El peso del pasado en las vidas de las personas fue el común denominador de alguna de las películas exhibidas en la jornada del domingo 22 de noviembre en MUCES (Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia).
La sección Lo nunca visto nos permitió disfrutar de Cuando soñábamos (también conocida como Mientras soñábamos), largometraje de Andreas Dresen que fue recibido con cierta frialdad durante su estreno en el pasado Festival de Berlín. El autor de las prestigiosas En el séptimo cielo y Stopped on track toma como base una exitosa novela de Clemens Meyer para ofrecernos la historia de una pandilla de adolescentes que fueron niños en los últimos años de la RDA y se convirtieron en adultos durante los primeros tiempos de la reunificación alemana. La película alterna las correrías de estos chavales en la pubertad con flashbacks que nos muestran cómo fueron educados en el régimen comunista. Dresen sabe extraer autenticidad de sus jóvenes actores germanos, pero su particular crónica sobre estos vándalos en un país en profundo cambio está repleta de lugares comunes sobre la delincuencia juvenil, como las luchas entre bandas rivales, los excesos con las drogas, las muertes prematuras y las estancias entre rejas. Tampoco la impersonal puesta en escena logra que el filme se eleve más allá de lo mediocre.
Mucho más interesante resultó la sueca Hotel, cinta de Lisa Langseth protagonizada por una de las actrices del momento: Alicia Vikander, la protagonista femenina de Ex Machina y Operación U.N.C.L.E. La joven estrella encarna a una mujer que trata de sobreponerse del nacimiento de un bebé que sufre graves malformaciones. Junto a algunos de sus compañeros de terapia de grupo, decide marcharse a vivir a un hotel para aislarse de los problemas que cada uno tiene y poder ser feliz durante un tiempo. Drama con elementos de comedia absurda, la película cuenta con un punto de partida original y se beneficia de un reparto espléndido, aunque quizá nunca acabe de encontrar el equilibrio entre tragedia y humor. No obstante, la cinta resulta una apuesta más que curiosa con un mensaje muy certero: los problemas no desaparecen por mucho que huyamos de ellos.
De Suecia, país invitado en MUCES 2015, también llegó La reunión, ópera prima de Anna Odell que se alzó con el premio FIPRESCI del Festival de Venecia 2013. Definida como una mezcla de Celebración y los largometrajes de Todd Solondz, el filme parte de la realidad para abordar una película de ficción. La realizadora, que se encarna a sí misma, imagina qué hubiera ocurrido si sus compañeros de instituto le hubieran invitado a su fiesta de reunión y ella hubiera decidido acudir para echarles en cara el acoso que sufrió por parte de ellos en su juventud. No obstante, no se queda ahí: Odell invita a ver el resultado a sus antiguos compañeros para que le digan qué les parece y cuáles son las razones que les llevaron a prescindir de ella en su particular reencuentro. De esta manera, la propia realizadora pretenderá superar aquellos complejos que lleva arrastrando desde la adolescencia, cuando la gente de su edad la consideraba una perdedora. Sin ninguna duda, La reunión logra sorprender por su atípico planteamiento, aunque su segunda mitad, la que pretende ser real, parezca demasiado orquestada como para ser verosímil.
Las cintas de Langseth y Odell pusieron de manifiesto, junto a la inclusión de The Here After en la Sección Oficial, que Suecia es mucho más, cinematográficamente hablando, que el país natal de Ingmar Bergman. No obstante, el autor de Fresas Salvajes estuvo muy presente en el certamen segoviano. La exposición Ingmar: Ibsen y Strindberg en escena nos mostró cómo el director abordó las adaptaciones de las obras teatrales de dos dramaturgos fundamentales. Numerosas fotografías y vídeos arrojaron luz sobre la particular forma de adentrarse en el universo creativo de sus compatriotas. Como particular complemento de este particular homenaje, MUCES incluyó en su programación de El rostro, uno de los trabajos clave del realizador, y el largometraje Descubriendo a Bergman, donde cineastas como Woody Allen, Michael Haneke, Martin Scorsese o Francis Ford Coppola, entre muchos otros, analizan la filmografía del firmante de Persona.
La participación sueca en esta edición también incluyó la exhibición del documental Belleville Baby, la exposición de fotografías Enjoysweden y un ciclo de películas clave del cine del país escandinavo, como Elvira Madigan, La carretera fantasma, Las mejores intenciones, Lylia Forever, Mi vida como un perro y la citada El rostro.