Mirándome el ombligo

Mirándome el ombligo

Al principio traté de solucionarlo cambiando de postura, luego probé a planchar las sábanas antes de acostarme, finalmente prescindí de ellas. Pero aunque me tumbe todas las noches en el colchón desnudo, nada parece frenar estas curiosas líneas que han ido invadiendo mi piel desde hace semanas. Lo que empezó siendo una finísima raya que cortaba en dos mi frente ha crecido hasta convertirse en una especie de red que divide mi cuerpo en cuadrículas perfectas. Además, cada día que pasa, no solo aumenta la cantidad de los surcos sino también su grosor.

Hoy pude hundir mi pulgar en el mayor de ellos: el que rodea mi cintura. Lo he recorrido despacio de izquierda a derecha y he notado sus bordes extrañamente húmedos y terrosos. Después me he pasado la tarde cantando en italiano.

Hace un momento, harta de darle vueltas a la situación, he decido descansar un poco. Me he echado en la cama y, justo cuando iba a quedarme dormida, he visto la primera góndola deslizarse sobre mi ombligo.

Autor

(Sevilla, 1980) Escribo poemas y microrrelatos. Algunos de mis textos han sido ganadores o finalistas de concursos y han sido publicados en antologías. Fui una de las ganadoras del III Día Internacional de la poesía en Segovia 2012 y ganadora mensual del III Certamen de Microrrelatos ENTC 2013. Estudié Turismo y trabajo en un hotel de mi ciudad.

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