnerable, supongo que se lo habrán marcado así. Enrique García Conde, recrea un Yago brillante sin fisura, y se luce, como también se luce la catriz Lucía Esteso, que compone con fuerza y emoción a Emilia, la decepcionada esposa de Yago, y sirvienta de Desdémona.
A la incomprendida Desdémona, la interpreta de una foma digna Laura Fernández, para mí, hay dos personajes de Shakespeare, que tienen más riesgos que posibilidad de lucimiento, porque se limitan a ser un espejismo de sus amados, y son Ofelia y Desdémona.
David Vaquero, encarna a Miguel Cassio, el hombre que por las ficciones de Yago, Otelo ve en la cama gozando a Desdémona. Un actor como fuerza sobre el escenario, y un buen físico, que hacen creibles las fantasías que Yago hace creer a Otelo. Jesús Rodríguez, dobla y compone un Rodrigo acertado, y un Dux marcado con poco peso, como el mimo Otelo.
Juan Carlos Sanz y Antonio Domínguez, nos presentan una función, directa, clara, contada con un lenguaje totalmente pedagógico, pero en la función, no reconozco al personaje de Otelo, igual es que es la hora de Yago.
Título Otelo / Autor William Shakespeare / Dirección y versión Juan Carlos Sanz y Antonio Domínguez / Traducción Ángel-Luis Pujante / Reparto Alberto Barahona, Laura Fernández, Enrique García Conde, Lucía Esteso, Jesús Rodriguez y David Vaquero. / Ayudante de Dirección Mayte Barrea / Escenografía y Vestuario Cristina Domínguez / Diseño de Iluminación Antonio Domínguez / Diseño de Sonido Germán Collado / Videoescena Mayte Barrera / Prensa Lucía Esteso / Diseño gráfico Ruth Marbé/ Producción Rosel Murillo Lechuga / La Red Company y Actually Theatre.
La función se representó los días 27 y 28 de mayo, de 2016 en el Teatro Galileo de Madrid