(mosca) de Gustavo del Rio.

(mosca) de Gustavo del Rio.

Fátima Domínguez y Luciana Drago en (mosca) de Gustavo del Rio. Foto de David Ruiz

Si no les gustas por ser tú mismo, se tú mismo aún más.

Taylor Swift.

por Coral Igualador

A esta obra le da título un juego popular infantil. Uno de esos divertimentos agresivos donde el meollo consistía en pegar entre todos a alguien que se ponía en un pasillo de manos dispuestas a dar golpes y si descubrías al pegador inmediato, a él le tocaba ser la víctima nueva de la avalancha. Juego al que enfrentarse en el patio del colegio, lugar donde se constituía la otra parte de la educación en nuestros primeros años.

Gustavo del Rio, co escritor y director de (mosca)

Y con este panorama de título y de juego, ya pueden intuir por donde van los derroteros de está imprescindible función que han co-escrito  magistralmente Gustavo del Río y Virginia Rodríguez, porque el texto esta diseñado con todo el abanico de situaciones, personajes y necesidades verbales para convertirse en un lugar de reflexión inteligente, original y con un ritmo exacto, pero intenso desde la puesta en escena más técnica, al lugar emociona al que nos lleva sin pausa la dirección de Gustavo del Río.

La obra ya ha recorrido una trayectoria de varias funciones: en Cuarta Pared, en Nave 73 en el festival de la igualdad, y de gira por otros teatro e institutos de España. Ahora se incorpora un actor nuevo: Manuel Enríquez, que junto a Luciana Drago y Fátima Domínguez realizan un trabajo creíble, dando vida a padre, profesora y madre de Pedro, el niño de diez años a quien también le dan voz; a ese niño que recibe escupitajos y humillaciones en el colegio porque un alguien acompañado por un corifante cruel decide que para sentirse mejor en su miseria debe agredir a quienes piensa que son diferentes, independientemente de cual crean que es la diferencia. Y les dan voz y alma los tres actores, siendo a veces los adultos que le rodean y otras el discurso de Pedro, porque Pedro también es cada uno de nosotros, y cuando a alguien le agreden, la onda nos hace ser igualmente víctimas y responsables.

Manuel Enriquez es el padre de Pedro y también Pedro. Foto: Rubén Visualart

La obra refleja fielmente el miedo de Pedro y de los adultos que rodean a la situación, refleja la falta de información que te lleva a no saber que hacer, ese mirar para otro lado y dejar pasar el tiempo ya que así puede que se acaben las situaciones que jamás tendrían que haber comenzado. Refleja una sociedad que aún no ha evolucionado en aceptar que cada uno es como es y que ello nos convierte en mejores por diversos.

Esta función nos proporciona momentos magistrales de la mano de una dirección con pulso firme y claro conocimiento y sensibilidad para el ritmo y la puesta en escena. Luces, movimiento, transiciones acompañan eficazmente a la historia de Pedro recalcando lo cotidiano y doloroso de la situación. Otro trabajo milimétrico, veraz y desgarrador es el de las dos actrices y el actor que encarnan este cuadro de acoso escolar.

Una obra imprescindible para muchos porque se sentirán reflejados, un obra imprescindible para todos por la reflexión a la que nos somete,  y sobre todo por su calidad como constructo teatral.

Titulo: (mosca) / Director: Gustavo del Río /  Texto: Gustavo del Río y Virginia Rodríguez/ Compañía: Sudhum Teatro/ Actuación: Manuel Enríquez, Fátima Domínguez, Luciana Drago /Espacio escénico y luces: Virginia Rodríguez

 

Actualmente en:

Nave 73, miércoles de octubre a las 20:30

 

 

Autor

Desde que me recuerdo me han gustado los actos de narración: teatro, literatura, cine... Me apasiona la narración, la psicología y la comunicación y por eso de los caminos no rectos, pero que conducen a lo mismo, acabe estudiando logopedia. He tenido la oportunidad de formarme y trabajar como consultora de comunicación, voz, teatro creatividad y desarrollo personal para diversas entidades y personas. También escribo guiones, obras de teatro, dirijo y actuó. Otra oportunidad que me ha brindado la vida es la de escribir sobre el teatro que se sigue vivo, eternamente vivo, y poder difundirlo.

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