En la imagen la actriz Henar Frías que encarna a Molly Bloom, de James Joyce, en la versión que la actriz firma junto a Rubén Tobías, que se ha hecho cargo de la dirección. Foto
Por Luis Muñoz Díez
La novela de James Joyce, Ulises se publicó 1922, para muchos es la mejor novela escrita en lengua inglesa, prolija en descripciones de los rincones de la ciudad de Dublín y de sus habitantes, de los que muestra una rica galería que retrata con precisión el carácter de los dublineses.
Su protagonista se llama Leopold Bloom, con él, el autor quiere hacer un símil del legendario Ulises, pero este vive a principios del siglo XX. Sin cumplir gesta ni grandeza alguna, pero obligado a ir de aquí para allá por su condición de agente comercial, y conocer a diferentes personas. El Ulises dublinés esta casado con Molly, llamada a ser su Penélope particular, pero ella no está predispuesta para serlo.
La novela cuenta con un largo epílogo, famosos por su escueta puntuación. A partir de ese epilogo, se han realizado adaptaciones al teatro, que sumado al fértil caudal de opiniones y estudios que se han hecho sobre una obra literaria tan importante, sin cesar desde su publicación, es difícil ver un montaje teatral sin que nos condicione lo que ya, conocemos.
Henar Frías no solo ha hecho la versión junto Rubén Tobías de “Molly Bloom”, de James Joyce, también la protagoniza, y se ha hecho cargo de la escenografía y el vestuario.
El camino de Rubén Tobías y Henar Frías como adaptadores, bajo la dirección de Rubén y la interpretación de Henar, es lo único que permanece del estreno de 2015, en que la representación tenía una duración de cuatro horas, de lo que se puede deducir que la pieza que podemos ver ahora, si bien en fondo respeta integro el mensaje de Joyce, en forma es una creación propia de Frías y Tobías, en la que se incide en determinadas ideas, y se pasa de puntillas por otras.
Por lo anterior, únicamente me voy a centrar en la Molly, que he conocido en la función, de lo que sé del señor Bloom, y de su amante por lo que la mujer y amante nos cuenta. La Molly de Tobias y Frías de entrada se presenta como una mujer con un acentuada ansiedad por el lugar tan inseguro que ocupaban hasta ayer las mujeres en determinado extracto social. Ni podía ser excéntrica como una aristocrática, ni era una obrera que tenia que trabajar hasta caer agotada. Simplemente era una mujer de clase media baja, que cree que su único garante es ser hermosa, y a ese empeño dedica su tiempo. Por educación piensa que vale exactamente la cantidad de deseó que pueda despertar en un hombre. Detesta a su marido pero sabe que su único lugar en el mundo es ser la Sra Bloom, su marido directamente no la ve, y busca en otros hombres no solo el sexo que el Sr Bloom le escatima, también por revalidar el único valor que cree tener: ser una mujer codiciada como objeto.
La actriz Henar Frías en esta faceta de su personaje, se muestra insomne pero juguetona y sensual, reivindicando su derecho a gozar del sexo igual que un hombre, en una tibia reivindicación femenina, porque juega pero no cambia nada, durante este tramo de la obra la actriz con sus relatos de sociedad y erótico amorosos establece una relación fluida, incluso sensual con el publico, al que seduce y hace reír.
Cuando parece que la función es eso, que por otra parte es suficiente por trama e información vertida, y el estupendo trabajo de la actriz. La pieza gira sobre su propio eje. En principio cuando Molly afirma con tristeza que el paso del tiempo para una mujer no lo reflejan los espejos, si no los ojos de un hombre. Esta apreciación la única novedad es oírlo verbalizado pues, era un marcado temor que ya conocíamos por el mensaje de la función. Pero está reflexión es llave para que conozcamos que un hijo de Molly murió a los once días, que le acabó de tejer un jersey azul con lana y lágrimas, que su marido no la volvió a tratarla igual, que después tuvo una hija que a los 15 años por decisión paterna, la sacó de la casa y de la ciudad, con el pretexto de que estudiara fotografía, y ella, su madre, no había puesto la menor resistencia porque para no ver lo que le dolía, vivía entregada a una pasión.
En un momento dado mientras formula la pregunta de por qué, los hombres no respetan a las mujeres, aportando el argumento de que ellos habían llegado a una situación de fortaleza, por el cuidado de sus madres cuando eran vulnerables. Y para mi, a partir de ahí se ahonda el drama de esa mujer que por su demanda de reconocimiento a la figura de las madres, es hace consciente de que ella no ha tenido madre, que tuvo que renunciar a su primer y único amor, y que a partir de ahí todo había sido una huida hacia delante, un tapar y tapar, para no ver.
La actriz ahora no se muestra dicharachera y sensual, nos trasmite de manera honda su verdadero dolor. Todo lo que parecía frívolo en Molly, era un dolor enmascarado. Aún reivindicando la parte de sexo que a todos nos es preciso, ahora sabe y sabemos, que el terror de no ser deseada va más allá de la vigencia que le reporta en su peculiar tasación y mercado. Hasta ahora, había sido la única posibilidad de ser abrazada, y paliar su orfandad de un cariño que se precisa y no se sabe e explicar, en un mundo de hombres, y hecho para los hombres.
Es meritorio el trabajo de adaptación de ambos creadores, dada la dificultad que entraña restar sin que la estructura dramática se resienta, y es de nota cuando se trata de una trama conocida y parte de un texto literario. La función tal y como la vemos tiene un «crecento» bien medido, culminando con la comprensión del drama de la desdichada Molly Bloom.
La puesta en escena de Rubén Tobías ha limado con eficacia el peligro de que la obra sea discursiva, lo que no sería mas que volver a su propia raíz literaria, el contar la escenografía con tantos rincones aporta movilidad, a la que contribuye la pormenorizada interpretación de Henar Frías.

En la imagen Henar Frías cautiva al público con su trabajo “Molly Bloom”, de James Joyce, en versión de Rubén Tobías y Henar Frías
Molly Bloom, está programada todos los miércoles y jueves de diciembre 2021 en Nave 73 -Madrid- mas información AQUÍ.
Molly Bloom, está basado en el epílogo de la novela de James Joyce, Ulises. Versión Henar Frías y Rubén Tobías Dirección Rubén Tobías Zwick Reparto Molly Bloom: Henar Frías. Escenografía y vestuario Henar Frías Producción ToBeFree Producciones