En la imagen la actriz Carmen del Valle, Olivia en «Noche de reyes» de William Shakespeare, en versión de Álvaro Tato y Helena Pimenta, dirigida por Pimenta Foto José Alberto Puebla
Por Luis Muñoz Díez
Noche de reyes, de William Shakespeare en manos de Álvaro Tato y Helena Pimenta, se convierte en una deliciosa comedia de amor y deseo, una precursora de la comedia de situación que, aunque la acción está centrada en una imaginaria ciudad llamada Iliria, con ese nombre se conoce una región bañada por el Adriático.
Noche de reyes pertenece a las comedias lúdicas del bardo, y los adaptadores la colorean, aroman y bañan de Mediterráneo, en donde los contrariedades e intrigas son amorosas. Conformados con equívocos propiciados por dos hermanos idénticos supervivientes de un naufragio, Sebastián y Viola, que alteran hormonas y feromonas de la ciudad.
Iliria es tierra de piratas, escenario poco seguro para una mujer sola, por lo que la naufraga Viola, se presenta en la ciudad vestida de hombre, y entra como criado al servicio de Orsino, conde de Iliria, enamorado a jornada completa de la bella Olivia, que guarda luto por la muerte de su padre y su hermano. El conde no es correspondido y envía a su “criado”, para ablandar el corazón de su amada, pero su amada lejos de ceder cae rendida de amor ante el “criado” que, no es otro que Viola, cerrando el triángulo dado que su falso criado está enamorada del conde, y el noble se desconcierta ante lo que siente por su “criado” en las distancias cortas.
La casa de la huérfana Olivia, es un divertido hervidero de grillos. A la cabeza su tío Sir Toby Belch pariente de Olivia, Sir Andrew Aguecheek proveedor del pariente de Olivia, de juergas y caprichos a cambio de mediar para que la bella y rica Olivia acceda a casarse con él. Olivia tiene a su servicio a Malvolio, como secretario, también le sirve María una astuta criada interpretada por la actriz Victoria Salvador con todo el ingenio preciso-, y Feste que hace las veces de bufón. Un prodigio de cordura entre tanto desatino -al que pone atractivo y mucha gracia el actor David Soto Giganto.
Patxi Pérez –Sir Andrew– forma otra pareja cómica excelente con Sir Toby –José Tomás– -es de nota el momento en que Sir Toby enseña a –Sir Andrew– a bailar el Sirtaki-. Una broma de María y los “Sires” al secretario –Malvolio, sirve en bandeja una escena llevada a límites cómo permite la comedia al actor Rafa Castejón, con sus medias amarillas, y su sonrisa de dibujo animado, que el actor saca todo el partido.
La adaptación es tan deliciosa como equilibrada, está hilada con tal destreza que en ningún momento se pierde la atención. Se abre una intriga que, se resuelve cuando ya está pergeñada la siguiente. La dirección de Piementa es imparable, pero marcando bien los tiempos para que cada propuesta sea un suma y sigue, y no se solapen.
La rica y codiciada Olivia y Viola bajo su traje de criado logran momentos de enredo de alta comedia. Las actrices Haizea Baiges –Viola– y Carmen del Valle –Olivia-, son dos actrices de una pieza, y forman un tándem realmente sugerente.
El diseño del espacio escénico de José Tomé y Mónica Teijeiro, es un retablo que se abre y se cierra como un tríptico, cuando está abierto tiene la belleza del mar pintado por Sorolla, y al cerrarse es callejón. Pero la adaptación de Noche de reyes que nos presenta Tato y Pimenta, es un soplo de aire fresco, con unos personajes que pasados por su tamiz son todo pasión y vida, en que la parte oscura por un momento no se ilumina, y todo el tiempo es recreo.
El diseño de iluminación es de David Hortelano, la coreografía de Nuria Castejón, el espacio sonoro de Ignacio García, y del vestuario es un primor, también a cargo de José Tomé y Mónica Teijeiro.
En la obra lúdica de William Shakespeare es común la dualidad que propicia la sexualidad de equívoca, con ocurre en El sueño de una noche de verano, dentro del juego de perdidas y encuentros de quién en realidad somos, pero en esta adaptación de Noche de reyes, se aborda de una forma explicita. El amor incondicional de Antonio, el capitán que rescató a Sebastián -que no se pronuncia sobre tal sentimiento-, interpretado por el actor Sacha Tomé.
El hermano idéntico de Viola es un personaje que entra al final de la obra, para resolver los conflictos. Eso sí, irrumpe de manera estelar, siendo el objeto del deseo consumado de Olivia -convencida de que es el “criado” y cuenta con una escena con una hermosa de carga simbólica, donde los hermanos se reconocen en su dualidad, de espejo.
El final es feliz para todos, quizá quien se lleve la peor parte sea el burlado Malvolio, que se le toma como chivo expiatorio de la arrogancia en el ejercicio de su puesto, como si alguno estuviera libre de ella.
Poco o nada más se puede decir de Noche de reyes en versión de Tato y Pimenta, quizá me haya extendido demasiado, podría haber sido más escueto porque “hay veces que todas las piezas encaja con un resultado excelente”
Noche de reyes estará del 21 al 6 de marzo de 2021 en Naves del Español en Matadero / Sala Fernando Arrabal (Nave 11), más información y compra de entradas AQUÍ.
De: William Shakespeare Versión: Álvaro Tato y Helena Pimenta Dirección: Helena Pimenta Con: Haizea Baiges (Viola), Carmen del Valle (Olivia), José Tomé (Sir Toby / Orsino), Rafa Castejón (Malvolio / Antonio), Patxi Pérez (Sir Andrew), Sacha Tomé (Sebastián), Victoria Salvador (María) y David Soto Giganto (Feste / Capitán)
Diseño de espacio escénico y vestuario: José Tomé y Mónica Teijeiro Diseño de iluminación: David Hortelano (AAI)Coreografía: Nuria Castejón Espacio sonoro: Ignacio García Una coproducción del Teatro Español y UR teatro