María

María

De pequeña eras como una gacela.

María se llevó un cruasán a la boca, masticó entre sonrisas y te dijo que le hubiera gustado ser la chica de «Medianoche en París» que quería vivir en el siglo XIX junto a Baudelaire, Debussy y Toulouse Lautrec. Yo te veo más como otro personaje femenino de la misma película, dijiste tú, la joven rubia que trabaja en un anticuario junto al Sena y al final se queda con el chico. Él lo desconoce cuando visita el museo Rodin en dos ocasiones y se encuentra con Carla Bruni, aunque lo intuye. Es un escritor empeñado en escribir su novela en París y de alguna forma presiente que ella va a aparecer. Por eso cuando ve a la chica gacela, tímida y a la vez segura de sí misma, sabemos que ella está dispuesta a vivir con el novelista los personajes de todas las películas de la historia del cine.

María se acercó a ti con una mirada luminosa, acercó sus labios a los tuyos y empezó la película.

Woody Allen decía que sí con la cabeza y también Audrey Hepburn.

Autor

Novelista y catedrático de Política Económica, es profesor en los prestigiosos ICADE (Universidad Pontificia de Comillas) y CUNEF (Universidad Complutense de Madrid). Licenciado y doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y máster en Estudios Literarios y en Literatura Española. Ha escrito varios libros de economía y decenas de artículos, así como cinco novelas (La muerte lenta”, 1995, “Vivir es ver pasar”, 1997, “La paz de febrero”, 2006, “Entrevías mon amour”, 2009 y “Las mentiras inexactas”, 2012), sendos ensayos sobre los escritores Manuel Rico, 2012, y Haruki Murakami, 2013, y un libro de microrrelatos, los "Cuentos de los viernes", 2015. En la actualidad está escribiendo un segundo libro de microrrelatos: "Cuentos de los otros" y una nueva novela.

4 comments

  • Para acceder a la comprensión del discurso del relato de Justo podemos enlazar este delicioso cuento, a través del concepto de intertextualidad originado en Batjín, con otros textos del mismo autor; en este caso, con sus novelas de aprendizaje o Bildungsroman en donde existe una inevitable búsqueda del propio yo, al tiempo que se suceden viajes ya sean físicos o mentales, ficticios o reales que dan una mayor agilidad y movimiento al discurso. Aparecen constantes alusiones a otro de sus puntos débiles que caracterizan al autor, la música (clásica, jazz, blues..) o al cine. En cierto modo son ejes comunes a las cinco novelas que aparecen de forma diacrónica en un mundo ficticio similar a las películas de Woody Allen.

    En la novela “Vivir es ver pasar” se encuentren reflejos del jazz a través de Woody Allen y de Manhattan y, ese lento fluir de las aguas del Sena influya a los personajes a saborear la misma nostalgia del amor y la pasión de Cortázar por el jazz.

    En la novela “Las mentiras inexactas”, la mímesis desvirtualiza y desconfigura la realidad y la librería de Sergio Barrios se convierta en el famoso templo del rock donde el propio Sergio invite a sus amigos a escuchar música, a entablar conversaciones absurdas y sin contenido o releer libros antiguos; en cierto modo tanta gente recuerda a una película de Woody Allen, uno de los favoritos de Justo Sotelo. Quizás al escribir la novela diseñara un escenario semejante al que el cineasta desarrolla en sus filmes.

    También en su último libro, “Cuentos de los Viernes”, uno de los cuentos titulado “Annie Hall sin escribir” de la 2ª parte aparece del mismo que en este relato, una relación de olvido y memoria como uno de los temas de la estética borgeana en donde Woody Allen máximo cineasta entre la ficción y la realidad toca las mismas obsesiones que tiene el personaje de la novela, donde aparecen el sexo, los sueños, las relaciones humanas, la muerte y el psicoanálisis. Del mismo modo, los temas y personajes de la novela y el cine se solapan también en el cuento “María” donde la película “Medianoche en París” incita a mezclar ficción y realidad así como a recrear un mundo narrativo donde la literatura tiene un lugar primordial, común a toda su obra literaria.

    Un cuento sensual, repleto de imágenes sensoriales a través de los recuerdos y alusiones metafóricas al siglo XIX literario y al XXI cinematográfico. Un diez a Sotelo.

    ¿Existen puntos en común entre la obra literaria de Justo Sotelo? Es obvio que sí…..Cine, literatura, estética, arte…y muchos más…

    Contestar
  • en este cuento el autor se mete dentro, juega y desea con intuida destreza; pero lo más fundamental, para mí, es su búsqueda, la que podríamos decir es universal, pues quien no espera a ese personaje que se erija en el protagonista demuchas de las ficciones/novelas llevadas a la pantalla, para a través o más bien junto a él/ella, vivir las vidas de otros muchos progratonistas ficcionadas/noveladas y eternizadas/visualizadas (y todo ésto, me trae a la memoria a mí misma, un día de lluvia por la Quinta Avenida, con mi suegra ya mayor, cogida a mi brazo, camino de Tiffanys, pues, aunque sabía que nada compraría, necesitaba entrar a la tienda, traspasar el umbral de un sueño que se hizo realidad), gracias reiteradas apreciado profesor por estos cuentos que, para nada, me dejan indiferente, tal y como viene ocurriendo :)

    Contestar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *