La familia mal, gracias. La frase podría resumir perfectamente el argumento de varias de las películas que se proyectaron durante el viernes 20 de noviembre en MUCES (Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia).
La novia, segundo largometraje de la española Paula Ortiz, abrió una jornada protagonizada por clanes disfuncionales. La directora aragonesa adapta libremente Bodas de sangre en un largometraje de una belleza visual apabullante. La realizadora maña cuida la composición de cada plano al máximo sacando todo el partido de la espléndida fotografía de Migue Amodeo y una magnífica dirección artística de Jesús Bosqued para dotar a la tragedia de Federico García Lorca de un aire de western, donde el bello paisaje del desierto de Los Monegros es un personaje más. Como ocurriera en De tu ventana a la mía, Ortiz ofrece un trabajo donde las mujeres son el principal motor de la trama. El filme se beneficia de la espléndida labor de Luisa Gabasa, la madre atormentada del novio, e Inma Cuesta, que otorga el necesario aliento trágico a la protagonista, una mujer que se debate entre el amor de dos hombres pertenecientes a familias enfrentadas. No obstante, su indudable belleza plástica se convierte en el gran enemigo del filme, que en ciertos momentos parece demasiado embelesado con el envoltorio. No obstante, resulta indudable que nos encontramos ante una adaptación original de la obra del dramaturgo andaluz y una de las producciones más importantes del cine español de 2015.
The Here After
Interesante resultó también The Here After, largometraje sueco que dirige Magnus von Horn. La cinta nos muestra la vida de un adolescente que regresa a la casa de su padre después de pasar un tiempo en un reformatorio. Tanto sus parientes como sus compañeros de instituto no le perdonarán el delito que cometió y, a consecuencia de todo ello, el joven se sentirá poco a poco acorralado. Horn va desvelando poco a poco los detalles del crimen y crea una particula calma chicha que acaba estallando en su último tercio. El filme evidencia quizá en exceso la influencia de La caza o Celebración, dos trabajos de Thomas Vinterberg que ponen de manifiesto la violencia que existe en la sociedad y en las relaciones familiares. A este respecto, no parece casualidad que Zentropa, la productora habitual del cineasta danés, haya sido la responsable de financiarlo.
Toto y sus hermanas
Toto y sus hermanas se encargó de clausurar el trío de largometrajes sobre clanes disfuncionales de la jornada. Candidato al Mejor Documental de los premios del Cine Europeo, la película de Alexander Nanaus plasma en imágenes el particular drama que viven dos adolescentes y un niño de diez años en un suburbio de Bucarest. Hijos de una madre que ha sido encarcelada por tráfico de estupefacientes, los tres menores viven en un apartamento que parece más una narcosala que un hogar. Mientras la mayor parece que ha emprendido el mal camino de su progenitora, los dos pequeños intentan salir adelante con la ayuda de los asistentes sociales. Sin esconder en ningún momento la terrible situación de los chavales, Toto y sus hermanas logra que el público se haga participe de sus pesares, pero también de sus pequeños logros.
Robles duelo al sol
Nuestra cobertura de la jornada se cerró con Robles, duelo al sol, documental de Sonia Tercero Ramiro. El filme indaga en la figura de José Robles Pazos, profesor español de Literatura en la Universidad de Jopkins y traductor de Manhattan Transfer, novela de su amigo John Dos Passos. Precisamente las indagaciones del escritor norteamericano sobre la misteriosa desaparición del intelectual son utilizadas como particular hilo narrativo de esta obra de no ficción. La visita del nieto del célebre literato estadounidense a Madrid sirve a los responsables del filme para hablarnos de la amistad de los dos hombres, el ambiente cultural de la España del primer tercio del siglo XX y el trabajo de los corresponsales extranjeros en la capital durante la Guerra Civil. El largometraje traza también un interesante paralelismo entre José Robles Pazos y su hermano Ramón, dos personas con la misma exquisita educación que se decantaron por opciones políticas opuestas, y las dos Españas que enfrentaron en el conflicto bélico. Bien documentada y dirigida con pulso filme por su directora, la película, que se puede disfrutar como un thriller de no ficción, ilumina uno de los muchos aspectos oscuros de la Historia de la piel de toro.
