Crónica de un concierto anunciado.
Los que nos hicimos cinéfilos para siempre en la década de los 80 siempre recordaremos las películas que Peter Greenaway firmó en nuestra década prodigiosa. Largometrajes como El contrato del dibujante (1982), Zoo (1985) o Conspiración de mujeres (1988) no hubieran sido los mismos sin las partituras que para ellas compuso Michael Nyman. Prueba de ello no es solo que el director de La ronda de noche (2997) no levantó cabeza después de su última colaboración con Nyman, Los libros de Próspero (1991) mientras que la carrera de éste siguió en ascenso.
El pasado jueves la Michael Nyman band ofreció en el Palau de la música catalana el concierto que conmemora los cuarenta años de esta formación. Y lo hizo con una selección de fragmentos más o menos extensos de los temas más populares de su autor, es decir, básicamente de las bandas sonoras tanto de los filmes arriba mencionados como otras posteriores (e igualmente brillantes, si no más) como Gattaca (1997) de Andrew Niccol o Wonderland (1999) de Michael Winterbottom.
Once músicos sobre el escenario (cuatro violines, seis metales y un bajo eléctrico) más el propio compositor tocando el piano de espaldas al público y de cara a sus músicos que fueron ejecutando sus precisas partituras con encomiable precisión. Violines y vientos se alternaron sobre el escenario, marcando unos el ritmo mientras los otros ejecutan la melodía y viceversa. En tanto, piano y trombón subrayan los cambios entre crescendo y crescendo.
Fue Nyman en todo momento sobre seguro, dándole al público lo que éste quería escuchar y, por tanto, tan previsible como que el tema central de El piano (1993) de Jane Campion fue el primero de los bises. Dejó el músico intencionadamente fuera del programa sus trabajos musicales escritos para sus aventuras como cineasta como War Work: 8 Songs With Film -2014- (donde Nyman pone música a fragmentos de noticieros de la primera guerra mundial) o I Sold My Cadillac to Diana Dors: The Edmundo Ros Story (2000) así como sus coqueteos con la música hindú (Sangam) o sus óperas (Facing Goya) aunque no creo que nadie los echara de menos.
Y esta semana que entra, el 48 festival de Jazz de Barcelona nos brindará la oportunidad de escuchar el lunes en el conservatorio del Liceu a Rudresh Mahanthappa (donde el hindú homenajeará a Charlie Parker… sin tocar uno solo de sus temas); el muy accesible y agradable trío The Bad Plus (el martes en el conservatorio del Liceu); Dhafer Youssef (con esa voz que tanto nos recuerda a la de Win Mertens) el miércoles en la Sala Barts; el cantante de jazz para la generación Hip Hop José James al día siguiente en la misma sala; Michel Camilo y Tomatito, el viernes, presentando Spain forever veinte años después de debutar juntos en el Palau y la trompeta de Avisahi Cohen recordando a su fallecido padre el sábado en el conservatorio del Liceu.
Programación completa aquí.
Por NACHO CABANA