María Pastor dirige «Anonimato» de Mariano Rochman 

María Pastor dirige «Anonimato» de Mariano Rochman 

María Pastor dirige «Anonimato», de Mariano Rochman. En la imagen el elenco completo Alba Alonso, Fanny Condado, Mariano Rochman. Foto ©Juanjo Molina

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Anonimato es una comedia escrita por Mariano Rochman que nos presenta a una pareja, ya pasados los cuarenta, que espera su primer hijo. Un acontecimiento único, lejos de otros tiempos en los que un embarazo significaba únicamente el punto de partida para conformar una familia.

La reflexión, la previsión, la carencia de medios y de tiempo son muchas razones que considerar, por lo que es necesario que se alineen los planetas para que se den las condiciones adecuadas, evitando que ni a la criatura ni a los padres les suponga ninguna renuncia. Solo entonces, una pareja toma la decisión de tener un hijo. Cuando se cumplen los requisitos mínimos mencionados, la pareja ya tiene cierta edad.

Aunque esto puede ser un problema para ambos, en el caso de la mujer, los riesgos son inevitables. Se especula y se teme lo que probablemente no sucederá jamás, pero todo ello genera una ansiedad que nunca es compañera de la felicidad.

En la imagen el actor y autor Mariano Rochman de "Anonimato", dirigida por María Pastor Foto ©Juanjo Molina "Anonimato", de Mariano Rochman. En la imagen el elenco completo Alba Alonso, Fanny Condado, Mariano Rochman. Foto ©Juanjo Molina

En la imagen Mariano Rochman, autor e intérprete de «Anonimato», dirigida por María Pastor. Foto ©Juanjo Molina

En este estado se encuentra la pareja que describe Rochman. Con la madre de él como tercer personaje, serán los tres quienes suban al escenario. Las figuras de la ginecóloga y la psicoanalista de él han sido resueltas mediante voces en off.

El futuro padre es atento hasta la extenuación con la futura madre y con el bebé. Esto nos presenta a un hombre cuajado de dudas y, por tanto, controlador. En una de las consultas por videollamada, saldrá a la luz un tema incómodo: la previsión de una enfermedad degenerativa y hereditaria, que figura en la historia clínica del padre.

En la imagen la actriz Alba Alonso, la futura madre de “Anonimato”, de Mariano Rochman, dirigida por María Pastor. Foto ©Juanjo Molina

En la imagen la actriz Alba Alonso, la futura madre de “Anonimato”, de Mariano Rochman, dirigida por María Pastor. Foto ©Juanjo Molina

Por lo que se encenderá todas las alarmas, y el hombre dedicará todo su tiempo a investigar sobre la enfermedad en internet. Afligido, buscará respuestas en su madre, una mujer independiente que ni quiere darlas ni sentirse implicada, desviando la conversación hacia temas más frívolos. Ella afirma que la historia de su padre, su abuelo e incluso su bisabuelo, son cosas del pasado. Sin embargo, para el hijo, la genética lo convierte en algo plenamente vigente. Finalmente, la madre le dará la noticia que no quería escuchar, aunque su hijo está libre de esa carga genética.

La mujer recibe la noticia con una alegría incluso excesiva, dejando desconcertado al padre de «Garbancito». Y en esos giros que da la mente sin previo aviso, el interés de él por la criatura se evaporará, dejando un vacío interior imposible de llenar. Esto lo llevará a dejar su trabajo, distanciarse de su madre, y a que, su mujer tome la decisión de abandonar el hogar, por el creciente desinterés de futuro padre por su bebé.

Rochman nos presenta a un hombre cuyo equilibrio emocional está sostenido por su madre y su mujer. Quizá, debido a una orfandad temprana, se aferra a los recuerdos de un abuelo que nunca conoció y de un padre que murió cuando él tenía seis años.

Se dice que los matrimonios más sólidos eran los que se hacían por mero interés, ya que la falta de amor evitaba la decepción, permitiendo que, con el tiempo, se forjara un cierto cariño. Hoy en día se podría llegar a un acuerdo parecido si existe la intención de tener hijos, no importan tanto los gustos afines ni el amor entre la pareja: lo que debería exigirse es un estudio genético sólido presentado ante notario para evitar sorpresas.

Si además consideramos que la mujer ya no quiere ocupar el papel pasivo que tenían las mujeres de su familia y que el hombre debe corregir cualquier rastro de comportamiento heteropatriarcal, los referentes familiares no están precisamente en alza.

En la imagen la actriz Fanny Condado, la madre del fututo padre en “Anonimato”, de Mariano Rochman, dirigida por María Pastor. Foto ©Juanjo Molina

En la imagen la actriz Fanny Condado, la madre del fututo padre en “Anonimato”, de Mariano Rochman, dirigida por María Pastor. Foto ©Juanjo Molina

Mariano Rochman nos presenta el conflicto de manera amable, y pone en manos de María Pastor la dirección. Un trabajo realizado con limpieza, donde están muy bien resueltos los tiempos y las transiciones entre las escenas en las que el protagonista interactúa con su madre o con su mujer, ya que ninguno de los tres abandona el escenario durante toda la representación.

Tanto Rochman como las actrices Alba Alonso, en el papel de la mujer, y Fanny Condado como la madre, nos entregan unas interpretaciones tan naturales como efectivas. La falta de entendimiento entre madre e hija política se manifiesta sin velos, pero ambas patinan con elegancia sobre su desencuentro.

El espacio escénico en blanco firmado por la directora, como el vestuario de Teresa Valentín-Gamazo. Sin atrezo, que distraiga del diálogo, y el gesto. Únicamente de una manera armónica la música enlaza los breves silencios, o acompaña la palabra, con el espacio sonoro diseñado por Luís Flor, todo y todos, iluminados por Álex Pintado.

La actuación de Mariano Rochman, Alba Alonso Fanny Condado, es cómplice, y la posible falta de simpatía entre la madre y la mujer del hijo quizá provenga de su similitud. Ambas son enérgicas y, con el arma de sus argumentos, guían las dudas prácticas y afectivas del futuro padre, quien necesita su aprobación para seguir adelante.

El final de la obra tiene un giro sobre sí mismo significativo. Un año después del nacimiento del niño, el padre vuelve al mar donde despidió a su propio padre. En el momento de mayor emoción de su discurso, se autocensura, temeroso de que lo regañe su instructor de kayak.

En la imagen la directora Maria Pastos de pie, sentadas las actrices Alba Alonso Fanny Condado y el autor e intérprete de “Anonimato”: Mariano Rochman. Foto ©Juanjo Molina

En la imagen la directora Maria Pastos de pie, sentadas las actrices Alba Alonso y Fanny Condado y el autor e intérprete de “Anonimato”: Mariano Rochman. Foto ©Juanjo Molina

Anonimato, estará en cartel a partir del día 18 de enero en la Sala Lola Membrives, del Teatro Lara de Madrid, más información AQUÍ.

Dramaturgia: Mariano Rochman

Dirección: María Pastor

Vestuario: Teresa Valentín-Gamazo, Espacio Escénico: María Pastor, Fotografía: Juanjo Molina, Diseño Gráfico: María De Alba, Sonido: Luís Flor, Iluminación: Álex Pintado, Ayudante De Dirección: Estela Montejo

Producción: Doble Sentido Producciones

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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